Según la Aduana, una firma de Tucumán cuadranguló 304 ventas al exterior del producto a través de compañías radicadas en Panamá y Costa Rica, vendiendo a Brasil por un monto inferior
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La Aduana informó que denunció penalmente a una empresa agroexportadora tucumana por supuesta subfacturación, cuadrangulación y contrabando de porotos negros por casi US$75 millones. La multa mínima pretendida es de US$74.415.209,77 y “podría ser inhabilitada para operar en comercio exterior”, según el organismo.
Según indicó, sin dar su nombre, la compañía en cuestión cuadranguló 304 exportaciones de porotos a través de empresas radicadas en Panamá y Costa Rica, subfacturando presuntamente ventas a Brasil. “Declaró las operaciones en la Argentina a un valor casi 30% más bajo que el registrado en Brasil para evadir la liquidación de más de US$4 millones”, señalaron.
En detalle, agentes especializados de la Dirección General de Aduanas descubrieron que una empresa argentina “incurrió en fraude comercial al tejer una compleja maniobra de cuadrangulación simulada para ocultar el verdadero valor de sus ventas al exterior”.
En efecto, la firma “apeló a dos intermediarios sucesivos, uno radicado en Panamá y otro en Costa Rica, para subfacturar exportaciones a Brasil en más de US$4 millones”.
“Mediante intercambios de información aduanera, el personal aduanero constató que 304 permisos de embarque registrados en la Argentina a US$11.125.894,07 que fueron declarados a US$15.375.043,34 al momento de ingresar a Brasil, que representa una diferencia de nada menos que US$4.249.149,27″, afirmaron.
“Sin embargo, no se advierte ningún aporte tangible de valor agregado por parte de los intermediarios que justifique la subfacturación del 28%. Justamente, la mercadería viajó al país vecino en forma directa. Además, se constataron vinculaciones indebidas entre la compañía argentina y las empresas radicadas en Panamá y Costa Rica, en los términos establecidos por el artículo 14, inciso J, del Decreto 862/2019: la vinculación funcional permite concluir que la refacturadora costarricense era una pantalla utilizada para ocultar el incremento de valor registrado en el país de destino”, añadieron.
En este contexto, para la AFIP: El “objetivo de la maniobra, en definitiva, era evitar la liquidación de divisas en nuestro país y ahuecar la base imponible de las actividades de la empresa”.
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