Nuestra última encuesta de AmplificAgro, realizada a fines de marzo, tuvo como foco principal relevar el clima de opinión referido al aumento de retenciones anunciado por el Gobierno (en la harina y el aceite de soja). En esta línea, el 95,3% de los encuestados manifestó que dicho incremento buscó prioritariamente fines recaudatorios. Tan sólo el 3,9% piensa que apunta a mitigar el impacto sobre la inflación.
Pero, ¿cómo llegamos a esta situación? ¿Por qué aumentar las retenciones? A esta altura, compartir que la situación macroeconómica argentina es “delicada” no es una novedad: alta deuda, inflación creciente, poca actividad económica, pésimos indicadores sociales, moneda devaluada, etc.
Entre los problemas más cercanos al sector político está el “déficit fiscal”. Existen sólo dos maneras de financiar el déficit fiscal: emitir deuda pública o emitir moneda. Ninguna de ellas es gratis en términos macroeconómicos y ambas conllevan riesgos. De hecho, gran parte de los problemas de la Argentina están relacionados al abuso de la emisión de dinero y la emisión de deuda pública.
Pero, ¿cómo se genera el déficit fiscal? Simple, cuando el Estado gasta más de lo que recauda se genera un déficit fiscal, mientras que cuando logran ahorrar se denomina superávit fiscal. El Gobierno encuentra serias limitaciones para seguir financiando el déficit fiscal, con lo cual le quedan básicamente dos instrumentos:
- Bajar el gasto público o
- Aumentar la recaudación vía impuestos
Para el sector agro, está claro que la postura del Gobierno viene por la segunda opción: aumentar la recaudación vía impuestos. Lamentablemente, este tipo de medidas generan efectos negativos y distorsivos que van en contraposición a lo que necesita la Argentina: más producción, más inversión, exportar más, y más empleo.
Por su parte, en la encuesta también se relevó sobre el aumento de la alícuota de los derechos de exportación lo cual Julián Domínguez, ministro de Agricultura, calificó las decisiones de “temporales”. En este sentido, el 97,6% de los encuestados manifestaron que esas declaraciones son poco o nada creíbles.
El autor es licenciado en Economía, asesor de empresas y cofundador de AmplificAgro
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