Primer aumento con Milei: subió seis puntos un indicador y el Estado pasó a llevarse el 65% de la renta de los productores

CÓRDOBA.- La porción de la renta de los productores agropecuarios que queda en manos del Estado [nacional, provincial y municipal] aumentó en marzo pasado respecto a diciembre de 2023: es el 65%, son seis puntos porcentuales más que tres meses atrás. El dato deriva del reporte periódico que realiza la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (Fada), el primero desde que asumió la gestión de Javier Milei. Los principales motivos del alza son el incremento de costos y la caída de precios. Vale recordar que en marzo del año pasado, durante la sequía, era el 79% lo que se llevaba el Estado en sus distintos niveles vía los impuestos.

El índice Fada mide cuánto de la renta agrícola se va en impuestos, lo que implica restarle los costos de producir al valor de esa producción. Por supuesto, si cae el precio o suben los costos, la renta se achica.

“El tema es que los impuestos no se reducen en la misma proporción que la renta, es más, casi que no lo hacen. Es por esto que cuando el valor cae o los costos suben, la participación de los impuestos sobre la renta aumenta”, explicó Nicolle Pisani Claro, economista jefa de Fada. De los impuestos, 95% lo explica el ámbito nacional, 5% las provincias y el resto, los municipios.

El 67% de las cargas no se coparticipan con las provincias. “De aquí se desprende la discusión sobre el federalismo de un esquema en el que la mayor parte de lo recaudado no se reparte aun cuando se trata de una actividad que por definición está en todo el país, arraigada a las distintas regiones”, afirmó Natalia Ariño, economista de Fada.

La entidad puso la lupa por regiones y señaló que en Córdoba la renta de los productores que queda en manos del Estado en sus diferentes niveles es 64,9%; en Buenos Aires 61,9%; en Santa Fe 61,1%; en La Pampa 62,9%; en Entre Ríos 65,4% y en San Luis 59,9%. Los números derivan de rindes, impuestos provinciales y municipales y fletes, un combo con efectos diferenciados sobre cada uno de los cultivos. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, el inmobiliario rural que cobran las provincias registró subas este año de entre 180% a 250%.

Insumos

En cuanto a los costos de los insumos, los fletes se incrementaron 42% en pesos respecto a diciembre; la labor de siembra, 59% y la cosecha, 132%. Si la comparación es con marzo del 2023, los guarismos son 206%, 170% y 260%, respectivamente.

En el caso de la soja, el 49% de los costos de una hectárea está dolarizado; si se considera el costo de la tierra ese nivel salta a 62%. Para el maíz, como los fertilizantes y semillas tienen más peso, la dolarización alcanza a 53% de la estructura (con tierra, 60%).

Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 65%, la participación del Estado en soja es del 68,4%, maíz 57,3%, trigo 83,9% y girasol 54,1%. Aún con mayores niveles de producción tras la recuperación de la sequía, la caída de precios reduce el valor bruto de la producción. En este contexto, con menores precios, costos que se incrementan y actualizaciones de impuestos provinciales y municipales, se genera una presión mayor en la participación del Estado en la renta agrícola.

La mayor baja de precios es para el trigo, el cual a su vez indicó la mayor participación del Estado en la renta. “En este contexto y frente a la próxima campaña fina, los números comienzan a ajustar, considerando que esta caída de precios viene acompañada de incrementos en los insumos y servicios”, indican desde Fada.

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