La Red Nacional de Productores Autoconvocados emitió un comunicado en el que pidieron que le saquen al campo las manos de encima
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“Nos proponemos dar la batalla con la espada, la pluma y la palabra”. Con esta frase polémica que evoca el himno a Domingo Faustino Sarmiento, la Red Nacional de Productores Autoconvocados emitió un comunicado en apoyo al gobierno de Javier Milei.
“Apoyamos la desregulación, la igualdad ante la ley, el fin de los privilegios, de los kioscos y aportes compulsivos a gremios dinásticos en aras de la liberación de las fuerzas del capital y el trabajo de un estatismo opresor. Nos proponemos dar la batalla con la espada, la pluma y la palabra, trabajando como lo hemos hecho el 24. Vemos la tierra arrasada que dejaron, las enormes dificultades que se avecinan y sabemos que en medio de la tempestad y contra la tormenta la dirección del barco no siempre es recta”, enfatizaron.
Recordaron que quienes adhieren al comunicado son los que estuvieron “en la ruta en el 2008 y todos estos años luchando contra el socialismo”. “Compartimos sus ideas desde hace más de 15 años como lo muestra nuestro manifiesto. Hemos fiscalizado por ellas ya en las PASO y nos emocionó su discurso en Davos”, dijeron en referencia a la participación del presidente Milei en el foro de negocios realizado en la ciudad suiza.
En este sentido, quisieron aprovechar “el mensaje para transmitir tres preocupaciones que tienen por objeto asegurar el rumbo”. El primero de ellos tiene que ver con el artículo 320 y siguientes de la ley ómnibus “que faculta al Poder Ejecutivo a asignar derechos de emisión de Gases de Efecto Invernadero, establecer las reglas de mercado de derechos de emisión, controlar y castigar”.
“Estas disposiciones contradicen la letra y el espíritu de su brillante discurso de Davos, avalan una serie polémicos supuestos sobre los que hay cada vez más dudas (por ejemplo: que las emisiones de CO2 y metano sean dañinas, que sean la causa del cambio climático y que el cambio climático sea antropogénico y no un fenómeno cíclico normal); pero también certezas, a saber: que este asunto no es sino la excusa de una elite parasitaria para consolidar un estatismo global en detrimento de las soberanías nacionales y las libertades individuales”, indicaron.
Por otro lado, hablaron de la adhesión al UPOV91: “Sin protección de la propiedad intelectual no hay inversión en genética. Lo sabemos. Pero también sabemos que frente a la confiscación de la renta agraria todo cae: la inversión en genética, reposición de nutrientes que es peor, la rotación de cultivos, la incorporación de tecnología. Es economía liberal básica, no hay cena gratis. Este tema (la ley de semillas) debería quedar para cuando se eliminen las retenciones y los semilleros acompañarnos mientras tanto en esta batalla y no dedicarse a hacer lobby para sí mismos (y comprar campos) mientras su principal cliente es saqueado”.
El tercer punto reclamaron por “el aporte compulsivo al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva)”. “Este organismo bien puede ser eliminado; es al campo lo que el Ministerio de la Mujer a las mujeres: un costo inútil”, remarcaron.
En rigor, el Ipcva no es un organismo público, sino que está integrado mayoritariamente por el sector privado mediante entidades de la producción y de la industria frigorífica.
Por último, indicaron: “No necesitamos que nos den una mano sino que nos saquen las dos de encima ¡Viva la Libertad Carajo!”.
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