En 2020, Daniel Bruno, un docente de la provincia de Corrientes, logró con ese medio de comunicación que sus estudiantes pudieran continuar con los conocimientos de la escuela secundaria
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SAN JOSÉ, Costa Rica-. Daniel Bruno es docente rural en San Roque, provincia de Corrientes, quien durante la pandemia dictó sus clases a través de una radio local a los alumnos de Colonia Pando, a 30 kilómetros de distancia. Ante la necesidad de dar continuidad a las clases en medio de la cuarentena estricta que impuso el entonces presidente Alberto Fernández, decidió idear un mecanismo para que los estudiantes no se atrasaran con el calendario escolar. La idea le valió de reconocimientos no solo a nivel nacional, sino internacional: en la ficha de su perfil para el primer encuentro con los Líderes de la Ruralidad de las Américas, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en este país centroamericano, Bruno fue presentado de esa forma, como un líder.
Lo que surgió por una necesidad para que los niños no perdieran continuidad en las materias por la crisis sanitaria que se vivió en aquel entonces abrió paso a una docencia para los adultos: las clases hoy las siguen, incluso, los mayores. En esa zona no hay señal de Internet y en algunos lugares tampoco de teléfono, sumado que las distancias son muy largas.
Estos obstáculos se transformaron en un motivo para materializar la idea. Actualmente, el profesor tiene 33 alumnos en cuarto año [de la secundaria], donde enseña lenguaje artístico y comunicacional, lo que él mismo llama “El arte de la comunicación”. En la pandemia tenía 44 alumnos, 27 de ellos tenían un teléfono inteligente, mientras que los otros 17 estaban completamente desconectados, por lo que la necesidad de integrarlos lo llevó a proceder con su plan.
“Decidí darles cuadernillos a todos, se los llevaba yo en la medida que las restricciones me lo permitían en mi camioneta. Después, los alumnos seguían las clases por radio, al final de cada tema tenían una evaluación que ellos tenían que completar. A los 15 días pasaba y retiraba los cuadernillos completados y les reponía por otros que después seguíamos en la radio”, relata.
Bruno es periodista desde hace 35 años y su familia tiene una radio FM con alcance en toda la zona. El 16 de marzo de 2020, cuando recibieron la noticia de que no iban a poder seguir asistiendo a las aulas, comenzaron a pensar en la forma de estar en contacto con los alumnos. Algunos optaron por los grupos de WhatsApp. Sin embargo, él se percató de que 17 chicos iban a quedar afuera del sistema por no contar con un dispositivo móvil, por lo que ideó la forma de que sus clases llegaran a todos. Esta dinámica la mantuvo hasta 2021, que permaneció con las restricciones de la cuarentena por Covid-19.
“No era justo que 17 quedaran completamente fuera de la conectividad. Más allá de que se insiste en que la conectividad existe, esto es mentira. Hay lugares en que no existe hasta hoy. Yo había leído de que existían las clases radiales desde la década del 40, durante la epidemia de poliomielitis en Estados Unidos, o los países en guerra. Fue un poco inspirado en eso, pero en realidad no tenía otra forma; esto fue un manotazo de ahogado. Recurrí a lo que tenía a mano y el resultado ha sido más que satisfactorio”, cuenta. A partir de la decisión de “abrir sus clases” por la radio, toda la comunidad comenzó a escucharlo sin interrupciones.
“Transmitía en el horario en el que tenía que estar en el colegio: a las 14. A esa gente también le hacía llegar los cuadernillos. Se sumaron policías, amas de casa, estudiantes de otros colegios; había un universo de alumnos que no solo eran los escolares”, afirma.
La modalidad de clases en vivo continúa. Ahora tiene un módulo por día que se transmite los lunes y martes a los alumnos de la escuela y a toda la comunidad en general: tiene 15 estudiantes mayores. Durante la transmisión dice que todos interactúan: “Los conocimientos que reciben los alumnos también los recibe la comunidad”.
Por la educación
El profesor cuenta que, como todos sus colegas, luchan por una recomposición salarial en su sector. “Hay que invertir más en educación. Los países que más invierten en educación son los que tienen más asegurado el futuro; es la única manera. La única forma de superar las barreras, limitaciones, asimetrías es a través de la educación. El único elemento igualador para cualquier tipo de sociedad es la educación. Tanto el docente como el policía deben recuperar el sentido de la autoridad y la disciplina, porque si van a un colegio a completar la educación de la casa, a recibir una instrucción deben saber que tienen que tener límites porque ellos mismos después terminan agradeciéndolo: si no hay disciplina y autoridad no se logran los resultados”, añade.
Bruno fue uno de los primeros líderes con reconocimiento del IICA con el galardón “El alma de la ruralidad” y “líder de la ruralidad” en 2021 por dar las clases por radio a sus estudiantes. En esta primera cumbre de líderes fue tomado en cuenta por el organismo. Dice que para poder asistir el Gobierno de la provincia y el rectorado de la escuela le extendieron la autorización para hacerlo. “Hoy, vengo a traer esa experiencia a otras personas y realidades, por si también pueden servir. Voy a tratar de nutrirme con otras experiencias. Estoy con mucha expectativa, alegría y ansiedad de llevar buenos resultados de este encuentro”, resume.
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