Los elevados stocks y las proyecciones de buenas cosechas para los principales granos en el ciclo productivo 2016/17 han mantenido los precios deprimidos y por debajo de los picos históricos, pero aún por arriba del promedio de los últimos 15 años. Los elevados ratios de stock/consumo reducen los niveles de volatilidad y especulación, al tiempo que constituyen una barrera difícil de superar para el aumento de precios.
Esta recuperación de inventarios actúa como una suerte de colchón para las malas noticias en materia de cosechas. Salvo una disrupción en la oferta, pareciera que no hay perspectivas de subas dramáticas de precios en el corto plazo. Esta situación se ha visto potenciada por el fortalecimiento del dólar así como por el amesetamiento de la demanda de granos para biocombustibles.
Los niveles de stock/consumo se ubican por sobre el 20% para los principales cultivos, según proyecciones USDA. Aun así, es válido preguntarse si hay alternativas de recuperación de precios. ¿Es lo mismo para trigo, maíz y soja o esta última tiene alguna oportunidad? Prima facie pareciera que la soja puede tener un rebote dentro de un mar de interrogantes.
Aquí, la primera duda está generada por las compras chinas. ¿Hay chances de que la aspiradora del gigante rojo caliente la demanda de soja más allá de las 86/87millones de ton que prevé el USDA?
¿Y qué sucede por el lado de la oferta de soja, donde se estima una producción global de más de 330 millones de toneladas?
Con una previsión de un record de 114 millones de toneladas en los Estados Unidos, los ojos del mercado se posan en el hemisferio sur, donde las proyecciones para Brasil se ubican levemente por sobre los 100 millones de toneladas, mientras que para la Argentina se estiman 57 millones de toneladas. Con semejantes cosechas, manda la incertidumbre climática, que ya juega en el norte.
Más allá del clima, nos queda mirar el contexto local. ¿Guarda la soja un potencial alcista por el lado de la indefinición del área a sembrarse en la Argentina? Un crecimiento de las áreas de maíz y girasol en desmedro de la soja puede alterar la ecuación de precios.
Cabe preguntarse cuanto debería caer la producción de soja local para que la menor oferta impacte en Chicago, donde los stocks americanos solo se proyectan en 10 m de ton. La venta anticipada de semillas de maíz y girasol superó en más de un 40% las de la campaña anterior. ¿Qué pasará con lo que resta vender?
La caída de los precios durante los últimos meses y las condiciones climáticas pueden dar un giro en el cálculo final del área por cultivos. La siembra de la gruesa ya se ha iniciado. La moneda está en el aire.