Según la consultora AZ Group, para la oleaginosa y el maíz en campos alquilados del sur de Córdoba y el NOA se proyectan para el ciclo 2024/2025 pérdidas que pasarían a terreno positivo si, en cambio, se quitaran las retenciones
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Mientras los productores agrícolas siguen aguardando por más señales sobre las retenciones, cuya eliminación, aunque sin ninguna fecha concreta, se comprometió el presidente Javier Milei el domingo pasado en la Exposición Rural de Palermo, los números para la campaña 2024/2025 lucen con quebrantos en campos alquilados en varias regiones. Esto a un mes del inicio de la siembra de maíz y a dos del cultivo de soja. Los números en rojo cambiarían sin los derechos de exportación [la soja paga 33% y el maíz 12%] ni el impuesto PAIS que encareció los insumos. El Gobierno tiene con las retenciones una de las llaves para que, aliviando la presión fiscal, puedan cambiar esos números. Otras llaves podrían venir por el lado de factores extremos como el clima o el mercado que, por ahora, es bajista por las buenas producciones previstas en Estados Unidos.
Los quebrantos se desprenden de un relevamiento realizado por la consultora AZ Group. Hay situaciones complicadas tanto para la soja como el maíz en tierras arrendadas del sur cordobés y el NOA, por ejemplo. Ocurre en medio de la baja de los precios que han tenido los granos en el último tiempo y que parece, por ahora, no encontrar piso. El sector está ante una volatilidad tanto en los mercados como en el clima. Las operaciones de los productores por compra de insumos todavía necesitan cobrar mayor ritmo.
“Hace dos meses la soja Mayo valía más de 300 dólares por tonelada y en estos días cayó a US$279; hace 40 días se pronosticaba una Niña extrema y los últimos pronósticos viraron hacia un fenómeno débil. Las fuertes heladas de julio reducen la posibilidad de ataques masivos de chicharrita en maíz [una plaga que dejó fuertes pérdidas] que se proyectaban tras la cosecha”, dijo Matías Amorosi, CEO de la consultora. Advirtió que las “cuentas agrícolas” representan hoy un “alto riesgo” para los empresarios del sector.
En este contexto, Lucía Udaquiola, analista de la firma, realizó un estudio que enciende alarmas considerando los precios actuales de los insumos y las cotizaciones de los granos para la época de cosecha. “En el NOA se generarán quebrantos de 52 dólares por hectárea con soja y de 164 dólares por hectárea en maíz con rindes de tendencia. En el sur de Córdoba los quebrantos alcanzarán a 55 y 72 dólares por hectárea, respectivamente”, señaló.
Según el reporte de la consultora, los rindes de indiferencia para cubrir los costos en la campaña nueva, esto es lo que hay que producir por hectárea para pagar los gastos, son altos. Hay que sacar al menos 32 quintales por hectárea para la soja de primera y 91 quintales en maíz temprano -siembra de fecha de septiembre- en el sur de Córdoba, explicó.
“Estos resultados son menores a los que se podían obtener a principios de junio de este año, gracias a los mejores precios de los granos de ese momento. La distancia es mayor aún cuando la comparación se realiza versus principios de junio de 2023. En esa fecha, todos los márgenes netos y la rentabilidad de los cultivos eran positivos, excepto para el maíz en la zona NOA. Por su parte, los rindes de indiferencia eran más fácilmente alcanzables. La principal causa de esta perspectiva más favorable eran precios de los granos mayores a los que se ofrecen en 2024″, apuntó.
En efecto, considerando esto último, para junio del año pasado el margen neto de soja en campo alquilado en el sur de Córdoba daba 9,3 dólares por hectárea positivo y el maíz 31,4 dólares por hectárea. En cuanto al NOA, a esa fecha de 2023 el margen neto en soja era positivo en 30,5 dólares por hectárea, aunque negativo en 25,7 dólares por hectárea.
AZ Group consideró otra región que es el sur de la provincia de Buenos Aires, con girasol y maíz. Los números por ahora allí son favorables cuando se ve el margen neto. “Solo en el sur de Buenos Aires se obtendrían resultados positivos, con 26 dólares por hectárea para el girasol y 111 para el maíz”, explicó.
Para destacar, según según desprende del reporte, habría un cambio a terreno positivo en los números si eventualmente quitaran por completo las retenciones. “Si se eliminaran convertirían los resultados negativos en positivos. Por ejemplo, en el sur de Córdoba, la soja pasaría de un quebranto de 55 dólares por hectárea a una utilidad de 158 dólares por hectárea; el maíz dejaría de dar un margen neto negativo de 72 dólares por hectárea para pasar a uno positivo de 40 dólares por hectárea”, detalló.
En la Rural Milei dijo: “A su vez, otro dato muy importante: en toda la discusión de la Ley Bases, hubo una presión enorme para coparticipar las retenciones. Sin embargo, nos mantuvimos estoicos; no cedimos un milímetro y las retenciones quedan en poder del Poder Ejecutivo Nacional, de modo tal que sí podrán ser eliminadas. Y ese es mi compromiso”.
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