Las precipitaciones volverán a acompañar, con pronósticos de entre 50 y 100 mm, áreas clave para el campo como el centro y norte de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos
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El mes de octubre vino con una buena noticia para los cultivos invernales y la siembra de soja y maíz en la Argentina. Las lluvias, que en muchos casos superaron ampliamente los pronósticos, trajeron alivio a los productores tras un invierno seco. Esta semana, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las precipitaciones volverán a acompañar, con pronósticos de entre 50 y 100 mm, áreas clave como el centro y norte de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
La importancia de estas lluvias toma otro relieve considerando que, para el resto del año, las precipitaciones podrían ubicarse por debajo de lo normal. El SMN detalló que, a partir de hoy, un sistema de baja presión, que avanzará desde el océano Pacífico, provocará lluvias persistentes y tormentas intensas en el centro y norte de Argentina.
Las provincias de Cuyo, Córdoba y el NOA verán lluvias durante gran parte del día, con mejoras temporarias, mientras que otras áreas se verán afectadas hasta el miércoles 23. Se estima que estas lluvias acumulen entre 30 y 80 mm en Mendoza, San Luis y La Rioja, mientras que Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos recibirán entre 50 y 100 mm. En algunas zonas, como el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe y Entre Ríos, las lluvias podrían superar incluso los 100 mm.
Este panorama climático llega tras el reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que reportó que entre el 10 y el 17 de octubre la región recibió un promedio de 60 mm de lluvias, superando el promedio mensual de 100 mm. Esto ayudó a mejorar las condiciones del trigo, reduciendo las áreas críticas del 50% al 25%. Sin embargo, la siembra de maíz aún está rodeada de incertidumbre. A pesar de la mejora en las condiciones, muchos productores han optado por retrasar la siembra para evitar los riesgos climáticos de enero, un mes crucial para el desarrollo del maíz.
María José Dickie, climatóloga del INTA, explicó que La Niña, asociada a lluvias por debajo de lo normal, tiene un 55% de probabilidad de mantenerse en los próximos tres meses. “Es un valor más bajo respecto al mes pasado, lo que sugiere que, si entramos en una fase de la Niña, sería de corta duración y baja intensidad”, aclaró. Además, destacó que lo que actualmente predomina es la fase neutral, que indica una distribución normal de las precipitaciones.
Región núcleo
En cuanto a la región del núcleo productivo, que incluye el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires, sudeste de Córdoba y parte del Litoral, tanto el SMN como el Boletín IRI prevén precipitaciones por debajo de lo normal para lo que queda de octubre, noviembre y diciembre, manteniéndose esta tendencia en los primeros meses de 2025.
Dickie señaló que “nos adentramos en una región de climatología que genera mayor incertidumbre, ya que todas las categorías de precipitaciones –ya sean menores, normales o superiores– tienen la misma probabilidad de ocurrencia”.
En este contexto, las lluvias registradas en octubre fueron clave. “Estamos en una mejor situación en comparación con campañas anteriores”, resaltó Dickie. En algunas zonas, las precipitaciones superaron los valores normales, alcanzando hasta 100 milímetros en ciertos lugares y entre 50 y 100 milímetros en otros. “Lo más relevante es que fueron lluvias de baja intensidad, lo que permitió que la mayor parte se infiltrara en el suelo”, explicó. Ademas, detalló que estas lluvias, distribuidas en varios días, recargaron el primer metro de suelo, que se encontraba “completamente seco”.
Estas precipitaciones resultaron fundamentales para los cultivos de trigo y maíz, además de ser cruciales para la preparación de la siembra de sorgo y soja. “Los perfiles de los suelos en el primer metro de profundidad estaban prácticamente sin reservas, por lo que este aporte trajo un alivio significativo”, agregó. También subrayó la importancia de las lluvias que se registren en los próximos meses, ya que “cada milímetro que caiga será esencial para el desarrollo de los cultivos en la campaña de siembra de soja”, concluyó.
En la misma línea, el agroclimatólogo Eduardo Sierra indicó que, si bien está lloviendo un poco por debajo de lo normal, en este momento. “Esto que está lloviendo en la región pampeana le está dando al trigo para recuperarse y formar su rinde”, dijo.
Coincidió que el problema puede venir más adelante porque, si bien La Niña sería más bien débil, “su efecto se siente más intensamente en enero y febrero, cuando los cultivos están en pleno desarrollo y las altas temperaturas aumentan la demanda de agua”.
“Si las lluvias quedan por debajo de lo normal en ese periodo, el rendimiento se verá afectado. Ahora, simplemente necesitamos la lluvia justa”, aclaró.
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