El efecto dinamizador que genera la cadena del maíz se puede identificar en el valor social y del empleo, ya que tiene uno de los mejores índices de mano de obra generada por superficie: crea 11 puestos de trabajo cada 100 hectáreas cultivadas, mientras otros cultivos producen dos o tres puestos. En total, el complejo maicero emplea a 450.000 personas, el 2,8% del total nacional.
Al potencial maicero se suma su integración con otras cadenas. En Entre Ríos, esto incluye la producción de carne bovina y lácteos, pero fundamentalmente la avícola, tanto de carne como de huevos, que absorben el 82% del maíz que se cosecha en la provincia.
Estas actividades benefician a muchos actores directos e indirectos, tanto empleados de estas cadenas, como transportistas que trasladan los granos, y los sectores relacionados, como combustible y otros. Y en todos los procesos se aplica tecnología, desde el cultivo hasta la maquinaria de cosecha, desde lo genético hasta lo operativo.
El gobierno de Entre Ríos está empeñado en impulsar la producción de maíz. El programa Productor Agropecuario Sustentable Entrerriano (PASE) ha definido una política agropecuaria que busca recuperar los niveles de productividad de las zonas con suelos más erosionados, fomentando la rotación y la implantación de cultivos de servicio. En ese contexto el maíz va a ser muy importante, porque aportará mucha materia orgánica y ayudará a equilibrar el balance de carbono y de nitrógeno.
La provincia puede alcanzar las 500.000 hectáreas cultivadas con maíz en el mediano plazo. La misión es articular entre los sectores público y privado, y generar ventajas comparativas, líneas de financiamiento, mayor cercanía de los acopios a las zonas de producción, de manera tal que el negocio sea rentable tanto para las cadenas que consumen maíz como para los productores, y que de esa manera Entre Ríos pase a ser autosuficiente en cuanto al maíz que demanda.
El sector público ha conformado una Mesa del Maíz Entrerriano, ha presentado un cuadro de situación y un diagnóstico, y ha convocado a todos los sectores: las entidades, los que proveen insumos como semillas o fertilizantes, la cámara de acopiadores, las cadenas que consumen maíz y los productores.
Si generamos las condiciones de financiamiento para la siembra de cultivo, si acercamos el acopio a las zonas donde aún falta, y si el consumo hace una propuesta de mejores condiciones de pago a los productores, vamos a estar en condiciones de promover ese aumento de hectáreas y toneladas que necesita la provincia.
Y esto también fortalecerá una producción agrícola sustentable basada en recuperar suelos, rotar cultivos y producir granos que dejen mayor materia orgánica y que aporten a la balanza de nitrógeno y carbono.
El autor es ministro de Producción, Turismo y Desarrollo de Entre Ríos
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