Los meteorólogos mantienen en sus proyecciones para los próximos meses un período de precipitaciones menores que las del promedio con altas temperaturas, lo que podría afectar a los cultivos estivales
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Desde hace varios meses, los servicios meteorológicos de distintos países vienen pronosticando un evento La Niña que, habitualmente, reduce el caudal de lluvias en nuestro país y afecta negativamente a los cultivos. Sin embargo, hasta ahora el fenómeno no se visualizó acabadamente en gran parte de la región pampeana porque las lluvias, si bien fueron menores al promedio histórico, resultaron oportunas. Tuvieron bajo caudales pero fueron frecuentes, lo que permitirá alcanzar rendimientos decorosos en el trigo 2021/22 y está posibilitando un desarrollo cuasi normal del maíz y del girasol implantados.
Es el caso del partido de Pergamino “en el que llovieron 550-580mm en lo que va del año versus los 950 que corresponden a la media histórica, pero sin períodos largos de cero precipitaciones, lo que permitió un desarrollo aceptable de los cultivos”, observa el consultor local Julio Lieutier. En La Niña de 2008, en cambio, hubo 30 días sin lluvias y eso derrumbó la productividad.
¿Significa lo expuesto que los pronósticos formulados en invierno fueron errados y que ocurrirán lluvias normales en lo que resta de la primavera y en el verano? No; hay por delante perspectivas de lluvias erráticas y con caudales menores a los históricos, con posibilidades de que se repita el patrón de precipitaciones de otras campañas con eventos La Niña causados por el enfriamiento del océano Pacífico.
Así, los pronósticos de los meteorólogos coinciden en que la escasez de humedad en la región pampeana se acentuará con el correr del almanaque. Según Leonardo de Benedictis “se han afianzado las condiciones para el desarrollo de un evento La Niña” porque “los principales centros meteorológicos coinciden en que las características del Pacífico central están actuando de manera coincidente con un fenómeno de esa naturaleza”. Las proyecciones también prevén que el enfriamiento se acentuará en los próximos meses, lo que daría como resultado la permanencia de La Niña hasta el otoño de 2022.
Según el meteorólogo, el evento acentuará sus efectos en las próximas semanas, con una distribución errática de la humedad en Sudamérica y aumento de las lluvias en el continente australiano. No obstante, también advierte que habrá que monitorear el comportamiento del océano Atlántico, que podría hacer aportes de humedad en la porción central del país que compensen parte de los efectos negativos de La Niña.
Por su parte, el consultor Eduardo Sierra recuerda que “venimos de una Niña en 2020, tuvimos un invierno de 2021 seco, tras lo cual se recuperaron parcialmente las lluvias en octubre y primera quincena de noviembre”. De ahora en más “aumentará el estrés hídrico, las lluvias tenderían a ser menores al promedio histórico y el mes clave puede ser febrero”, según el especialista.
Los indicadores que maneja Sierra muestran que hay 50% de probabilidad de que el segundo mes del 2022 sea muy seco. “Si no hubiera buenas lluvias en febrero, podría haber muchos recortes en los rendimientos agrícolas porque, en un año normal, los cultivos se recuperan en febrero luego del estrés de enero”, recuerda. No obstante, aclara que con el correr del almanaque se tendrán que monitorear nuevamente los indicadores para ver si la probabilidad del 50% aumenta o disminuye.
En el escenario previsto, las provincias del NOA y el norte de Córdoba serían las menos afectadas, con lluvias normales o superiores a las normales. Por su parte, el NEA y el este del Chaco recibirían lluvias levemente menores a las históricas. El golpe más fuerte lo sufrirían las provincias del centro y este del territorio: sur de Córdoba, Santa Fe, este de Buenos Aires y Entre Ríos, entre otras.
Origen
El evento La Niña tiene como origen principal el enfriamiento del agua superficial del océano Pacífico. Esta anomalía está causada, a su vez por un fortalecimiento de los vientos alisios. Cuando estos vientos se mueven dentro de los parámetros normales, el clima también tiende a la normalidad en el territorio argentino; cuando son leves, el Pacífico se calienta y puede generar condiciones para un evento El Niño.
Las temperaturas proyectadas hasta mediados de diciembre prometen alternancia entre entradas de aire frío y días calurosos. En enero y febrero habrá temperaturas elevadas durante los períodos sin lluvias. Si febrero resultara muy seco, la combinación con altas temperaturas puede convertirse en un soplete para los cultivos.
De concretarse estos pronósticos, cobrarían actualidad las vivencias de un veterano productor acerca de anteriores campañas agrícolas desarrolladas con La Niña como telón de fondo: “Se sembraron bien los granos gruesos en septiembre-octubre (etapa de noviazgo); las plantas emergieron bien y transitaron las primeras etapas casi normalmente durante noviembre (casamiento); luego fallaron las lluvias de enero (primer año de matrimonio llevándose mal, pero soportándolo), tras lo cual ocurrió una fuerte seca en febrero, con importante impacto negativo en los rendimeientos agrícolas (divorcio).
