En las zonas bajo fuego podría haber “paliativos” con algunas lluvias, pero la recuperación llevará “varios ciclos”
Según Pablo Mercuri, experto del INTA, desde la próxima semana podrían registrarse algunos eventos de precipitaciones que, aunque aisladas, lentamente podrían ayudar a frenar el deterioro por los incendios; el territorio de Corrientes pasó de tener un 40% de agua en su superficie a menos del 15%
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LA NACIONFernando Bertello
Mientras Corrientes sigue bajo fuego, desde pasado mañana podrían registrarse algunas lluvias en esa provincia, pero serían aisladas y de baja intensidad. Habrá que esperar al próximo jueves y ya más a los primeros días del mes próximo para que se den otros “paliativos” con precipitaciones que, lentamente, ayuden en el combate de los incendios.
Así lo señaló a LA NACION Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, que explicó que Corrientes viene atravesando tres años con déficit de precipitaciones y que, de tener un 40% habitualmente de agua en superficie, desde 2020 ronda el 15%. En los últimos nueve días las llamas avanzaron unas 30.000 hectáreas por día. Esto es más de una Capital Federal por día si se mira en términos de superficie. Las llamas ya ocupan 785.238 hectáreas, el 9% de la provincia.
“A partir de este fin de semana, varias áreas del país tendrían precipitaciones. Desde el lunes, eventos leves, aislados, podrían ocurrir en territorio correntino. Al ser de poca intensidad, lentificarían parcialmente el avance de fuegos activos”, señaló a LA NACION Mercuri.
En tanto, precisó que entre el próximo jueves y sábado la tendencia indica que comenzarán para Corrientes y el resto del NEA “condiciones atmosféricas que favorecerán tormentas y chaparrones de mayor intensidad”.
“Hacia fin de febrero y primeros días de marzo podrían nuevamente ocurrir eventos que continúan siendo paliativos y que permitirían finalizar con la situación de tanta vulnerabilidad a los incendios”, apuntó.
Explicó que Corrientes atraviesa una falta de precipitaciones de años que demorará la recuperación. Así lo detalló: “La recuperación será muy lenta porque la zona viene de una extrema sequía. Hay que considerar que la provincia de Corrientes tiene, habitualmente, un 40% de su superficie con agua en esteros, lagunas, arroyos y charcos. Hoy con datos satelitales es menos del 15% de cuerpos de agua en superficie. El NEA y Corrientes han sido este verano el epicentro de la crisis de escasez de agua”.
Mercuri remarcó que la provincia viene hace tres años con un déficit acumulado de precipitaciones y hoy se están viendo las consecuencias.
“En muchas zonas, el fuego tan intenso y el calor generado ha quemado incluso raíces y la materia orgánica del horizonte superficial del suelo. Los tejidos de crecimiento de muchos pastos y pasturas megatérmicas (que se usan en la zona) así como el semillado natural se ha quemado. Por ello, la recuperación será lenta”, expresó.
Agregó que “dado el déficit hídrico total que vive la provincia se necesitarán varios ciclos productivos en los diferentes agroecosistemas para que vuelvan a la normalidad”.
El experto recordó que la mayoría del territorio correntino es parte de la cuenca del río Paraná y que el bajo porcentaje de cuerpos de agua “es un indicador claro de la situación de sequía inédita, muy relacionada con la bajante del Paraná”.
Situación agotadora
En este contexto, Pablo Sánchez, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, dijo que lo que ocurre en la provincia es un “desastre natural” y rememoró que viene una situación difícil con la sequía desde 2020.
Destacó el trabajo de bomberos y de mucha gente que está ayudando y pidió un gesto de la política en un momento de cruces entre el gobierno nacional y el provincial por el manejo de la crisis.
“No voy a politizar el tema porque necesitamos que todos estén trabajando codo a codo, la Nación y la provincia, necesitamos de todos”, afirmó.
En tanto, en declaraciones a Radio Colonia, Claudio Anselmo, ministro de la Producción de Corrientes, subrayó que “la situación es agotadora”.
“Son dos meses de trabajo intenso, empezamos a trabajar desde antes con el primer incendio importante, el 28 de diciembre”, contó. Evitó una escalada en la polémica con el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, que ayer volvió a decir que Corrientes supuestamente reconoció haber pedido ayuda tarde.
“Sé perfectamente lo que hicimos. Lamentablemente, Ambiente prefiere una discusión política”, expresó. Mientras señaló que ha sido “muy difícil” la relación con esa cartera, agradeció que la provincia de Buenos Aires haya mandado helicópteros y personal, entre otras cosas. Hay unas 280 personas de la provincia de Buenos Aires que fueron hasta allí para colaborar. “Vino el doble”, precisó sobre el recurso en personal.
Por otra parte, en un comunicado el Ministerio de Agricultura de la Nación, que conduce Julián Domínguez, indicó que en una reunión de la Comisión Nacional de Emergencia y Desastre Agropecuario se recomendó homologar a nivel nacional el estado de emergencia en las provincias de Corrientes, Formosa, Chaco, Entre Ríos y Buenos Aires. Esto en función de los eventos que se dieron en cada provincia.
En tanto, según indicó Agricultura sus equipos técnicos se reunieron en el marco del Consejo Federal Agropecuario con los representantes de Corrientes, Entre Ríos, Chaco y Misiones y entidades del agro “para coordinar acciones a partir de la situación generada en la ganadería por los incendios y la sequía”.
“Los representantes provinciales y las entidades de productores plantearon un escenario a la baja en la productividad ganadera de los próximos meses, como consecuencia de los eventos climáticos y del fuego”, se informó.
“Los funcionarios detallaron el trabajo en conjunto con los Ministerios de Ambiente y de Desarrollo Productivo en términos de logística y de financiamiento necesario para asistir a las regiones afectadas, tal como le indicó el presidente de la Nación, Alberto Fernández, al ministro Domínguez. En este sentido, se destacaron las líneas de créditos disponibles, tanto la de bancos provinciales (en el caso de Corrientes) como la del Plan GanAr, a tasa bonificada por el gobierno nacional que contempla financiación para la infraestructura predial y para la compra del alimento de los animales, entre otras opciones elegibles. Se trata de una línea de crédito por 100 mil millones de pesos que cuenta con una bonificación de 7 puntos porcentuales sobre las tasas vigentes, lo que lo convierte en un instrumento de financiación blanda para los productores”, indicó.
Dura crítica de entidades
Por su parte, en un comunicado titulado “que se vayan ya”, las sociedades rurales y asociaciones de productores de San Pedro, Rojas, Baradero, San Antonio de Areco, Capitán Sarmiento, Salto, Pergamino, Arrecifes y Colón, hicieron un duro cuestionamiento a “la política”.
“Ante la tragedia que asola a Corrientes, como familiares, amigos o simplemente compatriotas sentimos el dolor de esta calamidad”, dijeron. “Mientras tanto la política, se asemeja en todas sus formas a las pirañas que carroñan hasta los últimos restos. Insensibles y especuladores con el dolor, ¿cómo van a condolerse ante el pesar de quienes han perdido hasta la única foto familiar?”, agregaron.
En un momento de tanta desesperación, hay muchas muestras de solidaridad con Corrientes desde el mismo sector agropecuario. Al respecto, desde la Sociedad Rural Argentina (SRA) dijeron a LA NACION que la entidad está haciendo gestiones con el gobierno de Canadá, a través de su embajada en la Argentina, para poder alquilar aviones hidrantes.
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