La oferta de carne vacuna podría crecer en el corto plazo -en un contexto de subas de precios al público- debido a la medida dispuesta hoy por el Gobierno de bajar de 300 kilos a 250/260 kilos, según el rinde, el peso mínimo para la faena de hembras.
Esa es una de las conclusiones de diversos especialistas consultados, que no obstante precisan que tras ese efecto inicial de mayor oferta luego habrá una estabilización. La medida también es vista como un elemento que ayudará a mejorar la rentabilidad de los criadores, si bien hay polémica entre diferentes actores de la cadena con visiones encontradas sobre si había que modificar o no el peso mínimo de faena, vigente desde 2005.
Con la resolución 74/2019 publicada en el Boletín Oficial, el secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, mantuvo el peso mínimo de faena para los machos en 300 kilos de peso vivo. En rigor, no se podrán faenar machos cuyo peso res con hueso sea inferior a 165 kg (se mantienen los 300 kilos vivo), en tanto que para las hembras la restricción estará en no menos de 140 kg (unos 250/260 kg vivo según el rinde). La medida entrará en vigor a partir del 15 de abril próximo.
La decisión despertó opiniones a favor en entidades como la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) y la Sociedad Rural Argentina (SRA), pero también críticas en sectores de la cadena como la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC) y la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).
Para Matías de Velazco, presidente de Carbap, va a producirse un aumento en la oferta de carne en esta primera etapa porque se comercializarán las hembras retenidas entre los 250 kg y los 300 kilos. Pero aclaró: "Luego, el mercado va a tender a estabilizarse".
En este contexto, Daniel Pelegrina, presidente de la SRA, señaló: "A cortísimo plazo va a tener un efecto positivo porque muchas terneras van a salir antes. A largo plazo la medida va a tener un efecto neutro si es que no viene acompañada de incentivos para la exportación del novillo pesado. Lo que tiene que ocurrir para mejorar la oferta de manera sostenible es que se produzca más y esa mayor producción se va a ir dando en la medida en que aparezcan estímulos concretos que mejoren la oferta para la exportación y también para el consumo interno".
Víctor Tonelli, consultor de ganados y carnes, consideró a la medida "razonable" para mejorar el ingreso económico de los criadores. Y añadió en relación a la oferta: "Pero también me parece que esta discusión no tiene mucho sentido en términos de importancia: suponiendo que serían dos millones de terneras por 15 kilos res, son unas 30 mil toneladas, lo que significa menos del 1% de lo que se produjo el año pasado. En el corto plazo ayudará a recuperar la oferta, pero insisto, cuando uno pone este tema en la balanza hay cuestiones más importantes para discutir en el sector".
En tanto, Juan Eiras, presidente de la CAF, consideró que el aumento de la oferta será "ficticio" y que el balance del año será de "menor producción".
Como informó LA NACION hace diez días, Etchevehere había admitido la posibilidad de cambios en el peso mínimo de faena de las hembras. Según explicaron desde la cartera agroindustrial sobre los motivos de la medida, la reglamentación considera que la producción ganadera, por razones biológicas, en la conversión de alimentos a carne es menos eficiente en las hembras que en los machos.
"Hay zonas de la Argentina que por la manera del sistema productivo hacen inviable la terminación de las hembras en los tiempos y manejos productivos que los machos para alcanzar el mismo peso. Es por ello que fue pertinente esta medida para que la producción de hembras encuentre oportunidades de abastecimiento de los mercados en condiciones económicas razonables", dijo Etchevehere.
Polémica de larga data
La resolución estuvo precedida de una polémica entre diversos actores de la cadena, disputa que sigue abierta. Hay claramente posiciones a favor y en contra.
Carbap, que había pedido la eliminación del peso mínimo de faena, señaló que la medida conocida hoy "viene a mejorar el escenario ganadero".
"Esta decisión otorga un poco de justicia en un intento de terminar con esa transferencia de rentabilidad en donde el productor es el más débil de la cadena siendo siempre el origen de todo", explicó De Velazco.