Estrategias productivas
Miguel García Fuentes desarrolla planteos agrícolas en Córdoba desde hace muchos años. Para enfrentar un escenario potencialmente desfavorable por La Niña tomó las siguientes decisiones en la planificación de la campaña de granos gruesos 2021/22. Primero, incorporó al girasol en la rotación, luego de muchos años sin incluirlo, por su mejor performance en años con déficit de humedad.
En soja, buscó sostener los pisos de rinde diversificando las fechas de siembra, los grupos de madurez y las variedades, para que los periodos críticos de necesidad de agua en los que se define el rendimiento se desparramen durante enero, febrero y principios de marzo. También incluyó el uso masivo de variedades Enlist porque, en un año seco, la probabilidad de que algunos herbicidas emergentes funciones bien es baja, porque no se van a poder incorporar. En ese escenario el yuyo colorado podrá desarrollar activamente y esa tecnología permite dominarlo.
En materia comercial, aseguró precios de venta de los granos con las cotizaciones que se ofrecen a término por el 100% de los costos de producción. No avanzó más hasta no saber qué volumen terminará cosechando. “Lo que está gastado, está arbitrado en ventas futuras”, destaca.
El productor Orlando Williams observa que en Entre Ríos la seca es generalizada y está obligando, por ejemplo, a regar los arroces sembrados para conseguir la germinación en una tierra completamente seca.
“Los maíces sembrados temprano -fines de septiembre-principios de octubre- están para florecer y requieren urgentes lluvias. Los que se implantaron tarde tienen las plantas con tres o cuatro hojas y florecerán en Navidad-fin de año, una época en la que llueve poco.
En Tres Arroyos también está pegando fuerte la sequía y la helada del 17 de noviembre afectó a los maíces sembrados temprano. En campos con tosca, sería poco aconsejable sembrar soja en un año con riesgo de La Niña, y Williams prefiere optar por el girasol. Por otro lado, ante el aumento del precio del glifosato y la dificultad para conseguirlo, en muchos campos se lo está reemplazando por desecantes.
Antecedentes
El anticipo de pronósticos de un año Niña permitió a algunos productores elaborar estrategias de anticipación en los planteos. Tanto por el ajuste de las fechas de siembra como por la elección de los cultivos.
El consultor Julio Lieutier dice que, además de la amenaza de La Niña para la primavera y verano, en 2021 hubo otoño e invierno con tendencia a seco en el norte de Buenos Aires. Entonces, ante un perfil sin humedad suficiente para sembrar maíz de primera, sus asesorados pasaron muchos lotes -sobre todo los de menor potencial- a cultivos tardíos, que se implantarán a principios de diciembre con la esperanza de recuperación de lluvias más adelante y que la floración coincida con menores temperaturas.
En esta campaña, en todos los lotes destinados a maíz se sembraron híbridos de probada estabilidad y buen potencial. Por otro lado, “se han hecho algunos retoques en la densidad de siembra, pero se mantiene el esquema de fertilización utilizando dosis de resultado probado en vez de las máximas, y en los lotes con suficiente humedad”, aclara Lieutier.
En soja de primera se aumentó la proporción de variedades de grupo cuatro largo, manteniendo las fechas de siembra históricas en lotes de buena calidad; también se mantuvo la distancia entre surcos y la densidad. En toda la superficie de soja de segunda se sembraron variedades de grupo cuatro largo y la fecha de siembra estará condicionada a la presencia de humedad en el perfil.
La visión académica
Gabriel Espósito, profesor de la Universidad Nacional de Rio Cuarto, efectúa las siguientes recomendaciones prácticas para los agricultores que enfrentan el desafío de producir con un marco climático desfavorable:
- En 2021, se puede aumentar la proporción de siembras tardías de maíz, ajustar la densidad de siembra a los híbridos que se utilizarán y establecer un objetivo de 7000 a 10.000 Kg/ha según el potencial de los ambientes productivos del sur de Córdoba
- Hay que cuidar la nutrición del maíz, aún en un año con limitaciones hídricas. Al cultivo no le deben faltar los nutrientes clave para el arranque –fósforo, azufre y zinc- para asegurar un buen desarrollo del sistema radical
- Para el nitrógeno se puede aplicar un arrancador y luego ver cuán necesaria es una refertilización en estados vegetativos más avanzados, en función de la condición hídrica. La genética debería ser tolerante al estrés, por ejemplo con el carácter Stay green.
- En un año seco, no será conveniente estrechar el espacio entre surcos. Una vez que se ajusta a menos la densidad, el camino correcto sería separar la distancia entre hileras en maíz, por ejemplo, a 70cm en vez de 52- en los casos que sea posible
- En los ambientes más restrictivos, algunos productores abandonaron al maíz y se inclinaron por el sorgo granífero, un cultivo que tiene menos requerimientos hídricos, menor costo de implantación y más flexibilidad para la fertilización
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