Tras un 2018 marcado por la agenda macroeconómica en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, la que lidera en términos productivos la mayoría de los sectores agroindustriales del país, creen que hay que ponerle el foco a las acciones específicas que mejoren la producción de alimentos para exportación y el mercado interno. Así lo sostiene el ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, que afirma que la exportación es la mejor salida para los diferentes rubros de la agroindustria. En una entrevista con LA NACION, el funcionario de María Eugenia Vidal adelanta también la "agenda ganadera" que lanzará en febrero próximo para aumentar el rodeo, incrementar la retención de vientres y conquistar los mercados externos.
–¿Cómo será el voto del campo, le preocupa que haya productores molestos por el aumento de la presión impositiva?
–Creo que la producción en general está con Cambiemos. No solamente desde ahora sino en el momento del cambio, en diciembre de 2015. Obviamente han pasado cosas en estos tres años que hay necesidades no satisfechas, cambios que seguramente se pensó que iban a venir con menos tiempo y no terminaron de llegar. Y, al mismo tiempo, hay mejoras que sí las pueden valorar, pero en el promedio general no escucho gente que quiera volver a lo anterior. Y menos en el sector agroindustrial. La agroindustria, el motor de la economía, quiere que este Gobierno siga, obviamente mejorando cosas, ampliando las reformas que nosotros dijimos que íbamos a hacer y, tal vez, por mil razones no pudimos.
-Que haya candidatos del peronismo que dicen que se quiere acercar al campo, ¿les inquieta?
–Eso pasa y va a seguir pasando. El año electoral es muy largo. Cualquier expresión política que se quiera acercar a los productores es bueno, enriquece el contexto de las ideas. Creo sí que la gente va a saber diferenciar quien se acerca; quizás algunos quieran hacerlo ahora y no lo hicieron en doce años.
–¿Desde el gobierno bonaerense, como ven la situación de la agroindustria, tras un año muy duro?
–La gobernadora María Eugenia Vidal sigue de cerca los temas. Confía en nuestro equipo. Ella es totalmente consciente de que la agroindustria viene no solo de problemas como los del año pasado con la sequía sino de 20 meses con inundaciones. La provincia de Buenos Aires fue la más afectada. Sabemos que la buena cosecha de trigo y cebada no recupera la situación de castigo que viven muchos productores desde hace mucho tiempo. Estamos poniendo el piso de la casa en condiciones de vuelta. Tanto una buena campaña de cosecha fina como una gruesa van a dar un buen marco para la recuperación de la agroindustria, pero falta mucho también.
–¿Qué cosas son las que faltan?
–Una reforma impositiva global. No solo en Buenos Aires sino en todo el país. La intención del Presidente es hacerla, lo mismo que de la gobernadora. De hecho Buenos Aires ha empezado a bajar algunos impuestos desde el año pasado y muchas veces no se percibe producto de la coyuntura que es compleja. No hubo revalúo y no hubo un aumento exponencial del inmobiliario rural. Y eso fue consecuencia del trabajo en equipo que hacemos con Economía, la gobernadora, la jefatura de gabinete provincial. Si tenemos la suerte de que haya varios meses continuos de baja de inflación, eso va a ayudar a que las tasas bajen y que nuevamente haya financiamiento.
–Hay sectores de la agroindustria, como los tamberos o los productores de pollos que tienen falta de rentabilidad. ¿Cómo atienden eso?
–Los tamberos y los productores de porcinos también. El productor avícola tuvo una recuperación del precio desde octubre, con lo cual está un poco mejor; ahora empieza la caída a partir de febrero. Los tamberos vienen con problemas desde hace ocho años, con diferentes oscilaciones. Los segmentos de principales de la agroindustria salen por la exportación y tenemos que hacer un esfuerzo para que lo hagan cada vez más. También tenemos que entender la coyuntura. En el sector tambero y en el porcino la exportación ha aumentado casi un 30 a 40% en 2018 y a su vez hay productores que también tienen problemas. Tenemos que ver dónde están esos problemas, como puede adaptar uno las herramientas que tiene disponibles. Para eso están las mesas de competitividad provinciales y nacionales.
–En ganadería también se está viendo que la exportación está aumentando, pero hay sectores, como el de la cría, con números que no son tan buenos. ¿Cómo están trabajando?
–A partir de febrero vamos a lanzar una agenda ganadera provincial, de 2019 a 2023. A largo plazo. Y esto tiene que ver con temas sanitarios, de financiamiento y de manejo productivo. Vamos a mostrar que a través de una "calendarización" distinta con la vacunación se puede tener más beneficios. Lo mismo con un peso de faena definido o con buscar las mejores fuentes de financiamiento que haya que adaptar. Y en eso vamos a trabajar muy fuerte. Vamos a invitar a entidades, empresas, y bancos. Queremos mostrar una certidumbre mayor. Venimos trabajando muy bien con Agroindustria en la Nación y con el Senasa. La ganadería necesita una previsibilidad de cuatro años, diferente, y es bueno mostrar esas herramientas.
–¿Tienen una meta de producción?
