En la Cámara de Empresarios de Bodegas alertaron por una suba de costos y la caída de las exportaciones; expectativa por una reunión la próxima semana en el Ministerio de Economía
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Tras los anuncios de ayer del ministro de Economía, Sergio Massa, sobre una ayuda de $10.000 millones a los productores vitivinícolas, un eslabón de la cadena se sumó a los reclamos y pedidos al Gobierno. En las últimas horas, la Cámara de Empresarios de Bodegas expresó su preocupación por la situación crítica que afronta el sector frente a las malas proyecciones para este año.
El vicepresidente de la Cámara de Empresarios de Bodegas (CEB), Francisco Do Pico, confirmó a LA NACION que el martes próximo se reunirá en las dependencias de Economía con el secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren; de Agricultura, Juan José Bahillo, y con la posible asistencia de Massa.
Los principales temas que se debatirán serán una posible quita de las retenciones al sector, la excepción de Precios Justos, la solicitud de ayuda financiera y cambios en los protocolos de fabricación. Las peticiones por parte del sector se basan en el aumento de los insumos básicos y costos operativos, con consecuencias directas en las exportaciones, que llevan a incrementos del valor en el mercado y la pérdida de competitividad en el exterior de las bebidas argentinas.
“Llevamos más de un año de caída en las exportaciones; el año pasado descendieron un 10%. No tiene sentido cobrar retenciones a un producto cuyas ventas en el exterior están cayendo y su rentabilidad está en juego”, sostuvo Do Pico. En el último informe de diciembre del Indec, el rubro “Alimentos y Bebidas” registró una caída interanual del 1,5%, con la división de “Vinos” sufriendo la mayor variación con valores negativos del 26,8% en comparación con diciembre de 2021.
Las heladas fueron unos de los principales factores que llevaron a la pérdida del 30-40% de la cosecha esperada para esta vendimia, lo que generó una crisis pronunciada en el sector. “Hay una cantidad de hectáreas afectadas que superan ampliamente los efectos climáticos presentes en los años anteriores. El 80% de la producción está en Mendoza y ahí es donde se produjeron las temperaturas más bajas. Entre 60.000 y 70.000 hectáreas se vieron afectadas de un total de 210.000”, sostuvo Daniel Rada, director del observatorio de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
Ante la prolongación en la caída de la actividad, los costos de los principales insumos, como la uva y el vino genérico, aumentaron. En marzo de 2020, el vino de mesa -el de menor valor, y el que toma el 40% de los argentinos- tenía un costo de $8 y hoy el precio aumentó a $160, una cifra que supera la inflación acumulada de los dos últimos años.
Esta situación fue expuesta en el informe que la CBE envió a los funcionarios, en donde comenta que la materia prima (vinos a granel) en promedio tuvo variaciones anuales del 202%, cifra que aumentaría con las proyecciones de la cosecha de 2023. El resto de los componentes también presentaron incrementos interanuales: las botellas, un 136%; las cajas, 87%, y las paritarias que cerraron, en un 95%.
"No tiene sentido cobrar retenciones a un producto cuyas ventas en el exterior están cayendo y su rentabilidad está en juego"
Francisco Do Pico
En el plano internacional, las bodegas se encuentran en la pelea por mantener precios competitivos. “Desde 2021 el deslizamiento del tipo de cambio oficial no siguió el ritmo de la inflación, lo que generó una pérdida de rentabilidad y afectó principalmente a los vinos económicos”, afirmó Do Pico.
A la vez, existen complicaciones con el ingreso de insumos al país por el nuevo Sistema de Importación de la República Argentina (SIRA). “El corcho, la tinta para la etiqueta, las botellas son lo que conforman el producto y que aumentan en dólares más que la inflación inclusive”, aseguró el director comercial de Grupo Salute, Sebastián Mayo.
En medio de la suba de insumos, la inflación y las trabas a las importaciones de insumos, Rada afirmó: “A los bodegueros no les queda más opción que subir los precios en dólares, lo que hace perder competitividad en el mercado internacional”.
¿El fin de Precios Justos en vinos?
A menos de una semana del relanzamiento de Precios Justos con vigencia hasta el 30 de junio, con casi 2000 productos, entre ellos las marcas de vino blanco Arizu y Termidor y tinto Dolores, La Gran Nacha, Graffigna PC y Termidor, los bodegueros exigieron al Gobierno la salida del convenio económico.
Al estar sujetos al programa, las empresas sostienen que sólo pueden aumentar los precios de góndola hasta un 3,2% mensual, lo que tiene un impacto negativo dado que los costos operativos superan el tope establecido por el Ministerio de Economía en el precio final de los productos.
“A las bodegas no les queda otra que acompañar. Entendemos la necesidad y la urgencia de atender la inflación en la Argentina pero nosotros estamos atravesando una situación excepcionalmente mala con la cosecha del 2023 que se suma a la del año anterior. Por eso le pedimos al Gobierno que nos exceptúen de Precios Justos”, dijo Do Pico.
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