Intendentes del este del distrito pidieron, tras un reclamo del agro, que el gobernador, Alfredo Cornejo, revierta la decisión de no continuar la lucha contra el granizo con aviones
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Luego de que el gobierno de Mendoza eliminara el sistema de aviones de lucha antigranizo para sustituirlo por créditos para comprar mallas plásticas y un seguro de riesgo, el sector productivo de esa provincia está bajo una alerta apremiante. Según datos del Poder Ejecutivo local, el programa de lucha antigranizo le representaba unos $10.000 millones para los cuatro oasis productivos (sur, este, norte y centro). Solo en el Valle de Uco no está permitido y allí utilizan difusores que también, dijeron, son escasos.
Pese a que en el sur provincial habría un principio de acuerdo entre municipios y productores para que el plan siga funcionando, en el este mendocino los intendentes de la región le pidieron al gobernador, Alfredo Cornejo, que revierta la decisión y vuelva a implementar el plan antigranizo. Según estimaciones del sector, solo el 15% de los cultivos cuenta con malla antigranizo.
Anibal González Luna es productor de alfalfa para forrajes, ciruela y durazno de industria en San Rafael. Contó que, tras varios días de zozobra y con un tiempo de granizo que se acerca, lograron un principio de acuerdo para poner estos aviones de defensa y de mitigación de daños en el aire, ya no desde la provincia, sino bajo las intendencias de San Rafael y General Alvear.
“Los intendentes se sentaron a hablar con el gobernador y son ellos los que se harán cargo del costo operativo y del mantenimiento. En este momento se está en la etapa fina de evaluación de números”, dijo a LA NACION.
“Que retorne la lucha antigranizo nos deja más tranquilos. Parecía loco lo que planteábamos al principio. Hubo muchas reuniones previas de productores, empresarios y cámaras para ver si podíamos que se restableciera la lucha antigranizo. Luego, nos juntamos con los intendentes y los convencimos que había que hacerlo porque nosotros estamos convencidos: tiene que volver por la utilidad que tiene para los productores. Me pueden decir que no es efectiva, pero hoy no hay nada efectivo 100%, pero para minimizar el riesgo está. Hoy tenemos la tela antigranizo, el seguro, pero también la defensa de los aviones”, explicó.
En el este, más precisamente en Rivadavia, el pequeño viñatero Edgardo Roby sabe que cada día que pasa el riesgo se acelera: solo faltan dos meses para que el fenómeno meteorológico más temido por las economías regionales aseche.
Con 66 años y 4ta. generación de productores, el integrante de la Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza dijo que el escenario que enfrentan en la zona es muy complejo. “Este programa no elimina el granizo, sino que mitiga y minimiza su impacto. Cuando ingresan las nubes graniceras, al inyectarle las bengalas con yoduro de plata se reduce el tamaño y, en vez de caer un granizo del tamaño de una naranja, termina cayendo un granizo chiquito que no hace daño. Si no no existiera esta lucha, el daño puede llegar a ser hasta el 200%, porque un granizo no solamente afecta esa cosecha, sino que la del año siguiente”, expresó.
Según describió, de un día para otro, el gobierno de Cornejo dijo basta con el tema de la lucha antigranizo e indemnizó a unas 80 personas que formaban parte del programa, sin evaluar el perjuicio que les venía a los productores, argumentando “que el costo es muy grande”.
“Hoy, poner una malla antigranizo en una hectárea, con mano de obra incluida, cuesta US$18.000. Es imposible para cualquier productor hacer frente a ese costo. Con lo que se estarían ahorrando, solamente se colocarían mallas a unas 600 hectáreas en parral. Deben haber 100.000 hectáreas de parral, sin contar los viñedos en espalderos, los frutales y otras producciones a las que no se le pueden poner tela antigranizo, ¿con qué se va a proteger? Están desarmando hasta los radaristas que son los que dan precisiones. Nos dejaron desnudos. Lo más grave es que nos agarraron a dos meses de que empiece la lucha, lo hubieran hecho con un plazo de 12 meses para ver cómo nos preparábamos”, enfatizó.
En una reunión de productores de la zona, se mencionó que la eficiencia de la lucha antigranizo es del 70%. “No es un método 100% infalible por las características de las tormentas que tenemos en nuestra provincia, hay tormentas que son prácticamente intratables, con superceldas que no las podemos trabajar. En 1993, se perdían el 100% de 30.000 hectáreas por daños de granizo y en la actualidad son menos de 10.000 hectáreas. Con la lucha antigranizo, las hectáreas que se salvan generan un Producto Bruto para la provincia de entre US$70 y US$80 millones de dólares por año. Desde que se puso en marcha la lucha antigranizo, generó Producto Bruto y actividad por más de US$2000 millones. Se habla de gasto y el programa no llega al 0.43% del presupuesto provincial”, dijo el empresario Alfredo Andion en la reunión y refutó lo dicho por el ministro de la Producción, Rodolfo Vargas Arizu, que afirmó que el sistema “no tiene eficiencia segura, de hecho cae granizo; es de altísimo costo y es de poca efectividad”.
“Hay muchas cosas que el Ministerio de Producción no consideró y no tuvo en cuenta. No hubo un diálogo con los sectores directos y afectados. Quizás lo que se debería haber hecho es haber dado continuidad y planteado que para el próximo año y en el próximo presupuesto no se iba a contemplar. Y con diálogo y datos técnicos no susceptibles de intereses particulares, que se respaldan por 30 años, tomar la determinación si convenía cerrar la lucha antigranizo o mejorarla para tratar de evitar esas 10.000 hectáreas que sí o sí se pierden”, agregó.
En este contexto, ayer los intendentes de los departamentos de San Martín, Junín y Rivadavia enviaron una carta a Cornejo para expresarle “su total desacuerdo” a la decisión de eliminar el sistema de mitigación de granizo de la provincia y solicitaron “revertirla de forma inmediata hasta tanto se discuta y demuestre su ineficiencia”.
“Nuestra oposición se fundamenta en la naturaleza intempestiva de esta decisión, la falta de fundamentos tecnológicos que demuestren su ineficiencia y la ausencia de consulta con los sectores de la producción y con quienes suscriben esta carta. Consideramos inviable que nuestros productores puedan proteger sus cultivos mediante la colocación de mallas antigranizo, debido a los elevados costos, la falta de acceso a créditos, el tiempo insuficiente para implementarlas en este ciclo, los sistemas de conducción de viñedos existentes, la complicada situación económica y la baja rentabilidad de sus productos”, remarcaron.
“Afrontar futuros ciclos de producción sin protección adecuada o con un seguro que no cubre los costos reales de producción coloca a los productores en una situación de riesgo elevado y casi irreversible ante un desastre agropecuario causado por el granizo. Nuestros departamentos son mayoritariamente agropecuarios, y sus productos brutos geográficos son fundamentales para nuestro desarrollo. Una fuerte granizada provocaría, además, importantes problemas sociales”, agregaron en la misiva.
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