Soledad Diez de Tejada (Sociedad Rural Argentina), Sara Gardiol (Carsfe) y Laura Llopi (Coninagro) integran la Mesa de Enlace de Santa Fe con Marcelo Banchi (Federación Agraria Argentina)
- 4 minutos de lectura'
En muchos espacios y conversaciones de la cotidianidad puede surgir el discurso de la igualdad de género y cómo cada vez hay más mujeres que ocupan lugares clave, de poder y toma de decisiones. En ese aspecto, el sector agropecuario no es ajeno a estos cambios sociales, como sucede en la Mesa de Enlace de Santa Fe, que está integrada en este momento mayoritariamente por mujeres, quienes aseguran que no se trata de una cuestión de paridad de género, sino “de animarse” a hacerlo.
Soledad Diez de Tejada es directora de la Sociedad Rural Argentina en esa provincia y representante de la entidad en la Mesa de Enlace local y rescata la capacidad de sus pares: Sara Gardiol, presidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), y Laura Llopi, de la Comisión Asesora Regional Coninagro de Santa Fe. Las tres mujeres integran, junto a Marcelo Banchi, representante de Federación Agraria, la Mesa de Enlace de Santa Fe, provincia clave en cultivos de soja, maíz, trigo, leche y carne, entre otros productos.
“Yo no estoy a favor de la paridad de género y los cupos. Mis compañeras llegaron por capacidad, y yo no soy la única mujer en ocupar un cargo así, es una participación que se va dando de forma natural. Pero ya no es una cuestión de si sos hombre o mujer; si te preparás y tenés la capacidad, los lugares están, pero ninguna entidad se fija si sos hombre o mujer para ocupar el cargo”, dice.
Para la productora y mamá de cinco hijos, se está en una era en la que no todo pasa porque se vote a una mujer o un hombre, sino que tiene que ver con la capacidad de cada uno. “Hay mujeres que han ido a elecciones para presidentas y no las han votado; el mérito propio es lo que se viene. Yo le puse y le pongo garra a todo lo que hago, y siempre me he preparado mucho”, describe la mujer que acompaña desde el principio el proyecto de Nicolás Pino y Marcos Pereda, presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
“Las mujeres trabajamos muchísimo. Así como somos pasionales en la vida lo somos para el trabajo. Tenemos la misma capacidad e inteligencia que los varones, después están las formas en que se maneja”, agrega la productora que se focaliza en demandas al Gobierno.
“Con estos gobiernos que hablan de producción, que siempre toman medidas que van en contra a lo que declaman, tenemos una agenda importante. Yo asumí el viernes y enseguida estábamos con la ley de humedales y la emergencia agropecuaria. En este momento tenemos agenda completa, porque van a querer manotear los dólares del agro y vamos a estar a las sacudidas”, describe.
En el otro lado del teléfono está la presidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), Sara Gardiol, una productora agropecuaria, docente, contadora pública y asesora de empresas familiares del sector, quien a sus 70 años, dice, ha pasado ocho crisis económicas en el país. “El protagonismo de la mujer siempre estuvo y siempre ocuparon tareas de campo, quienes venimos del sector sabemos que nuestras madres siempre estuvieron acompañando a nuestros papás, pero no tomaban las decisiones”, señala.
Gardiol sitúa los movimientos sociales de los años 70 y los 80 como los principales generadores de la transformación social en el mundo, lo que provocó, dice, un cambio de paradigma en las mujeres. “La revolución social se trasladó a las mujeres. Hoy se animan más, pero las circunstancias de la vida te llevan a esto, que es un fenómeno mundial que se ha dado. Pero yo nunca sentí la separación de género, porque siempre existieron aquellas mujeres que son capaces de integrar comisiones directivas”, amplía.
La contadora explica que en su establecimiento producen carne de exportación y que la mesa agropecuaria local está perfectamente equilibrada. “Eso también tiene que ver con la intención de participar, pero que también tienen otras prioridades. Ser presidenta de una institución confederada que pertenece a CRA es un acto de responsabilidad con los otros. Hay que tener una mirada integradora de reconocer los problemas y lo que necesita el otro”, indica.
Por último, Gardiol traza un paralelismo entre la actividad agropecuaria y la vida humana. “El campo representa vida, tiene un proceso genético que luego se transforma en un bien consumido que va a ser transformado en un producto final, todo es un proceso biológico, no hay punto de detención. No tiene tiempos muertos, se produce todos los días y siempre es colaborador con la sociedad”, cierra.
Otras noticias de Género
Encuestas. Las mujeres rechazan más que los hombres al gobierno de Milei: qué impacto electoral puede tener
"No voy a tolerarlo". Republicana pide prohibir el acceso al baño femenino a la primera mujer transgénero que llega al Capitolio
¿Es feriado? California tiene un nuevo día conmemorativo por decisión de Gavin Newsom
- 1
Se vende: un fiscal detectó irregularidades en la inminente subasta de un edificio del INTA y pide evitar “posibles hechos de corrupción administrativa”
- 2
Opinión. Zonas de exclusión: no es el glifosato sino el asfalto el que mata la vida biológica de los suelos
- 3
Recuperación: las exportaciones del principal complejo argentino tocaron en volumen su nivel más alto en cinco años
- 4
Caliente en invierno y fresco en verano, el rancho mantiene su identidad cultural