La proyección de producción de trigo para la campaña 2018/2019 se redujo en 300.000 toneladas y alcanzaría las 19.400.000 toneladas, un 9,3%, no obstante, superior al ciclo previo. Así lo estimó hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Aunque se espera una nueva cosecha récord de trigo en la Argentina, los eventos climáticos provocaron una disminución en las expectativas de rendimientos en el sur de Santa Fe y Córdoba, oeste de La Pampa y gran parte de la provincia de Buenos Aires.
De mediar buenas condiciones durante el resto de la campaña, el rendimiento medio nacional se ubicaría en los 31,8 qq/ha y sólo en el NEA, centro-norte de Santa Fe, Entre Ríos y sectores del oeste y sur de Buenos Aires registraríamos rindes superiores a los acumulados durante la campaña 2017/18.
Las heladas registradas a principios del mes de octubre impactaron sobre el potencial de rendimiento de los lotes que desarrollaban etapas críticas de espigazón y llenado de grano en diversas regiones del área agrícola.
Los mayores daños se relevaron sobre el Núcleo Norte y Núcleo Sur, ya que, al momento de dicho evento, entre el 30% y 60% de la superficie implantada diferenciaba la etapa de espigazón.
En consecuencia, y sumando las fuertes tormentas con caída de granizo que provocaron pérdidas de área, las expectativas de rendimiento comenzaron a disminuir a medida que se registraba una mayor condición de cultivo entre mala y regular.
Según nuestro informe de Estado y Condición de Cultivos, antes de las heladas registradas, el 30% del trigo sembrado en el Núcleo Norte presentaba una condición entre buena y excelente, la cual fue desmejorando hasta llegar al 9% del área.
Las pérdidas en las expectativas de rendimiento promedio zonal se ubicarían entre los 2 qq/ha y 6 qq/ha en función del nivel de exposición, aunque a nivel de lote las mermas serían superiores.
Las bajas temperaturas también ocasionaron pérdidas de producción en regiones del oeste y sur de Buenos Aires y sur de La Pampa, aunque el impacto fue menor debido a que sólo entre el 4% y 19% del área transitaba la etapa de espigazón al momento de ocurrencia.
Sin embargo, las precipitaciones acumuladas durante las últimas semanas mejoraron la condición de humedad en gran parte del país. A la fecha, el 51% de las 6.200.000 hectáreas implantadas presentan un estado hídrico entre adecuado y óptimo, el cual permite desarrollar el llenado de grano bajo muy buenas condiciones. A su vez, en regiones como el centro-norte de Santa Fe, centro-este de Entre Ríos y sudoeste de Buenos Aires-sur de La Pampa, los rendimientos esperados se ubican por encima de las expectativas relevadas al inicio de la campaña, compensando en parte la caída de producción por los eventos de heladas y granizo.
Impacto económico
Al momento de evaluar en términos económicos los efectos de las heladas y el granizo, se observa que las pérdidas productivas tendrán un impacto negativo principalmente sobre las cantidades exportadas, que totalizarían 12,5 millones de toneladas durante la campaña 18/19.
Como consecuencia, las exportaciones del complejo de triguero disminuirán un 2% en valor respecto de las estimaciones previas, alcanzando los 2807 millones de dólares. A pesar de que en términos de dólares disponibles para la economía estas pérdidas no resultan significativas, si las condiciones climáticas adversas se intensifican los efectos podrían ser mayores.
El autor es coordinador del Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Colaboró Juan Pablo Gianatiempo, economista de la entidad