En base a la cosecha actual, impactada por la sequía, serán unos US$135 millones que se destinarán a los molinos que participan de un fondo de compensación
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El Gobierno resolvió seguir sosteniendo un fondo para subsidiar la harina que llega a las panaderías con el destino de hasta el 1,3% de lo recaudado con las retenciones a la soja. La medida estará en vigencia hasta el 31 de diciembre próximo y significará el uso de unos US$135 millones, considerando lo que se obtendrá de producción y exportación con la actual cosecha marcada por la sequía.
En marzo del año pasado, el Gobierno subió dos puntos las retenciones a la harina y el aceite de soja, de 31 a 33%, para crear el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). Lo hizo para recaudar unos US$400 millones para subsidiar varias categorías de la harina. La excusa que puso en ese momento, con el exsecretario de Comercio Roberto Feletti como creador de esa iniciativa, era que se quería evitar la suba del producto tras la invasión de Rusia a Ucrania, países que representan el 28% del comercio global del trigo. El subsidio no evitó que los precios igual subieran y que incluso el consumidor pague el pan más caro.
El fondo despertó una fuerte polémica en el campo y las cámaras molineras que, si bien lo rechazaron, dejaron que sus empresas de manera individual decidieran si querían sumarse o no. Luciano Bugallo, diputado bonaerense de la Coalición Cívica, terminó impulsando una denuncia en la Justicia contra ese mecanismo y un pedido de investigación a Feletti, además de que puso la lupa sobre la firma Molino Cañuelas, que no obstante se desligó del asunto.
Como publicó LA NACION en mayo pasado, al Gobierno le quedaban poco más de 28.500 millones de pesos para usar con el FETA, que había quedado reducido a la harina triple 000. Se estimaba que eso iba a alcanzar para hacer pagos a más de una veintena de molinos hasta el mes próximo. Antes, en diciembre pasado, con el regreso de las retenciones a la harina y el aceite al 31% inicial se había abierto un interrogante sobre el futuro del fondo, que siguió operando con lo que ya tenía.
Ahora, el Gobierno, a través del decreto 288, que lleva la firma de todos los ministros menos de Sergio Massa que se encuentra en China, dispuso el destino de hasta el 1,3% de lo recaudado por las retenciones a la harina, el aceite y el pellets de soja para solventar ese mecanismo.
“Destínase al Fondo Fiduciario Público denominado “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”, creado por el Decreto N° 132 del 19 de marzo de 2022, un importe equivalente en hasta uno como tres puntos porcentuales de la alícuota del derecho de exportación de las mercaderías alcanzadas por las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.) 2304.00.10, 1507.10.00, 2302.50.00, 1507.90.11, 1507.90.90 y 2308.00.00, en todos los casos que contengan soja”, señala el decreto presidencial.
“Facúltase al Ministerio de Economía a establecer los puntos porcentuales de la alícuota del derecho de exportación de las mencionadas mercaderías a destinarse al Fondo Fiduciario Público denominado “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”, de acuerdo con lo establecido en el artículo 1°”, agrega el decreto. Luego indica que estará en vigor hasta el 31 de diciembre próximo.
Según distintas previsiones, este año, con una cosecha de soja que tendrá no más de 21 millones de toneladas, una merma de más del 50% versus el año pasado por la sequía, el hasta 1,3% de recaudación representará unos US$135 millones. Otras fuentes lo calcularon en 120 millones de dólares.
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