CÓRDOBA.- En 2023 comenzará, según un plan anunciado por el Ministerio de Transporte de la Nación, la migración del actual sistema de trenes de carga al modelo de acceso abierto, lo que implica una desregulación en el uso de la infraestructura ferroviaria. Así, los privados armarán sus formaciones y, con el pago de un canon, podrán usar las vías.
El esquema permitirá el ingreso de más operadores -en la actualidad son tres- y el Estado proyecta realizar una inversión (a través del esquema de participación público-privada) de US$8800 millones para renovar 9850 km de vías; parte de las obras ya están en marcha.
El anuncio del lanzamiento del sistema lo hizo el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich , en la Bolsa de Rosario ante exportadores y cerealeras. La entidad hacía tiempo que venía reclamando que se avanzara hacia un esquema desregulado de trenes de carga para mejorar los costos. Después de la inquietud generada por el futuro de la rebaja gradual de las retenciones a la soja, el Ejecutivo presentó este proyecto, que beneficia a la producción en general y al campo en particular.
Alberto Padoan, presidente de la Bolsa de Rosario, afirmó a LA NACION que una baja de los costos logísticos es "muy importante para las economías regionales, que muchas veces, por ese factor, quedan fuera de competencia".
En 2021 vence la primera de las tres concesiones de los ramales de carga -Nuevo Central Argentino (de Aceitera General Deheza), Ferrosur Roca (Loma Negra) y Ferro Expreso Pampeano (Techint)-, por lo que el ministro de Transporte explicó que se prorrogarán las dos primeras "con los actuales operadores" y cuando finalice la tercera, en 2023, "se migrará el sistema y se unificará todo". El lunes, Dietrich se reunió y les adelantó a los tres operadores privados (el Belgrano Cargas es estatal) la decisión del Gobierno de modificar el modelo de explotación. LA NACION intentó sin éxito contar con la opinión de las empresas.
"La experiencia en el mundo indica que el sistema se vuelve más competitivo; los costos bajan", explicó Dietrich a LA NACION. "El desafío es recuperar la infraestructura en general, que está muy degradada; también la de trenes. Es una iniciativa que mejorará las condiciones para cientos de miles de productores, en especial las de aquellos más alejados de los puertos", agregó
La estimación oficial es que con el nuevo sistema de operación (más las inversiones) en 2031 se habrá quintuplicado el potencial de carga del sistema ferroviario. En 2015 (últimos datos disponibles) los trenes de carga transportaron 18,4 millones de toneladas y para los próximos años se proyecta llevar la capacidad del sistema a 97,9 millones.
"No solo el tren transportará más; entendemos que también aumentará la carga en camiones y en barcos, y también la variedad de productos transportados", señaló. El planteo es que las nuevas condiciones operativas beneficiarán tanto a la agroindustria como a la construcción, los productos con origen y destino a Vaca Muerta y las cargas en general.
Hay experiencias "exitosas" de acceso abierto en Australia, Alemania y el Reino Unido, donde con el mecanismo la participación del ferrocarril en el volumen total de cargas transportadas subió alrededor de 5% y las tarifas por el servicio se redujeron hasta un 36% (es el caso de Australia).
En América Latina, Chile y Brasil aplican el sistema de acceso abierto y los costos bajaron, según datos de privados, hasta un 30%. En la Argentina, cuando en 2015 el kirchnerismo sancionó la ley de "recuperación del sistema ferroviario", se incluyó el sistema open access regulado por el Estado, pero la norma nunca fue reglamentada.
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