Así se desprende de una encuesta del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral presentada a Cultivar, que integran organizaciones del sector de América Latina y Estados Unidos, en el evento de Galicia Ventures
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El 84% de los productores de la pampa húmeda cree que las tecnologías digitales van a cambiar su forma de hacer negocios en el futuro, en los próximos cinco años. En un contexto de una acelerada tendencia a la digitalización, el uso masivo de datos y otros procesos de automatización, ese fue el resultado de la Encuesta de Necesidades del Productor Agropecuario (ENPA) que realizó el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral y patrocinada por Banco Galicia.
El estudio, que reveló ser un indicador importante de la conciencia y visión del productor en cuanto a esta dirección, fue presentado en un evento de Galicia Ventures a Cultivar, que integran diferentes organizaciones agropecuarias de América Latina y Estados Unidos para fortalecer, mantener y contribuir al crecimiento de startups en el sector AgriFoodTech e impactar positivamente en la seguridad alimentaria mundial.
“No obstante, más allá de esta conciencia del productor y del propio incremento de la oferta en cuanto a apps, soluciones y plataformas, existen aún hoy desafíos para la adopción, y en general hay mucha heterogeneidad en cuanto a la aceptación e incorporación de estos paquetes tecnológicos”, dijeron en el establecimiento educativo.
En este sentido, indicaron que están trabajando para comprender cómo los modelos de negocios del productor argentino van cambiando frente a la nueva ola creciente de oferta tecnológica y entender los principales drivers y barreras de adopción tecnológica.
Fue así que en un análisis conjunto entre el Centro de Agronegocios y el departamento de Ciencia de Datos de la Universidad Austral, se identificaron distintos grupos de productores en relación a su predisposición para adoptar nueva tecnología. Para esto, se definieron cuatro segmentos o verticales tecnológicos: tecnologías digitales y datos, tecnologías de precisión y automatización, valorización y aprovechamiento de biomasa y compras online.
En este trabajo en conjunto se encontró que “un 5% de los productores está adoptando algún tipo de tecnología simultáneamente dentro de los cuatro segmentos”.
“Estos productores pueden ser considerados los early adopters. A la vez, hay un 25% de los productores que prueba distintas tecnologías, pero exclusivamente dentro de un segmento de tecnologías. La lógica detrás de esta estrategia es la prudencia, en tanto los productores prefieren testear y entender soluciones dentro de un segmento específico antes de abrirse a otros. En líneas generales, lo que más utilizan los productores tiene que ver con plataformas de generación de datos para la producción, como el relevamiento de condiciones meteorológicas o el monitoreo satelital de cultivos”, destacaron.
Además, “hay mayor incidencia de la adopción de nueva tecnología entre productores más jóvenes y de mayor tamaño, lo cual implica que hay factores de escala que son condicionantes”.
En este escenario, llamó la atención que “para ese grupo del 5% de productores que adoptan múltiples tecnologías simultáneamente, la fuente de información más valorada ha pasado a ser el WhatsApp (históricamente la fuente de información más valorada por los productores tiende a ser el encuentro personal uno a uno)”.
Hernán Busch, gerente de Agronegocios de Banco Galicia, contó que desde su génesis el banco apoyó la encuesta ENPA. “Nos parece una forma de sumar diferentes voces sobre temas que son de interés para el productor y que nos ayuda a entender cómo toma sus decisiones. Además, percibimos patrones de demanda y cuáles son los mejores canales para comunicarnos y llegar al productor con ofertas”, dijo el directivo.
“Particularmente en las últimas ediciones, se sumaron más preguntas relacionadas a la digitalización. En línea con que las empresas, nos transformamos digitalmente y la forma de operar de los clientes se fue volcando a soluciones digitales. Esto abre nuevas oportunidades de relacionamiento y, sobre todo, poder utilizar datos e información para agregar valor, ganar agilidad en la operación y por ende mejorar la toma de decisiones por parte del productor”, agregó.
En ese contexto, Busch detalló que en el Galicia, las operaciones se fueron digitalizando y “eso permitió agregar mayor inmediatez al productor en la toma de decisiones y eficiencia en la operación”.
“Además podemos mejorar la oferta e integrar más la cadena de valor, logrando a través de herramientas digitales acompañar el proceso de financiamiento y transaccional, conectando al proveedor con el comprador final, siendo el productor el centro de la misma. Entendemos que el consumidor cada vez más demandará información y trazabilidad de los productos que consume, y el financiamiento y la transacción cruza toda la cadena de producción”, aseguró.
Por su parte, Bernardo Piazzardi, director del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, señaló que allí se aborda los agronegocios con visión global porque el sistema de los agronegocios lo integran países de todas las regiones del mundo.
“Es nuestro deber como institución obrar como catalizador de conocimiento de diversos orígenes, es por eso por lo que somos integrantes activos de redes de conocimiento como esta que se reúne por estos días en la Argentina”, explicó el académico.
“Nuestro trabajo de investigación y los casos de negocios agro que estudiamos demuestran que la interacción en foros internacionales dan oportunidades de desarrollos conjuntos con instituciones de otros países. El proyecto ENPA, nuestra participación en los ecosistemas agtech, nuestro rol activo en ámbitos como Ifama nos demuestran que el agro argentino no solo puede aportar productos y servicios al mundo sino también conocimiento”, añadió.
Por último, indicaron que, partir de la gran velocidad que están mostrando la innovación y el cambio tecnológico para el sector, la Universidad Austral se encuentra preparando la ENPA 2025. “Los resultados que se obtengan permitirán a los propios productores entender mejor las nuevas tecnologías y los cambios en los nuevos modelos de negocios a partir de la innovación. Esta información permitirá a las empresas del ecosistema que ofrecen servicios a los productores entender cuáles son las expectativas para calibrar sus propuestas”, finalizaron.
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