Mientras los inversores financieros interesados en emisiones de deuda pública y/o privada preparan su desembarco en la Argentina, los de largo plazo se dividen entre los pioneros que buscan oportunidades, los prudentes que esperan a que las transformaciones se consoliden y los escépticos que se preguntan si este gobierno podría sumarse a la lista de países como México o Japón que tuvieron intentos fallidos de cambio.
Vicente Fox, un ex directivo de Coca-Cola que sacó al PRI tras setenta años en el poder, asumió como presidente de México a fines de 2000 con el eslogan "el gobierno del cambio". Sin embargo, a pesar de lograr la estabilidad económica y un mayor federalismo, no pudo combatir la corrupción ni controlar el crimen organizado y entre errores propios y el peso de un sistema político complejo, terminó su mandato sin pena ni gloria. En Japón, la expectativa que había despertado el primer ministro Shinzo Abe en 2013 con su plan de estímulos monetarios, fiscales y reformas estructurales para revitalizar la economía cayó en el escepticismo y desconfianza de los inversores. En los últimos cuatro meses el índice bursátil Nikkei cayó un 15%.
En la Argentina, es nuestra responsabilidad apoyar las reformas que impulsa el Gobierno para reconstruir el país, sacarlo adelante en forma equitativa y convertirnos en un país previsible y confiable para atraer capitales. John F. Kennedy dijo: "No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país".
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