Referentes de la actividad plantearon que existe mucha intranquilidad por lo que pueda suceder con una macroeconomía muy crítica; expectativa por el gobierno de Javier Milei
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Tras la asunción de Javier Milei, las expectativas en los distintos sectores de la economía son enormes, sobre todo en aquellos que venían atravesando una crisis en su actividad. Una de ellas es la tambera que, además de padecer una feroz sequía que obligó a los productores a reforzar la cuestión alimentaria en sus rodeos, las políticas económicas del anterior gobierno, con sus dólares agro y los programas de precios, llevó a que la relación de valores entre la leche y los costos les fuera muy desfavorables. Tal es así que muchos debieron reducir sus rodeos para financiarse, mandando a faena cientos de vacas aun productivas, incluso muchos tambos cerraron.
Saben que el escenario que enfrenta el presidente no es el mejor, aun así tienen, a nivel macro y a largo plazo, “expectativas positivas”. Si bien ven en el horizonte una luz al final del túnel, hay muchísima preocupación en el corto plazo. Así lo describió Guillermina Mas, productora y presidente de la Cámara de Productores de Leche Cuenca Oeste (Caprelecoba).
“Nuestra realidad tambera sigue siendo difícil y sabemos que, lejos de mejorar, será aún más crítica en el corto plazo. Pero es híper necesario para la cadena que el nuevo Gobierno apunte a mercados sin tantas trabas. Tenemos entendido que la suspensión de los derechos de exportación van a seguir en cero. Pero necesitamos que la brecha cambiaria se termine, que haya un tipo de cambio único y competitivo. Entendemos que este Gobierno va en esta dirección. Sabemos que no va a ser ni hoy ni mañana, que va a haber un periodo precisamente corto de tiempo donde no va a haber un único tipo de cambio, pero creemos que el tipo de cambio oficial va a ser más alto y lo importante es que el dólar oficial y el exportador van a estar más alineados. Eso para la cadena es sano”, remarcó a LA NACION.
“La cuestión ahora es que tenemos un bache por el ajuste de precios relativos, donde los costos nos pegan en 24 horas y nuestro nuevo precio llega con un rezago que pueden ser de hasta seis meses. Esto depende del clima, de la oferta y demanda, de los precios en el mercado externo que hoy no son los mejores. En la medida en que el poder de compra de la industria crezca se va a empezar a reflejar en la tranquera de campo. Sabemos que este Gobierno quiere abrir la economía para la cadena de lácteos y la salida de la actividad es por el lado de la exportación. Eso es una buena noticia y lo festejamos. Por suerte el programa de Precios Justos ya no existe y ahora va a mandar el poder de compra del consumidor”, agregó.
Con este panorama señaló que se vienen para la actividad próximos meses muy difíciles en términos de rentabilidad, porque si bien el precio va a ir respondiendo, esto no sucederá de manera inmediata. “Ya pasó el último trimestre, veníamos con aumentos muy por atrás de la inflación, con ese tipo de cambio exportador y, luego la quita de los derechos de exportación a la cadena láctea a cero, empezó a mover ya alineándose a la inflación”, detalló.
En rigor, en el dato de noviembre pasado publicado ayer por el Siglea [refleja los valores pagados por la industria] el litro de leche tuvo un aumento del 15%. Hoy se paga el litro de leche en tranquera $150. “Si uno toma el tipo de cambio futuro, el precio del maíz a futuro, el valor del litro de leche a febrero va a estar llegando a $300. Eso es lo que pretendemos aunque sabemos que demora unos meses. Por eso nuestra principal preocupación, chicos, medianos o grandes, los productores vamos a necesitar financiación equivalente a una liquidación, es decir, un mes de leche, y sabemos que es muy difícil. Esa financiación va a tener que salir del sector privado, va a tener que salir de la cadena, por eso lo vemos difícil. Está claro el mensaje del Gobierno que dinero no hay y tampoco es que nosotros le estamos pidiendo un auxilio. Pero ponemos nuestra preocupación arriba de la mesa”, explicó Mas.
En esa línea, Ignacio Kovarsky, secretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), coincidió que el tema de la brecha es una cuestión fundamental para la actividad: “El camino es ir hacia la transparencia y la estabilidad. Pero en ese proceso va a ser muy doloroso y muchos tamberos probablemente quedemos en el camino. Porque no creo que puedan articular lo suficientemente bien para que la velocidad de ajuste del precio al productor sea la misma que sus costos. Fíjate hoy se desregularizó el programa de Precios Cuidados y la industria automáticamente subió los precios de la leche y otros productos pero eso no quiere decir que la industria lo traslada al productor rápidamente. Siempre los extremos son complicados, el que entrega sin saber y el consumidor son a quienes más les pega”.
La titular de Caprelecoba contó que la entidad ya mantuvo conversaciones informales con funcionarios del equipo de la cartera de Bioeconomía, a quienes le compartieron su alineación de largo plazo, aunque le comentaron de su principal intranquilidad.
“Le dijimos que nuestra preocupación está en el cortísimo plazo, en la necesidad real de financiamiento, para que tomen nota. La idea es que no queden más productores en el camino. El objetivo es pasar el corto [plazo], el verano. La producción tiene potencial para crecer, hoy nuestro margen está muy desequilibrado, ya viene muy erosionado, muy volteados. Estamos empezando este ajuste de precios relativos, sin caja, porque venimos descapitalizándonos. Si logramos acomodarnos, vemos una luz al final, obviamente tienen que salir las cosas medianamente bien. Deben alinearse los planetas”, enfatizó.
“Aspiramos a tener un diálogo abierto con Sebastián Alconada, nuevo director de Lechería. Ya hemos trabajado previamente y justamente uno de los pedidos fue diálogo abierto entre Gobierno y entidades y tienen toda la disponibilidad para que eso pase. Estamos alineados con el eje del Gobierno, sabiendo que recién en el largo plazo y de manera gradual vendrán las políticas que prometieron en campaña pues necesitan equilibrio fiscal”, agregó.
En el mismo sentido, Kovarsky dijo que en una reunión con Fernando Vilella y su equipo, antes de asumir, el secretario de Bioeconomía les prometió que de manera rápida y urgente iba a articular para sacar todas las trabas burocráticas y demás cuestiones que insumen costos de comercialización. “Eso entendemos que va a ser de manera urgente y es de las cosas que prometieron articular rápido”, cerró.
Por último, Eduardo García Maritano, de la Mesa de Lechería de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), destacó que le acercaron a los funcionarios de la cartera y pusieron a disposición el plan lechero de la entidad “que tiene la conformación de mercados (comerciales o institucionalizados) con reglas de juego claras”.
“Cuando nos juntamos con el secretario de Bioeconomía, antes de que asuma, le dijimos que para CRA el sector lechero debía manejarse así: dentro de la ley todo, fuera de la ley nada. Si no hay reglas de juego comerciales, se llevan puesto a los tambos, peor de lo que se lo van a llevar. Necesitamos generar precios de referencia representativos para ajustar transacciones porque estamos convencidos que desde los precios se ajustan los costos”, finalizó.
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