–En la provincia de Buenos Aires tenemos que buscar que el rodeo aumente en forma sostenida. Lo que busca una agenda ganadera a largo plazo es independizarte de los factores generales coyunturales de corto plazo como los eventos agroclimáticos. Con la agenda buscamos que haya una sanidad mucho más direccionada, con financiamientos adecuados, con calendarios sanitarios acordados con las provincias y todos los estamentos. Y respetando pesos de faena distintos. Y teniendo en cuenta los modelos productivos. Por ejemplo, si tenemos un avance de obras en la cuenca del río Salado, se puede ayudar a fomentar una zona de cría distinta, podemos ayudar a que haya modelos eficientes y más estables. Buscamos un aumento del rodeo y retención de vientres sostenidos que, por algunas razones tienen oscilaciones. El año pasado fue por el tema de la sequía. Buenos Aires siempre es un gran impulsor del aumento del rodeo general. Cuando aumenta el rodeo, la recuperación general de la ganadería es muy fuerte. Buscamos que los productores vean la posibilidad de una exportación tangible y realista. Y vamos a apoyar mucho a la exportación.
–¿Cómo lo harían?
–A través de todos esos puntos. Si tenemos mejor sanidad, financiamiento, mejor plan de vacunación, peso de faena y mejor modelo productivo todo eso hace que el productor tenga mejores posibilidades de exportación que antes no tenía. Cuando uno mira lo que pasa en la provincia de Buenos Aires con la cuota Hilton que en 2018 se cumplió como hace diez años no ocurría, que de 29.0000 toneladas más de 15.000 sean de la provincia de Buenos Aires da un aliciente muy importante. Buenos Aires es un gran proveedor de la agroindustria, y con la ganadería vacuna eso se comprueba. Focalizarse en modelos productivos distintos con mayores eficiencias productivas. Buenos Aires tiene seis regiones bien diferenciadas. No es lo mismo producir carne en Pergamino que en el sudoeste. Entonces, ¿cómo hacemos para ser competitivos? Sugeriremos una agenda, no es un plan ganadero, tengo tanta plata en un crédito y te doy un crédito, y el que se sume a esa agenda probablemente tenga beneficios, por eso lo hacemos a largo plazo.
–¿Qué otros ejemplos?
–Apuntamos al valor agregado. Hay muchos nichos en países que tienen esas oportunidades. A nivel nacional se hizo un gran trabajo abriendo mercados. Trabajaremos con la agencia Globa, que es la oficina de inversiones y promoción de exportaciones de la provincia para llegar a esos mercados.
–¿Y ya vieron alguno en particular?
–En muchos países no piden la media res sino bandeja de ojo de bife, por ejemplo. Si Buenos Aires produce buena calidad, buena trazabilidad y calidad sanitaria puede aportar mucho. Hay que hacer un trabajo conjunto donde la política pública ayude a lograr esos objetivos, que se exporte todo lo que se pueda. La exportación es una fuente de generación de inversiones y de empleo genuino. Cuanto más exportemos más inversión va a venir y más mano de obra directa e indirecta se va a generar en todos los lugares.
–¿Cómo ve a la agroindustria en 2019?
–Con enormes posibilidades. Todo el mundo sabe que el país es agroexportador. Y el país tiene que focalizarse en la producción de alimentos. Y yo agrego que tiene que hacerlo en los alimentos que el mundo quiere y donde a su vez somos muy eficientes. Se viene trabajando mucho y muy bien en los mercados internacionales. A su vez tenemos que trabajar mucho en los mercados internos. Podemos ofrecerles a los propios ciudadanos mejores alimentos de los que producimos.
Defensa de la norma sobre aplicaciones
El ministro Sarquís defendió la reciente resolución que reglamenta la aplicación de fitosanitarios en la provincia de Buenos Aires y explicó sus alcances. "La resolución que entró en vigencia el 1° de enero lo que tiende es a controlar y a ordenar. No es restrictiva. Busca un ordenamiento que hoy no existe en la provincia", señaló y recordó que de 128 de los 135 municipios agroindustriales de la provincia más de 60 tiene normas diferentes.
"Cada municipio tiene la potestad para hacerlo", aclaró, pero destacó la necesidad de ordenar esa normativa. "Es la primera vez que desde el Ejecutivo provincial se escribe algo respecto de eso. Cuando lo lanzamos el mes pasado hubo casi 50 municipios que vinieron a adherirse a esa resolución y otros están por hacerla sobre la base de estos considerandos de la resolución", sostuvo.
"Definimos criterios de pulverización en determinados lugares, como cerca de las escuelas, acuíferos o próximos a las poblaciones. Ayudamos a que la normativa de los municipios se cumpla mejor. Y si se adhieren los ayudamos", dijo.
Para Sarquís, "las críticas son más semánticas que otra cosa. Depende de dónde se ponga la coma en alguno de los artículos, se entiende que se va a pulverizar en las escuelas o vas controlarla, que es distinto. Hoy se pulveriza a cualquier hora en la provincia de Buenos Aires. Y hay lugares que se lo hace cuando los chicos están en el colegio. Y nosotros decimos que no se va a pulverizar allí, aunque parezca una obviedad, y lo que hay que hacer es controlar. Y los municipios tienen que poner un ingeniero agrónomo para que controle y autorice. Definimos zonas de amortiguamiento, no de exclusión".
El funcionario provincial añadió que esa resolución tiene como base el documento que elaboraron en agosto pasado los entonces ministerios de Nación, Agroindustria, Ciencia y Técnica, Salud y Medio Ambiente "Somos la primer provincia argentina que tomó esas sugerencias", destacó.
"Lo que hacemos es buscar un orden y un control. Es todo lo contrario a lo que muchos dicen", dijo. Además, explicó que se definieron zonas de amortiguamiento que serán controladas por los municipios con el apoyo de la provincia. "Esto está hecho mediante el trabajo de las Buenas Prácticas Agropecuarias. Y sugerimos que cada municipio se expida con un protocolo de Buenas Prácticas Agropecuarias", dijo.
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