Según el Ieral, en un promedio de precios, en marzo pasado se ubicó en $9413 por kilo en la Argentina versus $8855 en Brasil, $6644 en Paraguay, $11.681 en Uruguay y $12.397 en Chile
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CÓRDOBA.- La carne en la Argentina sigue siendo más económica que en Uruguay y Chile, pero más cara que en Brasil -exportador líder y, posiblemente, con la mayor competitividad a nivel mundial- y que en Paraguay, que es el más barato de los cinco países de la comparación. Los datos son de un estudio realizado por Tobías Lucero para el Ieral, de la Fundación Mediterránea y la Sociedad Rural Noreste Santiagueño.
Los resultados salen casi en paralelo al dato de que el consumo de carne vacuna por habitante retrocedió 18,5% en marzo pasado versus igual mes de 2023. El consumo aparente, luego de considerar lo que se faenó y consumió en el mercado local y lo que se exportó, tuvo el peor registro de los últimos 30 años, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).
El trabajo del Ieral da cuenta que, en la comparación de 12 cortes de carne bovina nivel consumidor final con Uruguay, en marzo pasado esa canasta tenía un precio de US$9 en ese país y de US$7,2 en la Argentina. En ambos casos a tipo de cambio exportador. Es decir, en promedio, a nivel local la carne era 19,6% más barata.
La magnitud de la brecha se viene cerrando en los últimos meses aunque aún parece elevada teniendo en cuenta el promedio de la serie, de una magnitud del 10% favorable a la Argentina, consigna el economista.
Comparación
Con Chile se compararon 13 cortes y el precio era de US$10,7 el kilo en el país vecino y de US$8,53 el kilo en la Argentina. Para marzo, entonces, el precio local fue 20,4% más barato en la Argentina que en Chile. También en este caso se observa un descenso significativo de la brecha en los últimos cuatro meses y, a diferencia de la comparación con Uruguay, la magnitud está por debajo de la media histórica (31%).
Con Paraguay y Uruguay las comparaciones son en 21 supermercados y abarcan más de 180 precios de cortes, tomando una canasta de ocho.
En este marco, el resultado general es de $9413 por kilo en la Argentina versus $8855 por kilo en Brasil y $6644 en Paraguay. En tanto, da $11.681 en Uruguay y de $12.397 en Chile.
Lucero indica que, valuado a dólar exportador de abril en la Argentina, el precio minorista de la carne bovina (promedio 8 cortes) que se vende en supermercados de la región se ubica en un rango de entre US$7 y US$14 el kilo, con la Argentina situándose muy cerca de la media del rango anterior (US$10,4 por kilo), pero en un valor alto para lo que han sido los precios internos en los últimos años.
Si se analizan los resultados de los nueve relevamientos realizados desde el 2021, la brecha de precios se mantuvo favorable a la Argentina en la comparación con Uruguay y también con Chile, siendo más amplia la diferencia con el país transandino; la diferencia promedio es del 22,7% con Chile y del 13,7% con Uruguay.
Respecto a Brasil, se advierte que nunca hubo una brecha importante y de un mismo signo entre estos dos países: en cuatro de los nueve relevamientos la carne estuvo más barata en la Argentina, y en los cinco restantes la relación fue favorable a Brasil.
En enero de 2023 la carne estaba 11,4% más barata en Argentina que en el socio mayor del Mercosur, diferencia que desapareció con el transcurso de los meses, llegando a diciembre con una carne un 1,9% más cara en la Argentina, aunque ampliándose en este comienzo de año.
El Ieral analiza el impacto de la inflación en la Argentina, los mayores costos, y remarca como concepto general: “Los precios de los supermercados revelan que el país sigue teniendo, incluso después de las últimas subas de la hacienda y los elevados niveles de inflación, una carne bovina más barata que en Uruguay y Chile. También muestra que la carne cuesta casi lo mismo que lo que vale en Brasil, país que, debe recordarse, es exportador líder y posiblemente ostente la mayor competitividad a nivel mundial (menores costos) en materia de precios de hacienda y carne bovina”.
Para la entidad, en el caso de la Argentina el consumidor ha venido, no obstante, reduciendo las compras por la pérdida de poder adquisitivo. Dice: “Debe advertirse que este consumidor viene ajustando sus compras en lo que va del año por caída de ingresos, y se encuentra seguramente a la expectativa de que el programa de estabilización macroeconómica que lleva adelante el nuevo gobierno avance satisfactoriamente, que la economía empiece su recuperación, para de esa forma poder volver a niveles de consumo más cercanos a los que se tenía en períodos anteriores”.
En este marco, el Ieral en un tramo del trabajo recuerda el marco en que se desenvuelve hoy el negocio de la carne. Detalla: “Debe recordarse que al finalizar el año 2023 quedó sin efecto la restricción que pesaba sobre la exportación de 7 cortes de carne de consumo popular, que ya no quedan restricciones similares de tipo cuantitativas, pero que sí permanecen activos derechos de exportación sobre el complejo bovino, un impuesto que no se aplica en los países vecinos y que en algún momento debe ser removido”.
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