El dinero provendría de lo que recaudaría por mayores retenciones para la harina y el aceite de soja; esto permitiría que los molinos puedan entregar más barata la harina de trigo a las panaderías; se esperan para mañana anuncios del ministro de Agricultura, Julián Domínguez
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El Gobierno ya tendría listo el decreto para subir las retenciones a la harina y el aceite de soja del 31% al 33%, según pudo saber este medio de diversas fuentes. Con esa medida tendría un ingreso extra por los derechos de exportación de ambos subproductos de unos US$425 millones. En paralelo, el Presidente confirmó hoy la creación de un fondo para subsidiar a la harina para el pan, que se abastecería de ese dinero.
“He decidido constituir un fondo de estabilización con el objetivo de evitar el traslado de esta suba del precio internacional al precio que pagan los argentinos y argentinas”, dijo esta noche Alberto Fernández, en un discurso que había generado altas expectativas y que se esperaba fuera el inicio de “la guerra contra la inflación”. Sin embargo, no hubo otras medidas concretas.
Se esperan anuncios para mañana por parte del ministro de Agricultura, Julián Domínguez.
Con este esquema, que se solventará con el incremento de los derechos de exportación a la harina y el aceite de soja, el Gobierno apunta a que la harina que los molinos proveen a las panaderías llegue a precios reducidos. Los exportadores ofrecieron opciones a una suba de retenciones, pero fueron rechazadas. En rigor, destacan que con el aumento extra de ingresos que habrá con las retenciones actuales se podría fondear cualquier subsidio.
Los molinos aumentaron en los últimos días hasta 30% la harina a salida de la fábrica, pero los panaderos sostienen que lo que pagaban por la bolsa de harina de 25 kilos a 1100/1300 pesos se disparó primero a 1700/1800 e incluso últimamente en algunos casos arriba de los 2000 pesos.
El trigo tiene un 13% de incidencia sobre el valor final del pan y el sector molinero una participación que va del 7 a 8%. Los impuestos representan, en el valor final, más del 20%, pero el Gobierno no busca aliviar por ese lado el precio al consumidor. En cambio, toma como excusa la suba del valor internacional del trigo debido a la invasión de Rusia a Ucrania [ambos países representan el 28,5% del comercial global de este cereal]y busca justificar así una nueva intervención.
La idea de subsidiar vía este tipo de mecanismo viene del despacho de Roberto Feletti, secretario de Comercio Interior. El mismo Feletti anticipó a los panaderos la creación de un fondo para atender sus reclamos. Hace 10 días, con el soporte legal del Ministerio de Agricultura que conduce Julián Domínguez, Feletti creó un fideicomiso por US$25 millones para que las exportaciones de trigo y de maíz subsidien el paquete de harina de un kilo 000 en góndola y los fideos secos por 500 gramos. Por otra parte, está en vigencia un fideicomiso para el aceite donde abastecedores del mercado local y exportadores hacen aportes para su funcionamiento. El año pasado recaudó US$190 millones.
El fideicomiso que se creó recientemente es para que los molinos accedan a unas 700.000 toneladas del cereal que se usan para fideos y harina 000. En tanto, el fondo estatal incluiría otro millón de toneladas. De unas 6 millones de toneladas que se procesan de trigo internamente, unas 2,5 millones de toneladas van para pan y otros panificados.
Los molinos harineros ya le expresaron en reiteradas oportunidades a Feletti la baja incidencia del trigo y la harina sobre los valores finales. Sin embargo, no han tenido éxito. Feletti es partidario, como lo dijo públicamente, de estas herramientas que no se usan en países competidores de la Argentina que producen y exportan alimentos y tienen una inflación más baja.
Esta semana, en tanto, los exportadores de granos y subproductos se vieron con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez. El funcionario, trascendió, ratificó que necesitan los recursos para solventar el subsidio con el foco en el pan. Las empresas ofrecieron explorar otras opciones, pero fueron rechazadas.
Opciones
Para los exportadores, al subirse las retenciones de 31 a 33% a los subproductos se les quita un diferencial que les permitía en parte hacer frente a los actuales fideicomisos. Por eso, varios consideran que esas herramientas perderán razón de ser al aumentarse los derechos.
De acuerdo a un informe de la Fundación INAI y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por la mejora de los precios internacionales el Gobierno tendrá una recaudación extra por retenciones de US$1200 millones. En efecto, de aguardarse retenciones totales por US$7819 hasta febrero pasado ahora se perfila un nivel de US$8972 millones.
Por ello, no pocos creen que, si quiere solventar el valor de la bolsa de harina de 25 kilos para las panaderías, el Gobierno podría usar parte del dinero adicional para ese fin.
Otra opción sería que el Gobierno habilite nuevos cupos para vender trigo y maíz al exterior para conseguir fondos. “Si abre 8 millones de toneladas de trigo y 12 millones de toneladas de maíz, la exportación anticipa pago de retenciones por un monto total de 750 millones de dólares. El gobierno los aplica a compensar la bolsa de harina de trigo con un máximo de 350 millones de dólares anuales”, explicó una fuente.
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