En la zona de San Carlos, Santa Fe, los productores pican los trigos porque debido a la sequía no tendrán rendimiento; alertan que en el 50 a 60% de los campos hay perspectivas de una producción “prácticamente nula”
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“Empezamos a cortar trigo para picado. En mis 35 años en la actividad nunca viví una situación similar”. En los últimos 10 días, el productor y contratista rural Diego Ferrero picó el cultivo invernal de cuatro campos ubicados en los alrededores de la localidad santafecina de San Carlos. En los próximos días estima hacer muchas más hectáreas. Hasta el momento fueron 300 las hectáreas para forraje para la hacienda debido a que, por la continuidad de la sequía, el cereal en la región se perfila con bajos rendimientos.
En esa región del centro santafecino los productores aseguran que el alivio de las lluvias nunca llegó y la situación se volvió cada vez más crítica, con estimaciones que apuntan a que entre el 50% y el 60% de los campos de trigo enfrentan perspectivas de una producción prácticamente nula.
“Como los cultivos no van a dar nada, algunos productores optaron por fumigarlo para esperar y hacer después soja y maíz. Otros los cortan para picarlos o los abandonan para su posterior secado y conversión en rollos”, aseguró y explicó: “De afuera a los trigos se lo ve bastante bien, pero cuando los caminás te das cuenta de que faltaban las espigas”.
Tampoco las perspectivas son alentadoras para el resto del trigo de la región que se podría cosechar. Se prevé un rendimiento inferior a 2000 kilos por hectárea, muy por debajo del promedio de 4000 kilos por hectárea en la zona.
“Son dos años de sequía y este año prácticamente no llovió. Ni siquiera ya caen cinco milímetros que bajen la polvareda”, se lamentó Ferrero.
En su campo, ubicado en Matilde, un pueblo a 20 km de San Carlos, en donde tiene un tambo, todavía no pudo sembrar el maíz, las alfalfas dejaron de crecer por la falta de agua y al trigo evalúa picarlo. Allí tienen 300 vacas y producen 10.000 litros de leche por día. “Yo no tengo recuerdo de haber vivido una situación similar”, expresó.
Otro caso
Una situación similar vive Roberto Rey, que además de productor es presidente de la Sociedad Rural de San Carlos. “El trigo para grano ya lo estamos mirando con cariño para próximamente picarlo. En los próximos días pasa a una etapa crítica y preferimos convertirlo en heno para las vacas antes que terminar cosechando nada”, manifestó.
Aclaró que en volúmenes de materia seca es muy pobre, un 50% respecto a lo que debería ser en un año normal. “Si lo destináramos para grano se avizora que es un cultivo con rendimientos por debajo de la media”, explicó.
El productor tiene una empresa junto con sus hermanos en donde hacen picado de forrajes y administran un tambo familiar que tiene una producción diaria de 5000 litros. Respecto a los servicios de picado, coincidió con Ferrero que es una demanda que va en aumento. Cada vez son más los productores que deciden darle ese destino al cultivo por la falta de rendimiento a cosecha. “Hoy ya entramos en zona de pérdida”, dijo el productor sobre los rendimientos que van a tener los cultivos.
Por otro lado, apuntó que todavía no llovió lo necesario para implantar el maíz, que es la reserva forrajera para los tambos y que normalmente se siembra a principios de septiembre. La alfalfa, en tanto, no crece al ritmo que en un año normal ya entrada la primavera.
En su caso solo sembró un 20% del maíz que estimaba para esta campaña. El resto previsto no lo pudo continuar por falta de humedad. “Hay una plaga, el gusano blanco, que afectó mucho la toma de decisión de la siembra por la alta población que hubo este año y puso en tela de juicio la siembra en fecha, porque no lo pudimos controlar. Cosa que nunca nos había ocurrido”, dijo.
Por otro lado, indicó que se les hace muy complejo producir porque un insumo clave para la producción de leche, como es el expeller de soja, vale el doble que hace un mes por el dólar soja.
Para los próximos 15 días no hay pronósticos de precipitaciones, lo cual complicará el panorama. “Los trigos de ciclos largos están empezando a espigar; se van a encontrar en una fase de llenado de grano en la que no van a tener el agua disponible necesaria para sostener la producción de granos esperada”, dijo.
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