En la industria pesquera hay preocupación por la captura de 140 toneladas de la codiciada merluza negra que, presuntamente sin autorización, habría realizado el buque Tain An, ligado a la empresa Prodesur SA, de Liu Zhijiang
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Un gran operativo comenzó a observarse desde muy temprano en el puerto de Ushuaia luego de que se conociera la llegada del barco Tai An, que pertenece a la firma Prodesur SA y que estaba realizando desde mediados de febrero pasado captura supuestamente ilegal de merluza negra. Este producto está protegido con controles de cuotas y permisos exhaustivos no solo a nivel nacional, sino a nivel internacional. El escándalo se desató después de que la industria recibiera información de los clientes internacionales por los productos que ofrecía el barco pesquero con bandera argentina. El hecho fue denunciado en la Secretaría de Agricultura, la Subsecretaría de Pesca y la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera. La situación preocupa a los empresarios luego del cambio que se propuso del Régimen Federal Pesquero en el proyecto de la ley ómnibus.
El origen del conflicto que viene de febrero, derivó en una ola de renuncias en el Gobierno en las últimas horas, cuando un importador consultó con las únicas tres firmas argentinas que trabajan con el producto si se había autorizado a una nueva empresa a realizar la captura de la merluza negra, ya que se estaba ofreciendo esta captura del barco Tai An. “Nuestros propios clientes nos preguntaron si el barco era confiable, mandaron fotos de los productos que les estaban ofreciendo. Con esa evidencia fuimos a la Subsecretaria de Pesca”, contó un empresario a este medio, quien pidió reserva de su identidad.
En la Argentina solo hay tres empresas autorizadas a hacer estas capturas: son Argenova SA, Estremar S.A.U. y Pesantar, quienes están en la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina [Capeca], entidad presidida por Eduardo Boiero.
En esta cámara denunciaron ante la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera la situación. El 10 de febrero pasado, alertados por la presencia del Tai An comenzaron a hacer el rastreo satelital del barco que por entonces estaba pescando al lado de los buques que sí están autorizados a hacer estas capturas.
Sucede que la merluza negra está protegida bajo un sistema de cuotas que fija el Consejo Federal Pesquero [CFP] mediante un régimen de Cuotas Individuales Transferibles de Capturas [CITC] que tienen tres barcos en la Argentina pertenecientes a las empresas nacionales mencionadas.
Además, esta especie es una de las cuatro que se preserva no solo a nivel nacional, sino también internacional. Los barcos, además de los permisos de pesca nacional correspondientes, tienen que tener una cuota asignada para poder hacer las capturas. “La merluza negra es muy exclusiva y tiene un sistema de fiscalización muy estricto, por lo que tiene que tener un certificado de captura legal para su comercialización”, dijeron empresarios consultados por este medio.
El Tai An pertenece a la firma Prodesur SA, cuyo propietario es Liu Zhijiang, un empresario de Ushuaia que no tiene cuota asignada para estos productos. Sin embargo, había comenzado a ofrecer en el mercado internacional 140 toneladas capturadas. De acuerdo con los documentos que pudo observar LA NACION, habría capturado el equivalente a 94.333 kilos procesados y 41.105 kilos de cabeza y cola. Esto estaría por descargarse mañana en el puerto de Ushuaia.
Los barcos por fuera de las firmas mencionadas, que no tienen una cuota asignada, solo pueden hacer capturas by catch, es decir, por captura accesoria, incidental o accidental, con límite por marea ya que el objetivo no es este. La merluza negra tiene un historial de casos emblemáticos de persecución y hundimientos de barcos a nivel internacional por hacer este tipo de “tropelía”. Los empresarios cuentan que el producto argentino tiene una cuota muy bien conceptuada, respaldada por el estricto control al que se someten.
Boiero dijo que pidieron a la autoridad de aplicación la máxima sanción al barco y que se decomise la mercadería. Fueron a pedir que se solucione el problema en el Consejo. “En este caso, el subsecretario se encuentra incapacitado para poder tomar decisiones que en realidad las toma el Consejo Federal Pesquero, falta la pata más importante para la toma de decisiones importantes”, observó. Juan Antonio López Cazorla es el subsecretario de Pesca, dependiente de la Secretaría de Agricultura, a cargo de Fernando Vilella, quien le habría ordenado al buque que se retire de la zona donde se realiza este tipo de pesca, en lugar de hacer volver el barco a puerto, según reconstruyeron en la actividad.
Cuando los buques llegan a puerto son fiscalizados por una comisión que verifica la pesca para rectificar el tema de los juveniles. Estos especímenes se capturan adultos a partir de los 1000 metros de profundidad del mar en un área estrictamente señalada. Generalmente, su tamaño es similar al de una personal adulta: algunos pueden llegar a pesar 150 kilos. “Es como un ser humano de tamaño, mientras que un juvenil es como un pescado de una pescadería, es chiquito. Los juveniles tienen muchas restricciones, ya que la merluza juvenil pesa 3,5 kilos, esto no está permitido. Es una especie protegida mundialmente y se ve siempre con una mirada desde el punto de vista ambiental”, explicaron los empresarios.
Las fotos que tienen en el sector hasta ahora darían cuenta que la captura que habría realizado el Tai An se trata de una captura de juveniles, es decir, una merluza que ronda los 3,5 kilos. En este caso, dijeron, les llama la atención la libertad con que se manejó el empresario.
Todos los barcos tienen una captura máxima permisible de 3700 toneladas que se transforman en menos toneladas una vez que el producto se procesa en tierra. Cada kilo procesado [sin cabeza y sin cola] cuesta 25 dólares. Ahora, con este caso, la industria tendrá que reducir la captura del Tai An de la cuota total que tienen otorgadas sus barcos. “Nos va a generar un perjuicio económico importante”, completaron.
El barco zarpó originalmente con una red de fondo para pescar merluza negra considerada la profundidad permitida, y no por las tonelada by catch. “Estos hechos dañan al sector, sobre todo viniendo del cambio que se quería hacer del Régimen Federal Pesquero. Esto es totalmente anormal, no recuerdo un hecho de estas características que haya pasado jamás, es sumamente grave. Y todas las cuestiones políticas empañan la situación”, sintetizó el empresario.
Para mañana se espera que en el puerto de Ushuaia el Tai An descargue el total de la merluza negra capturada; se prevé que se realice con la presencia de Cazorla. “La cantidad de pescado chico que trae es alarmante”, señalaron en el sector.
Por último, Boiero resaltó la necesidad de conformar el Consejo Federal Pesquero para impedir que esto suceda: “Es esencial que esté en funcionamiento para verificar las condiciones de seguimiento”. Si bien están nombrados los representantes provinciales, todavía no están designados los nacionales, por tanto, no hay quórum y no pueden dar seguimiento a las cuotas y controles correspondientes.
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