Se trata del insecto que transmite el HLB, considerado destructor de las plantas cítricas. Esa provincia aporta el 80% de ese producto
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SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.- La reciente detección del insecto que transmite el HLB, una enfermedad que es considerada devastadora para las plantas cítricas, encendió las luces de alarma en Tucumán, de donde proviene el 80% de la producción nacional de limones.
Durante una inspección de campo en la localidad de García Fernández, en el departamento Leales, al sur de la capital tucumana, expertos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) encontraron ejemplares de Diaphorina Citri, también conocida como chicharita de los cítricos, que es el vector de la enfermedad Huanglongbing (HLB). Esta no se transmite a los humanos, sino que solo afecta a la producción.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Asociación Fitosanitaria del NOA (Afinoa), la Estación Experimental, el Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán y el Comité Regional del Noroeste Argentino (Corenoa) iniciaron un monitoreo intensivo en la zona donde se detectó la presencia de los insectos.
Durante el relevamiento, se recolectaron dos muestras vegetales con sintomatología sospechosa de HLB que fueron enviadas al laboratorio de la Eeaoc, para determinar si está presente el agente causal de la enfermedad.
“Pusimos en marcha el plan de contingencia, que consiste en el monitoreo casa por casa, desde el punto donde se detectó la presencia del insecto vector”, explicó el director del Centro Regional NOA Sur del Senasa, José Luque.
El experto indicó que se trata de una metodología de monitoreo circular, que abarca un radio de entre 5 y 16 kilómetros, donde los técnicos ingresan a los domicilios, realizan el relevamiento, llenan las planillas y, en caso de que se detecte la presencia del insecto vector, se toman muestras para enviarlas a los laboratorios.
“Seguiremos con el plan de contingencia en el marco del Programa Nacional de Prevención del HLB”, informó Luque. Y aclaró que “la presencia del insecto vector fue en una zona urbana y no en una plantación comercial de cítricos”.
Preocupación
El descubrimiento genera inquietud entre los productores locales, ya que, de propagarse, la enfermedad podría generar severos inconvenientes para la actividad en esta provincia.
“Por supuesto que esto nos genera preocupación, ya que no es algo normal y esta es la primera aparición en los últimos años. Esto es algo que preocupa desde hace muchos años, y es por eso por lo que desde sector privado, conjuntamente con el sector público, venimos trabajando e invirtiendo recursos para tratar de preservar el status fitosanitario de Tucumán como provincia libre de Diaphorina”, expresó a LA NACION el presidente de la Asociación Citrícola del Norte Argentino (Acnoa), Pablo Padilla.
El vocero de los citricultores en la región consideró que “este es un llamado de atención para seguir intensificando las medidas de monitoreo y alerta para prevenir la presencia de la Diaphorina y una eventual propagación de la enfermedad”.
Padilla dijo que, en el marco del programa de monitoreo para la prevención del HLB, la región NOA fue dividida en dos zonas: la zona uno, integrada por Tucumán y Catamarca, que son provincias libres de Diaphorina, y la zona dos, que incluye a Salta y Jujuy, donde está confirmada la presencia del insecto vector, aunque no la enfermedad.
“Es importante que se pueda mantener el status de Tucumán en la zona uno, que es algo que se terminará de definir en las próximas semanas, luego de que se realicen los estudios a las muestras enviadas a laboratorio”, agregó el presidente de Acnoa.
Qué es el HLB
El HLB es producido por una bacteria (Candidatus Liberibacter Asiaticus) que se transmite a través del insecto vector y es considerada la enfermedad más devastadora de los cítricos a nivel mundial, a punto tal que es conocida como “el cáncer del limón”. Afecta a todas las plantas de cítricos y algunas plantas ornamentales como el Mirto, Murraya o Jazmín Árabe (Murraya paniculata). La enfermedad se propaga a través de la utilización material de propagación (yemas o partes vegetales infectadas) y de su insecto vector. Una vez que una planta se infecta con el HLB, disminuye considerablemente la producción hasta que, indefectiblemente, termina muriendo, ya que hasta el momento no existe ninguna alternativa para restituir la salud de la misma.
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