La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó un crecimiento de la superficie con el cereal en 600.000 hectáreas versus el año pasado; se requiere más lluvias para que se pueda sembrar
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Cuando faltan pocas semanas para que se inicie la siembra de trigo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó hoy, en un informe de precampaña, que la superficie del cereal crecerá en 600.000 hectáreas versus el año pasado, que estuvo afectado por la sequía. Así, treparía a 6.700.000 de hectáreas, un 4,7% por encima del área promedio de las últimas cinco campañas y la segunda, junto con el ciclo 2021/22, de mayor registro de los últimos 22 años (en 2001/02 hubo 7 millones de hectáreas). Vale recordar que en 2022 se perdieron 10 millones de toneladas por la falta de lluvias.
Según la entidad, la expansión del cereal de invierno está determinada por una necesidad de liquidez como consecuencia de los bajos rendimientos registrados durante la campaña 2022/23 y un escenario climático global en transición desde un “Neutral cálido” junto con perspectivas de “El Niño” -que genera precipitaciones por encima de lo normal- durante la próxima primavera.
También lo adjudican a “una baja en los costos de insumos claves para la producción, como fertilizantes y herbicidas”. Esto en un contexto de un favorable escenario de precios para el trigo que “se mantiene por encima del promedio de los últimos cinco años y presenta una mejora relativa frente a la cebada”.
Para la entidad, también se destaca “una mejora de la relación insumo/producto respecto a la campaña pasada, posicionándose como una de las mejores respecto a las últimas campañas”.
No obstante, en la Bolsa de Cereales porteña aclararon que “dicha proyección de superficie queda supeditada a las precipitaciones registradas durante las próximas cinco semanas y la recuperación de las reservas de humedad que permitan concretar los planes de siembra”.
Lluvias
En este sentido, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que hay un 80% de la zona agrícola núcleo que continúa con escasas reservas de humedad y sequía. Esto puede afectar la próxima siembra de trigo, ya que se requieren todavía al menos entre 80 y 120 milímetros para que se puedan llevar adelante las labores.
“El 80% de los suelos de la región núcleo -comprende el sur de Santa Fe, el norte bonaerense y el sudeste cordobés- están en sequía y escasez hídrica: requieren al menos 80 a 120 mm. A un mes de la siembra, hay una señal clara de bajar trigo a pesar de la necesidad financiera que obliga a muchos sembrarlo como sea”, reportó.
En ese marco, Alfredo Elorriaga, experto citado por la BCR, apuntó: “A diez días de finalizar abril, las lluvias en la mayor parte de la región pampeana han alcanzado solo el 10 al 30% de los acumulados promedios históricos mensuales”.
Con este escenario, alertaron que la intención de siembra de trigo podría caer entre un 15% a un 60%. Si bien los colaboradores consultados por la BCR dijeron que para sembrar “faltan lluvias que recarguen el perfil”, la entidad remarcó que “el quebranto económico del sector tras la sequía obliga a muchos a sembrar trigo aún sin disponer del agua mínima requerida en los suelos”.
“Hoy no están dadas las condiciones para sembrar, faltan muchos milímetros para tener condiciones de siembra. Pero las intenciones son de aumentar la superficie triguera. Esto es estrictamente por necesidad financiera; el que pueda elegir, optará por no sembrar”, explicaron desde Arroyo Dulce, provincia de Buenos Aires. En tanto, en el sur santafecino afirmaron que si no cuentan con un 80% de capacidad de campo [lo necesario para implantar] no van a sembrar.
Respecto a las posibilidades de que mejoren las condiciones en el corto y el mediano plazo, Elorriaga explicó: “Por el momento los pronósticos no muestran en el corto plazo sistemas precipitantes que puedan recomponer los valores estadísticos de los primeros veinte días de abril. Sin condicionantes negativos de gran escala y dependiendo de los mecanismos regionales, siempre es posible la presencia de algún evento disruptivo que compense las estadísticas antes de fin de mes. El cambio de tendencia está en marcha pero las soluciones pluviales están llegando más lento de lo esperado”.
La BCR aguarda 23 millones de toneladas en soja y 32 millones de toneladas en maíz. La recolección viene con “fuerte atraso”. Según detallaron, este año se cosechó solo el 50% del área de soja de primera en la región núcleo, cuando el avance en las últimas cinco campañas a esta altura llevaba un promedio del 87%.
“Recién ahora los lotes se están entregando, así que esta semana se va a avanzar firme con la cosecha de soja”, mencionaron en Cañada de Gómez, donde queda un 60% del área por trillar. Los rindes están entre 12 y 15 quintales por hectárea.
En tanto, el extremo sur santafesino y el noroeste bonaerense llevan un avance de cosecha del 15%. En Bombal y en General Pinto los rindes promedios rondan entre 14 y 15 quintales por hectárea. En Marcos Juárez, Córdoba, el rinde promedia los 27 quintales y en Arroyo Dulce tan solo 7. Vale recordar que por la sequía hay mermas del 50% y más en los rendimientos.
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