Según un relevamiento realizado por la Universidad Católica de Santa Fe, la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción provincial, solo se pudo implantar entre el 15 y el 17% de lo proyectado
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Por efecto de la sequía, la siembra de soja en el centro-norte de Santa Fe lleva un retraso de 28 a 30%, con 300.000 hectáreas “no logradas”. Allí se estimó una intención de siembra de 1.000.000 hectáreas, un incremento del 6 % con respecto a lo sembrado en la campaña anterior, que fue de 945.000 hectáreas, pero a la fecha se concretó solo un 15 a un 17% de lo estipulado.
Así surge de un relevamiento y monitoreo semanal realizado por la Universidad Católica de Santa Fe, la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción provincial. “Se observó un tibio inicio de la implantación; comenzó así el ciclo de la oleaginosa, tarea que solo se realizó en lotes que disponían de humedad para la germinación y siempre a la espera de futuras lluvias”, detallaron.
En rigor, remarcaron que el productor continuó analizando un gran interrogante: “Siembro o no siembro”. Esto ante la realidad ambiental y, en particular, la disponibilidad de agua útil en los perfiles de los suelos, como consecuencia de las erráticas y variables precipitaciones.
En lo que refiere al maíz temprano informaron que esta semana “continuaron su crecimiento o desarrollo, de acuerdo a los beneficios de las irregulares lluvias y captaron cada mm de agua caída, según las diferentes áreas”. No obstante, alertaron que ante “la ausencia de precipitaciones, aumento de las horas de sol y consecuente aumento de las temperaturas, aparecieron los primeros síntomas” tales como amarillamiento de hojas, enrollado/acartuchamiento.
Asimismo, explicaron que esto fue consecuencia de “las ultimas heladas registradas que los afectaron en distintos grados, según la etapa fenológica”.
En tanto, respecto a la cosecha de trigo, señaló que “avanzó muy lenta” porque con las precipitaciones de la semana anterior había “condiciones de elevada humedad”. Allí la intención de siembra era de 370.000 hectáreas, pero por falta de humedad en los perfiles se concretaron 321.000 ha.
En lo que refiere a los rendimientos, sostuvieron que “continuaron siendo muy variables”, pero el promedio general es de 18 a 22/22,5 qq/ha. En tanto, los mínimos alcanzaron los 7 y 14 qq/ha, con valores máximos puntuales que lograron los 42 qq/ha y en predios muy excepcionales oscilaron entre 46-48-50 qq/ha.
Por último, explicaron que el girasol avanzó normalmente, sin grandes restricciones, con adecuada humedad en el perfil de los suelos y disponible en la mayoría de los predios. En esa línea, detallaron que el clima acompañó en gran medida el desarrollo del cultivo y favoreció su evolución. Las precipitaciones registradas mantuvieron su estado. Se observó estado muy bueno, con lotes puntuales excelentes en un 95 % de ellos, bueno en un 3% y regular en un 2% del total del área implantada.
La oposición pidió al Gobierno que se decrete la emergencia agropecuaria
Frente a este escenario que se repite en gran parte de las zonas productivas del país, la Mesa Agropecuaria de la Coalición Cívica ARI le envió una carta al secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, para pedirle que dicte la emergencia agropecuaria.
“Solicitamos a usted adherir de manera urgente a las emergencias agropecuarias que las distintas provincias van dictando a raíz de la sequía y a las heladas tardías que están provocando un fuerte daño en las economías de las diferentes provincias, para que, de esta manera, los productores damnificados puedan acceder a los beneficios que otorga la Ley de Emergencia Nacional N°26509 del año 2009″, pidieron.
En ese sentido, indicaron que la sequía de los últimos meses y las heladas provocaron daños en miles de hectáreas, afectaron la producción láctea y ganadera, “provocando una fuerte reducción en la producción y pérdidas económicas a muchos productores agropecuarios de diferentes zonas del país”.
Asimismo, pidieron “responsabilidad política” y solicitaron que las autoridades “tomen una dimensión real sobre los efectos que tendrá esta sequía catastrófica, ya que inevitablemente afectará a la economía del país, mermando la recaudación del Estado en todos sus órdenes”
También le pidieron al Gobierno que, frente a la pérdida de ingresos que la sequía provocará, “sean responsables, eficientes y transparentes al momento de tomar las decisiones con respecto al gasto público”.
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