Además de trabar la actividad de los exportadores y frenar el ingreso de divisas, el paro en los puertos cerealeros que están llevando adelante dos gremios está generando trastornos a los productores en plena cosecha de cebada y trigo que necesitan mandar la mercadería a las terminales. Ocurre, además, en medio de pérdidas que hora tras hora se acrecientan con buques que no pueden cargar y hay plantas paradas para industrializar soja. En el sector industrial ya estiman en más de US$200 millones las pérdidas por la medida de fuerza.
Los sindicatos les reclaman a los exportadores una mejora salarial. Los exportadores dicen que ya otorgaron un 25% al inicio de la pandemia, que dieron a conocer su disposición a una revisión en función de la inflación del Indec y asegurar una paritaria hasta agosto de 2021. Sin embargo, los puentes entre ambos sectores están rotos y las conciliaciones obligatorias vencidas.
Mientras esa disputa crece, y el Gobierno no interviene, la situación está impactando de lleno en los productores que están cosechando trigo y cebada por el envío de mercadería a los puertos que no puede ser descargada.
"Mandamos cinco camiones el martes a Bahía Blanca para descargar el miércoles y, ahora, estamos evaluando si los hacemos volver", contó a LA NACION un productor de la zona de General Villegas, en el oeste bonaerense.
Este productor señaló que envió el equivalente a 160 toneladas de cebada para un exportador que necesitaba embarcarla.
"En plena cosecha, en el momento pico, el Gobierno no mueve (con respecto a una solución)", indicó el productor, que prefirió no dar a conocer su nombre.
"La gente está tratando de embolsar; en mi caso, si no hay una decisión voy a traer de vuelta los camiones", apuntó el productor.
Ante una consulta, Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), alertó sobre el impacto de la medida de fuerza.
"La falta de actividad en los puertos cerealeros como consecuencia del paro decretado por los gremios está generando graves consecuencias a toda la cadena y en particular a los productores que se encuentran en plena cosecha de trigo y cebada. Es imperioso que la medida de fuerza cese lo antes posible y que el Gobierno tome cartas en el asunto para destrabar la operación de una actividad que es esencial para la exportación y la generación de empleo y divisas para el país. La grave crisis sanitaria y económica que vive el país hace que se deba priorizar el normal desarrollo de las actividades productivas que contribuirán a la recuperación de nuestro país", expresó el presidente de la SRA.
Fernando Rivara, presidente de la Federación de Acopiadores de Granos, señaló que la medida de fuerza genera "un problema logístico y financiero". Logístico por las dificultades del traslado y financiero porque no se puede concretar la entrega y cobro de mercadería.
El conflicto que ya roza a los mismos productores está generando discusiones con los exportadores por los costos que genera el no poder cargarse la mercadería. "Estamos discutiendo con ellos porque no es un problema generado por nosotros", apuntó el productor consultado de General Villegas. En Bahía Blanca hay exportadores que decidieron pagar ellos mismos los fletes para que los camiones regresen a sus lugares de origen.
"Está trayendo complicaciones sobre todo en la organización en plena cosecha de trigo y cebada; está generando costos multimillonarios en dólares para los productores y el país. Un barco que está a la espera de la carga puede estar costando de 15.000 a 20.000 dólares el día de estadía. Es pérdida que se traslada (a los productores)", señaló Pablo Ginetest, prosecretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
"Algunos productores que tienen camiones en los puertos los están haciendo volver o desviando a plantas de silo de acopio porque no pueden descargar. Ojalá las partes lleguen a un acuerdo para resolver esto rápidamente, si no el Gobierno debería intervenir y tomar las medidas que hagan que las partes acuerden", agregó.
Pérdidas millonarias
Según alertan en el sector, con el correr de las horas se acrecientan las pérdidas y los trastornos. "Los buques afectados por el conflicto quedan demorados y no pueden ser cargados. El costo diario, en concepto de fletes, puede oscilar entre US$15.000 y US$25.000 por día por buque", dijeron en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Hay expertos que sostienen que en una planta de industrialización de soja parada, además, se pierden US$10 la tonelada el día de paralización. "Si la planta es de 12.000 toneladas por día, el costo de paralización diario es de 120.000 dólares", ejemplificó una fuente consultada.
"Aunque se encuentre una rápida solución al conflicto, la carga de estos buques llevará algunos días realizar. En consecuencia, las pérdidas serán mayores a las estimadas con multas adicionales por posibles incumplimientos contractuales", precisaron en la BCR. En el caso de las industrias hay riesgo de default de contratos.
Por otra parte, mermó de manera considerable el ingreso de camiones a las terminales, de 3300 unidades el miércoles pasado a 1100 hoy, dijeron exportadores.
Urgara y Ftciodyara expresaron que decidieron seguir la medida porque no hubo "ningún ofrecimiento de la parte de las multinacionales portuarias".
"Es urgente que recapaciten y reconozcan la labor de los miles de trabajadores que ven como su salario se erosiona día a día, cuando el aumento paritario lleva más de 5 meses de atraso", afirmaron.
Por su parte, otro gremio, Soesa San Lorenzo, en Santa Fe, decidió seguir un paro en las "empresas aceiteras del Departamento San Lorenzo" y evaluar la continuidad de la medida de fuerza mañana.
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