El año pasado acamparon un mes frente a la Casa de Gobierno de Tucumán; hoy, agrupados en una nueva entidad, Apronor, organizaron una exposición
BURRUYACU, Tucumán.- Justo doscientos años después de que las Provincias Unidas eligieron a Tucumán para declarar la Independencia de la corona española, el Jardín de la República vuelve a ser protagonista de una unión emancipadora: productores norteños que pertenecían a ese grupo batallador de "autoconvocados" nacido en 2008, al calor del rechazo a las retenciones móviles del gobierno de Cristina Kirchner, decidieron dejar de ser parias y organizarse en la Asociación de porductores del Norte (Apronor).
La nueva gremial ya tiene personería jurídica, inscripción en AFIP y, no menos fundamental, la bendición de algunos legisladores, como el diputado Juan Casañas, y de dos o tres grandes productores tucumanos. Alguno de ellos materializó esa venia en recursos económicos y hasta en maquinaria para exponer en la primera Expo Apronor, que pese al calor fue recorrida por un público muy interesado en las novedades tecnológicas. En el logo de la Expo, que el año que viene planea incorporar también una muestra dinámica, hay un productor que levanta el puño sobre su tractor.
Es que los fundadores son esos productores que el año pasado desfilaron de madrugada por la ruta hacia la casa de gobierno provincial, en un rally heterogéneo con fierros de última tecnología mezclados con otros más propios de museo, y que acamparon casi un mes en la Plaza Independencia diciendo que no daban más, en momentos que toda actividad productiva regional estaba en números rojos y el gobierno se obstinaba en no dar marcha atrás con sus políticas, ni siquiera en esas zonas.
"Había un vacío de representación, pero recién pudimos concretar nuestra organización en esa plaza, en medio de una profunda crisis", recuerda Gonzalo Blasco, presidente de Apronor, que hoy congrega a 170 productores. "Los miembros de nuestra comisión son jóvenes y trabajan intensamente en esta asociación. Somos hijos o nietos de colonos, productores medianos de Tucumán y Santiago, más combativos que las asociaciones anteriores, lo que no significa que no podamos trabajar en conjunto".
Lo que entienden por su lema, la "defensa de los productores agropecuarios", no pasa ahora por cortes de ruta, por la reacción, sino por la acción. En esa línea, hoy se encuentran trabajando en dos proyectos diversos. Uno, ante la proximidad de la cosecha gruesa, es la reparación inmediata de la red vial provincial. "Nos apoyan los organismos gubernamentales porque la red vial cumple una función social. Hace dos semanas hicimos un relevamiento ruta por ruta, llamando a productor por productor para que nos dijera el estado de situación de cada tramo. Ahora se va a hacer un bacheo en lo asfaltado y a pasar motoniveladora en los caminos", explica Blasco.
"Es un parche, pero hay productores que no iban a poder enviar la cosecha". Para la solución de fondo, más lejana y compleja, han mantenido varias reuniones con José Cano, el responsable del Plan Belgrano, el programa del gobierno nacional para desarrollar el norte del país.
La otra movida actual de Apronor, sin contar la Expo, es instalar un frigorífico de cerdos cooperativo, en Burruyacu. Hoy hay uno cooperativo que no funciona y uno privado, en el sur provincial. "Tucumán importa US$ 550 millones de carnes y huevos; lo mismo que exporta de limón. No puede ser. Y pagamos unos $ 700 o más por tonelada de maíz que enviamos al puerto. Queremos agregar valor, pero es importante clarificar los mercados. Trabajamos con la Secretaría de Agricultura Familiar, y de paso sumamos a los pequeños productores, con 5 o 10 madres cada uno. Queremos que el maíz no se vaya de la provincia, y si alguna tonelada se tiene que ir, que no valga $ 2000 sino 10.000 pesos", dijo.
Para Blasco, más que la construcción física, "que aunque parezca lo más complicado, es una cuestión de dinero, lo difícil es hacerlo funcionar con cerdos". Así es que hicieron otro relevamiento, que les dio que disponen en conjunto de unas 4000 madres. "Al tener distintos cortes con distintos precios, es una cuestión de oferta y demanda, cada uno va a preocuparse por mejorar la genética", explicó Blasco. Así, por el momento, están capacitando y buscando el terreno, y después vendrá la aprobación ambiental.
La Ramada de Abajo
La Primera Expo Apronor se realizó en La Ramada de Abajo,en el extremo noreste de la provincia. Es la zona límite para la caña. Allí se asentaron muchos españoles que habían ido a la zona y algunos sirio-libaneses, gracias a una colonización realizada por el Banco Hipotecario en las primeras décadas del siglo pasado, cuando loteó en etapas una propiedad de 9000 hectáreas de Julio Cossio Paz. Su bisabuelo, Pedro Gramajo, había prestado la casa en La Ramada en la que vivió San Martín durante un mes.
Esa influencia española permanece a tal punto que uno de los platos fuertes de la Expo Apronor, aparte del asado, era la paella, en pleno Tucumán. Muy buena por cierto.
En esa zona se empezó a cultivar también soja muy tempranamente, en los años ?60. Y, de hecho, dicen los lugareños, allí no solo se realizó la primera Expo Soja hasta 1989, sino que de allí también surgió el primer "rey de la soja", Santiago Colombres Garmendia.
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