En respuesta a la opinión del exsecretario de Agricultura, Juan José Bahillo, sobre una nota de mi autoría, y sin ánimo de entrar en una discusión estéril, me permito afirmar lo siguiente: en primer lugar que el señor Bahillo no se refiere en su respuesta al tema de mi nota de opinión en LA NACION en cuanto a que la aplicación del Programa de Incremento Exportador (PIE), creado en la gestión del exministro de Economía, Sergio Massa, durante el período analizado desde septiembre de 2022 hasta agosto de 2023 a simple vista, generó un quebranto al erario público de más de US$6000 millones por diferencia de cambio entre el valor de compra de los dólares soja y el valor de venta de dicha divisa, situación que pretendí mostrar en los cuadros que acompañaron dicha nota. No, el exfuncionario no respondió dicho cuestionamiento de fondo, sino que lo eludió descalificándome intelectualmente.
En segundo lugar, menciona que dicho programa fue continuado durante la actual gestión del presidente Javier Milei, a través del Decreto 28/23. Debo decirle que no me referí a esta etapa del programa en mi nota de opinión, pero ya que ha puesto en duda mi razonamiento le diré que, más allá de que no simpatizo para nada con este tipo de medidas porque distorsionan los mercados, el actual gobierno no ha provocado hasta el momento similar quebranto para el Estado por diferencia de cambio, toda vez que el valor de compra del dólar exportador que se liquida a un 80%, según cotización del dólar oficial, y al 20% según el valor del dólar conocido como Contado Con Liquidación. Hasta el día en que escribí la mencionada nota, había sido menor que el valor de venta del dólar importador (que resultaba de la suma del valor del dólar oficial más el Impuesto País del 17,5%).
En tercer lugar, en mi nota de mi opinión, no entré en el análisis de ninguno de los programas de subsidios a determinados sectores del agro que aplicó el gobierno del exfuncionario de Massa, sino que solo hice referencia a una nota del mismo diario en la que se mencionaba lo que devolvió al agro. Pero pareciera que su nota de opinión fue redactada para hablar de eso y no de la pérdida por diferencia de cambio mencionada.
Si lo desea el exsecretario de Agricultura podemos entrar a analizar algunos de los mencionados programas como, por ejemplo, el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) que benefició a un grupo reducido de molinos harineros a través de un escandaloso mecanismo de reparto, sin lograr el cometido de atemperar los aumentos en el precio de la harina de trigo y mucho menos del pan.
Por último, y para terminar, quiero expresar que, si bien apoyo muchas de las medidas que ha tomado en el sector el actual Gobierno, como eliminación de los cupos de exportación de carne, eliminación de los llamados “volúmenes de equilibrio” para el trigo y maíz, eliminación de fideicomisos como el del FETA, eliminación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), reducción de los requisitos para la inscripción en el RUCA, reducción del tamaño del Estado en el área agropecuaria, etc.; sé que ellas no bastan para consolidar el crecimiento del sector.
Y que, tanto la reducción y eliminación de los derechos de exportación, así como también la quita del cepo cambiario que eliminaría la brecha existente, son dos de las materias pendientes del Gobierno (en las que se ha comprometido) para impulsar al sector con libertad de mercados y sin las nefastas intervenciones del Estado como las que se produjeron durante el gobierno en el que se desempeñó el exsecretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
El autor es escritor y exsubsecretario de Mercados Agropecuarios
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