"Carbap pidió hace un año una baja en la caución [penalidad] de los animales que estaban por debajo del peso mínimo. Logramos esa mejora y esto es un aliciente más, pero es un proceso que se va dando por etapas. El objetivo final es la eliminación de la regulación del Estado que no te tiene que decir cuánto tenés que producir con tu bien. Y esto forma parte de algo más complejo: de un cambio cultural que tiene que ir de la mano del retiro del Estado sobre la regulación en la actividad privada", reflexionó el presidente de la entidad.
En este contexto, Pelegrina opinó: "Nos parece que la resolución va en el sentido correcto. Desde nuestra entidad abogamos por la ausencia total de restricciones o intervenciones del Estado en este tema porque creemos que el mercado debe encontrar su equilibrio por sí solo. Sin dudas se trata de una medida que será bien recibida por el criador ya que podrá percibir un mejor precio para sus terneras".
Voces en contra
Por su parte, Juan Eiras, presidente de la CAF, fustigó la fecha de entrada de la medida (el 15 de abril) y pidió modificarla para principios de julio próximo.
"Había cuatro caminos posibles: modificar para más kilos, dejarlo igual, bajarlo o eliminarlo. Nos encontramos con dos sorpresas importantes: la primera es que siempre hablamos de 30 kilos de quita en el caso de que se redujera el peso de la hembra y lo que se ha rebajado son 55 kilos. No es una baja de 300 kilos a 270, sino que es una disminución de 300 a 245 kilos, lo que nos parece una exageración", indicó.
"Esta es una medida que lleva 13 años de vigencia y que en los últimos tres años este Gobierno y este secretario [por Luis Miguel Etchevehere] nos ha condicionado a producir más kilos, a recriar y a producir animales más pesados. No se le puede pedir al recriador que en 45 días se desprenda de toda la hacienda que ya no va a encuadrar en la normativa: esto significa millones de pesos de pérdida para los trabajadores", subrayó.
Eiras explicó que tanto abril como mayo son meses de encierre de ternera liviana para el engorde. Al respecto, insistió en que desde la cámara han solicitado a la Secretaría de Agroindustria que la medida entre en vigencia en julio para lograr que "armónicamente los feedlots puedan liquidar las hembras".
"Con esta fecha del 15 de abril el daño es importantísimo: apelamos a que se dé una prórroga a la entrada en vigencia", remarcó.
Para el titular de la CAF, la medida generará una "oferta ficticia", porque "el balance del año va a ser de menor producción; generará una oferta que va a afectar los precios de todos los productos que se comercialicen, y que además condicionará el precio del criador que recibirá por su ternero de invernada un menor precio en relación al valor del gordo".
En esta línea, Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC de exportadores de carnes, calificó de "arbitraria" a la medida y apuntó que las consecuencias inmediatas "van a ser menos producción de carne en la Argentina cuando todos los países competidores incentivan y tratan de recuperar en kilos su stock ganadero".
"Atenta fundamentalmente contra la transparencia del mercado y favorece la evasión que hoy alcanza niveles alarmantes. Vamos a tener una media res de 70 kg cuando el resto de los países ni se imaginan faenar animales con este peso", afirmó.
Ravettino explicó que fueron consultados sobre este tema por Etchevehere. "Les hicimos saber nuestra posición, quedamos en volver a hablar pero lamentablemente se tomó la medida de manera inconsulta, una decisión que favorece y representa la defensa de intereses particulares en desmedro de lo que pide toda la cadena de ganados y carnes", remarcó.
En tanto, la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) consideró "irresponsable" a la decisión oficial.
"Con una faena de hembras del 48% en febrero, luego de cinco meses de faenas por encima del 45%, la liquidación de vientres ya es un hecho. En este contexto, y sin consulta con todos los actores de la cadena, parece temerario y hasta irresponsable que la Secretaría de Agroindustria resuelva bajar el peso de faena de hembras para que algunos, muy pocos, hagan un negocio financiero con la vaquillona cada vez más liviana a expensas del resto de la cadena", explicó la entidad.
Y agregó: "Con el rumbo de políticas que está adoptando Agroindustria, la pretensión del presidente Macri de que la Argentina se convierta en el supermercado del mundo se va a dar de bruces con una realidad insoslayable: menos hembras y cada vez más livianas equivalen a menos kilos de carne en el futuro".
Para Ciccra, con la mayor faena de hembras y la reciente medida oficial habrá un faltante de 500.000 terneros en 2020.
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