Ricardo Fernández Núñez tiene bodegas en Mendoza, España e Italia. También produce en California. Su producción llega al mercado ucraniano mientras trabaja en un proyecto de uva autóctona
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CÓRDOBA.- El grupo vitivinícola Vinos de La Luz, que cuenta con bodegas productoras en Valle de Uco (Mendoza), Ribera del Duero (España), Siena (Italia) y Santa María, en California (Estados Unidos), apuesta también al sector en Ucrania. Su dueño, el cordobés Ricardo Fernández Núñez, hace 25 años que hace negocios en ese país y, desde hace un tiempo, “acompaña” la evolución de ese mercado de vinos con los de su bodega a la vez que trabaja en un proyecto con uva autóctona.
“Todavía no estamos produciendo; dedicamos mucho tiempo a pequeños productores de bodegas chicas que tienen tierras que, en general, recién están empezando a dar sus mejores frutos”, cuenta Fernández Núñez a LA NACION.
Describe que el mercado ucraniano consume, principalmente, vinos de Georgia y Moldavia y, después vienen los internacionales. “Hace muchos años que, con otros negocios, trabajo fuera de la Argentina y eso nos llevó a producir nuestros vinos en otros lugares, además de exportar. Nuestro Callejón del Crimen es el Malbec importado más vendido en El Corte Ingles”, dice.
Vinos de la Luz nació en el Valle de Uco, donde -insiste- empezaron a crecer eligiendo los terroirs; tienen fincas en Altamira, Gualtallary, El Cepillo y Vista Flores. “Mundialmente son las mejores zonas para producir, ponemos el acento en un desarrollo de calidad, en estar cerca del consumidor y en la sustentabilidad que es el camino del vino en el mundo”, apunta Fernández Núñez.
En Mendoza cuentan con 150 hectáreas, las algo más de 50 de Vista Flores son de uvas orgánicas que, insiste, es la tendencia mundial que aprecian los consumidores. Producen un vino “natural, sin sulfitos; es lo que quiere el consumidor premium. Es inversión y paciencia”.
Así es Perlas del Callejón, un vino no intervenido con productos químicos y al que “no le damos tanta madera para que no se encajone; es un proceso de largo aliento avanzar en este segmento”.
El primer destino internacional que eligieron fue la Ribera del Duero: “El mejor ‘barrio español’ para vinos internacionalmente reconocidos por su alta calidad; estamos en proceso de certificación de orgánicos y somos autosuficientes en la generación de energía solar”. Por reglamentación, producen 7000 kilos de uvas Tempranillo por hectárea en las 40 que explotan.
Las cuatro hectáreas de viñas en Val D′orcia y a los pies del Monte Amiata, en la Toscana, impulsaron la instalación de bodega propia en Montalcino, donde producen Sangiovese. En una finca de California producen desde hace unos meses Syrah, que es el único vino que fabrican en una bodega de terceros. “Si va bien con este premium, tendremos bodega propia”, aporta Fernández Núñez.
En total, producen en Mendoza 1,8 millones litros (con marca propia y también para terceros); en España 700.000 litros y en Italia 120.000 litros. Cada bodega tiene un premium top, afirma el empresario; se llaman Illuminado. El Malbec 2015 logró 97 puntos en el World Wine Awards 2019 de la revista inglesa Decanter; fue uno de los mejores 50 vinos del mundo.
La mitad de lo que produce la bodega en Mendoza se exporta; es dueña además de la distribuidora Tres Blasones, importadora de los mejores spirits del mundo. Toda la producción de Italia se vende afuera y la de España destina 30% al exterior, porcentaje que pasará a 50% “en breve”.
Respecto de los planes para Ucrania, Fernández Núñez señala que las nuevas generaciones son las más cercanas al vino: “Mostramos vinos de calidad superior y buenos precios, es un mercado en el que se compite con los georgianos, los italianos, los españoles y los chilenos”.
Afirma que se demandan vinos “buenos” y que la empresa tiene la ventaja de contar con un hub de distribución en España para toda la Unión Europea. “Tenemos todos los vinos en la nave española y en un máximo de 48 horas despachamos”, detalla.
Sobre los vinos argentinos, dice que siguen las tendencias mundiales de producción, como es la certificación de sustentabilidad pero advierte que la “inestabilidad es un problema; para exportar es letal”.
“Invertimos mucho y fuerte, compramos tierras, construimos; pero el que puede venir de afuera no lo hace; nadie entra donde no se puede salir. Hay grupos formidables en el país, pero hay que ser ‘corajudo’ para invertir”, sintetiza.
Historia
El nombre de Fernández Núñez trascendió al inicio de la pandemia porque colaboró con la repatriación de argentinos que quedaron varados en Ucrania; se hizo cargo de ocho pasajes para que llegaran a Madrid; después hizo lo mismo con otros cinco matrimonios que estaban en Kiev en trámites de vientres subrogados, pero los casos seguían. Terminó alquilando un Embraer de 48 plazas para poder moverlos a todos.
El padre del empresario fue diputado nacional en la época de Illia. Cuando él tenía14 años se mudaron a Buenos Aires, donde estudió Derecho. Trabajó en la profesión por dos o tres años, hasta que fundó el Plan de Ahorro Previo, que aún funciona en Argentina para acceder a créditos para comprar autos. Con esa idea, emigró a Europa en los ‘90. Primero se fue a Polonia, donde el negocio funcionó y después lo llevó a Checoslovaquia, Hungría y Ucrania.
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