Orense, un sitio de tierra fértil

ORENSE.- Corrían otros tiempos. Los campos del sudeste bonaerense estaban repletos de pajas vizcacheras, dueñas del horizonte interminable. La llegada de inmigrantes y criollos matizó el paisaje con montes y, de a poco, las semillas de la agricultura comenzaron a germinar. Las vías del tren se abrían entre los campos cargando tiempos prósperos.

En diciembre de 1910, con el ramal de la costa, la bocina de la locomotora resonó en la estancia Las Mercedes, de Angela Santamarina de Temes. La historia de Orense, tímidamente, comenzaba a escribirse. Pasaron tres años y el pueblo, junto a su colonia, se fundó el 9 de diciembre de 1913.

Las tierras fértiles recibieron a los hombres de campo que hicieron del trabajo un estilo de vida. Las cosechas eran largas: había que cortar el cereal, preparar las gavillas y esperar a que llegara la trilladora, más de 30 personas en cada establecimiento ponían manos a la obra. Y en ese contexto, imposible festejar. De ahí que Orense celebra su aniversario el 9 de noviembre.

Las calles de este pueblo, que se emplaza a la vera de la ruta Nº 72, son tranquilas, familiares. Las maquinarias agrícolas y los camiones cargados de cereal circulan junto a los automóviles y las bicicletas, y del ferrocarril no quedan las vías ni la estación.

Recuerdos de pujanza

Orense fue un lugar pujante, con una actividad económica extraordinaria y eso se aprecia en sus construcciones. En 1967, una firma local obtuvo un premio por haber vendido la mayor cantidad de implementos agrícolas en todo el país. Pero los vaivenes económicos no pasaron inadvertidos por estas tierras de chacareros tenaces y comercios prósperos. Muchos partieron y de los 4500 habitantes que supo tener queda poco más de la mitad.

Cuando el paso del tren permitió la inauguración de la estación Orense, a 15 kilómetros de Punta Desnudez -nombre topográfico de las playas del balneario Orense- el Almacén Cristiano Muerto, cerca del arroyo del mismo nombre, abastecía a los puestos de las grandes estancias.

El Cristiano Viejo, como aún se lo recuerda, era una pulpería con barrotes en los mostradores y un servicio de carretas que salía a la huella en busca de pedidos. El delivery tardaba unos días, pero las provisiones nunca faltaban.

Con el traqueteo de la locomotora llegaron los primeros pobladores, empleados del ferrocarril, a los que se sumaron Simón y Delfín González y José María García, que abrieron un local de ramos generales, La Palma. Este negocio creció a la par del pueblo, fue sede del correo, lugar de esparcimiento y llevó tecnología al trabajo de los chacareros. Tantos tractores, sembradoras y cosechadoras vendió que en 1967 mereció un premio nacional.

Orense lleva el nombre de la provincia de Galicia que vio nacer a Ramón Santamarina, antiguo propietario de los campos. Agustín Lizardi, un conocido vecino de Tres Arroyos, compró 572 hectáreas de la estancia Las Mercedes, propiedad de una de las hijas de Santamarina, para fundar el pueblo.

En octubre de 1913, los planos quedaron trazados y se delimitó el terreno con mojones. Desde entonces, cada jueves y domingo salían excursiones hacia la estación Orense para que los interesados conocieran las tierras que saldrían a la venta el 9 de diciembre, en el Hotel Puchulu, de Tres Arroyos.

Punta de riel

Nuevos pobladores impulsaron a esta punta de riel que unía Orense con la estación Defferrarri (Necochea). En 1918 hubo otro remate: el pueblo contaba con 650 habitantes y desde su estación partían 850 mil bolsas con cereal. En 1929 las vías siguieron hacia el Sur, hasta Copetonas, y Orense quedó comunicado con Dorrego.

Muchos nombres engrandecieron al pueblo que conoció el cine sonoro al mismo tiempo que Tres Arroyos. Escuelas, cooperativas y negocios llevaron progreso. En 1961 el tren dejó de pasar y en esa misma década, muchos arrendatarios tuvieron que devolver las tierras que con tanto empeño venían trabajando. Fue un golpe duro, pero Orense siguió de pie y la Sociedad de Fomento logró asfaltar la ruta provincial Nº 72, un camino que, por su cuidado, bien podría tomarse como ejemplo.

Por estos días, 92 años después de que la parada del ferrocarril se transformara en pueblo, no quedan rastros de la estación ni grandes negocios de capitales locales. Los incipientes montes de entonces están cargados de árboles frondosos y las tierras fértiles repletas de cultivos, que en modernos camiones parten hacia los puertos más cercanos. Los tiempos cambiaron, pero el motor que le dio vida a Orense sigue funcionando.

Ficha técnica

Nombre: Orense

Fundador: Agustín Lizardi.

Población: 2678 habitantes

Ubicación: en el partido de Tres Arroyos, a 71 kilómetros de la ciudad cabecera.

Santo patrono: San Marcos.

Superficie: 572 hectáreas.

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