En el sector dicen que, si bien el decreto de creación menciona a la actividad, excluye de beneficios a los cereales y oleaginosas
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Luego de que el Gobierno formalizara hoy en el Boletín Oficial la creación de un régimen para fomentar las exportaciones para varios sectores, como el petrolero, el forestal, el agroindustrial y la minería, en el campo evaluaron que se trata de un decreto “hecho para las petroleras porque el efecto en el agro es muy limitado”.
Según el decreto de creación del régimen, que lleva la firma del presidente Alberto Fernández, los beneficiarios “gozarán de un monto de libre aplicación de hasta el 20% de las divisas obtenidas en las exportaciones vinculadas al proyecto que podrán ser destinadas al pago de capital e intereses de pasivos comerciales o financieros con el exterior y/o utilidades y dividendos que correspondan a balances cerrados y auditados y/o a la repatriación de inversiones directas de no residentes”.
Asimismo, describe que deberán tener una inversión directa en moneda extranjera no inferior a un monto de US$100 millones y que los proyectos aprobados tendrán “estabilidad normativa en materia cambiaria por el término de 15 años contados a partir de la fecha de la emisión del Certificado de Inversión para Exportación”.
En este sentido, Juan Manuel Garzón, economista jefe del Ieral, de la Fundación Mediterránea, detalló que no cree que el régimen esté pensado para promover la inversión y las exportaciones agroindustriales pues esa exigencia de una inversión en moneda extranjera superior a US$100 millones es muy alta.
“No debe haber muchos proyectos agroindustriales de una inversión de esa magnitud, sumado a que en el anexo se excluyen varias actividades agroindustriales, básicamente cereales y derivados, oleaginosas y derivados”, describió.
Por su parte, Matías Lestani, director del Departamento Económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), indicó que el proyecto está armado para las petroleras. “En principio no me parece mal el decreto porque le da estabilidad cambiaria y les permite sacar las regalías que tengan pero a la vez deben traer montos grandes de plata que está afuera. Es un cambio de actitud con respecto a las inversiones extranjeras pero esto debería replicarse en los sectores agroindustriales con inversiones más chicas y lógicas”, apuntó.
En este sentido, evaluó que al agro se lo deja “afuera de una serie de beneficios como este, además de otras cuestiones como los créditos subsidiados. El Gobierno nos pide que hagamos un esfuerzo pero nos siguen excluyendo de los programas de fomento que son los que pueden incrementar productividad. Es preocupante porque son gestos contradictorios”, opinó.
Garzón indicó que difícilmente un decreto y “sus escasos beneficios de acceso al mercado de cambios, sean suficientes como para atenuar el elevado riesgo que implica actualmente invertir en este país que, sacando a Venezuela, es al que más desconfianza le tienen los inversores internacionales, en cuanto al Gobierno y su vocación de pago de deudas nominadas en dólares”.
“El riesgo país de la Argentina es hoy casi cinco veces el riesgo país promedio que tienen los países de América Latina. Si el Estado argentino quiere endeudarse tiene que pagar 12 puntos porcentuales más de tasa de interés que el promedio de otros países latinoamericanos. Este costo del capital tan elevado se traslada también a las empresas”, remarcó.
Por otra parte, señaló que el “beneficio” que propone el decreto es que, “en el mejor de los casos, si la inversión sale bien, si se logran concretar las exportaciones, el inversor va a poder disponer y recuperar los dólares que trajo al país en cuatro años”.
En rigor, en su artículo 8, el decreto detalla entre otras cosas que el beneficio no podrá superar un máximo anual del 25% de las divisas ingresadas para financiar el desarrollo del proyecto.
“Si poder disponer de un acceso parcial al mercado de cambios, que permita recuperar los dólares que invertiste, es el único beneficio que se ofrece, es muy insuficiente para alentar inversiones y exportaciones en el actual contexto macroeconómico e institucional del país”, aclaró Garzón.
Para Lestani, sería un buen gesto del Gobierno para con el sector un proyecto de fomento a las exportaciones similar con otros números y otras especificaciones. “Nos deberíamos sentar en el Consejo Agroindustrial para generar un proyecto marco, copiado del que hicieron para las petroleras pero para las cadenas agroindustriales y la producción”, remarcó.
En tanto, otra fuente de la cadena agrícola consideró que el régimen está hecho para las petroleras. “Es para que puedan sacar regalías al exterior y seguir invirtiendo en Vaca Muerta y cubrir una decisión que es políticamente muy cuestionable”, dijo.
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