Con el objetivo de obligar a los productores a vender su soja, el Banco Central (BCRA) decidió cortarles el acceso al financiamiento de los créditos lanzados al 24% para hacer frente a la actual situación del país en medio del coronavirus.
Con una resolución, el BCRA dispuso que las entidades financieras no podrán financiar a personas humanas o jurídicas "con actividad agrícola que mantengan un acopio de su producción de trigo y/o soja por un valor superior al 5% de su capacidad de cosecha anual".
Aunque para los expertos está mal la referencia a "capacidad de cosecha", ya que lo lógico sería la referencia a la producción alcanzada, todos coinciden que la norma apunta a que el productor en lugar de tomar un crédito a esa tasa se financie vendiendo su propio grano.
Hasta el momento, de la campaña actual los productores vendieron 21 millones de toneladas de soja, lo que da un 43% del total previsto de la cosecha, que todavía no finalizó. Para comparar, el año pasado para esta época iba el 34% del total vendido, aunque con un menor volumen por el impacto de la sequía. Según cálculos del productor Néstor Roulet, de acá a fin de junio los productores llegarían al 50% del total. Venderían otros 3,5 millones de toneladas por unos US$750 millones.
Más allá de que ya se vendió un 43% de la soja sobre lo esperado de la cosecha, de acuerdo a datos que se pueden observar en el monitor oficial Siogranos, en las últimas tres semanas se registraron operaciones de soja por 2.516.548 toneladas, un 46% por debajo de las 4.677.965 toneladas de igual período de 2019.
"No hay dudas de que es para obligar al productor a que venda la soja, pero el productor ya vendió y tiene soja para cobrar. Se vendió mucha soja a futuro que se entrega en mayo, por lo tanto va a haber más dólares en mayo, salvo que los exportadores tengan otro sistema para conseguir pesos por otro lado para hacer frente a los compromisos de esa soja", dijo Roulet.
En fuentes del sector bancario dijeron que la medida busca precisamente evitar cualquier apalancamiento con los créditos. No es la primera vez que ocurre algo así. Cuando fue ministro de Economía, Axel Kicillof, le prohibió al Banco Nación financiar a los productores que almacenaran soja.
Roulet indicó que como parte de su operatoria el productor calzó el pago de insumos y, además, ahora tendrá que hacer frente al pago de las tarjetas agropecuarias que también usa. Destacó que se mantienen los ritmos habituales de la venta de soja.
En el sector comercial en varias empresas están evaluando el impacto de la medida porque, según interpretan, también podría golpear a otras herramientas como los descuentos de cheques.
"Básicamente apunta a racionar el crédito a los productores agropecuarios. Prácticamente se los desplaza de las condiciones establecidas, como el acceso a créditos a tasas del 24%", analizaron en una firma corredora de granos.
"El BCRA había beneficiado a los bancos con disminuciones en exigencias de encaje, proporcionales a las financiaciones que otorgaran con tasas de hasta el 24%. La nueva medida apuntaría a restringir el acceso de los productores a estas líneas de financiación en un intento de sumar presiones para impulsar las ventas de granos", remarcó Ariel Tejera, de Grassi SA.
Juan Garzón, economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, fue crítico sobre la medida del BCRA: "El gobierno empuja a las empresas agropecuarias a desprenderse de activos que mejor defienden su valor en contextos inflacionarios (granos) pero no les ofrece a cambio ninguna opción de reemplazo atractiva".
Luego agregó: "La misma política debería aplicar entonces a miles de empresas comerciales, industriales o de cualquier rubro que actualmente tienen invertido parte de su capital en bienes de cambio, y que intentan, al igual que lo hace el agro, preservar el capital en un contexto de enorme emisión monetaria".
Según explicó Eugenio Irazuegui, de Zeni, tanto los productores como las empresas agrícolas van a tener un acceso al crédito más limitado y caro. Remarcó que "se ha comercializado (en el total) más volumen de trigo y de soja que otros años. En el primer caso con el 93% de la producción vendida, mientras que en el caso de la soja alcanza el 43% cuando aún no finalizó la trilla a nivel país".
En un comunicado titulado "El Gobierno repite los errores del pasado", Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) rechazó la medida del BCRA. La calificó de "arbitraria y discriminatoria".
"La cosecha actual está lejos de concluirse, con lo cual es prematuro hablar hoy de stockeo de mercadería. En virtud de esta resolución, un productor que posea soja o trigo con destino uso como alimento para ganado o para pago de insumos para la próxima campaña o para cumplir con el compromiso de arrendamientos dejaría de ser sujeto de crédito perdiendo en consecuencia capacidad de inversión en insumos imprescindibles para la producción", alertó CRA.
"Por otro lado, el análisis de la comercialización de la cosecha 2019/2020 muestra que el ritmo de ventas es superior al del año pasado, por lo que no existe ninguna evidencia o indicio de que los productores estén reteniendo la producción ni mucho menos especulando con la evolución del tipo de cambio", agregó.
La entidad remarcó que "cualquier acusación en este sentido carece de fundamento, es injusta, malintencionada y ofensiva para los productores de todo el país que trabajan a destajo, arriesgado su salud y la de sus familias, para mantener abastecidos los mercados con alimentos para todos los argentinos".
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