Lo hará la Universidad del Salvador para su Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias en Gobernador Virasoro, Corrientes; se trata de simuladores para prácticas de los estudiantes
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Con el foco puesto en el cuidado de los animales, aunque no precisaron el monto, la Universidad del Salvador hará una inversión millonaria para contar a fin de año con robots simuladores de diferentes especies para prácticas estudiantiles en la Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias ubicada en la localidad correntina de Gobernador Virasoro. Así lo informó Luciana Tondello, vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la institución.
Según comentó, la idea es comprar un paquete conformado por un bovino, un equino, un canino y un felino. “Son equipamientos importados carísimos pero, como área de desarrollo, estoy obligada a apoyar estos proyectos porque estas inversiones son necesarias. Se trata de simuladores muy reales para uso veterinario. Estamos analizando costos y dependemos de los despachantes de aduanas, pero si todo va bien a fin de año estarán disponibles para que los alumnos puedan realizar las prácticas. Tenemos obviamente una tradición que es la historia, pero la universidad siempre apunta a la innovación y estas cosas son parte de la innovación”, contó.
Para Myriam Rojas, directora de la carrera de Veterinaria, este avance permitirá que los estudiantes dejen de practicar con animales cadavéricos y puedan hacerlo con simuladores que se parecen casi en un 100% a uno real. “Tienen el mismo grosor de piel que un animal verdadero y, si el alumno tiene que practicar una inyección endovenosa o intramuscular, encuentra exactamente la misma resistencia que puede encontrar en un ejemplar vivo”, describió.
Compromiso social
Desde 1991 y con 110 hectáreas, el Campus “San Roque González de Santa Cruz” de la USAL, en Virasoro, surgió como una necesidad para los jóvenes de la región que no tenían una universidad cerca de sus hogares para formarse. En la actualidad incluye laboratorios, una biblioteca y espacios dedicados a la producción agrícola y ganadera. A partir de entonces, los directivos buscaron impulsar la conciencia solidaria y apoyar al sector agropecuario a través de la difusión de los avances tecnológicos para los cultivos de la región, el cuidado de la salud animal y el monitoreo de especies nativas tanto vegetales como animales.
“Trabajamos incansablemente para mejorar la vida de nuestros estudiantes y la comunidad local, utilizando situaciones reales como los incendios en Corrientes, que requieren de todo nuestro apoyo y coordinación”, afirmó Rojas.
Con ese objetivo, buscan que los alumnos salgan un poco del ámbito académico y aprendan a vincularse con la sociedad. Es así que cada estudiante en cada actividad de extensión tiene su forma de participar. En el caso de veterinaria, por ejemplo, durante todo el año, con el municipio realizan un trabajo interdisciplinario, donde se hacen campañas muy fuertes de vacunación y de desparasitación. En esa línea armaron una clínica de pequeños animales donde estudiantes y graduados prestan servicios de manera voluntaria atendiendo vacunaciones y esterilizaciones cuyos dueños no pueden acceder a la práctica privada.
“Esta clínica también fue utilizada en la época de los incendios forestales del 2021 y 2022 porque apenas comenzó el fuego en la región empezaron a aparecer muchos animales de la fauna heridos, atropellados que huían. Y la clínica se puso a disposición para poder recibir y estabilizar a estos animales, a través del trabajo voluntario de docentes y graduados que se acercaron a colaborar y de los estudiantes cumpliendo algún tipo de función. En la clínica se estabilizaban estos animales y después eran llevados a centros más especializados para su posterior reintroducción”, comentó Rojas. Entre los casos más relevantes está el rescate y tratamiento de un coatí que llegó con quemaduras en las patas y de un oso melero atropellado al huir del fuego.
“Nuestro objetivo es lograr un equilibrio entre la empatía y la excelencia académica, marcando la diferencia con una educación responsable”, agregó María Belén Rossner, directora de la carrera de Agronomía.
En cuanto a los desafíos que enfrentan por el cambio climático y cómo se adaptan las carreras a las necesidades globales, la ingeniera agrónoma dijo que el enfoque actual de la universidad tiene ese eje. “Hoy en día tenemos prácticas ya evaluadas y medidas de cómo podemos hacer para disminuir esa producción de carbono y capturar carbono con nuestros pastizales típicos del norte del país y también implementando otros sistemas combinados con forestaciones. La mirada sustentable está muy metida en los programas de extensión y investigación y como parte de los contenidos curriculares que atraviesan a las materias”, detalló.
En este contexto, remarcó que el segundo paso es el cambio al plan de estudios. Hoy se está en proceso de acreditación en la carrera de agronomía, donde ya presentaron una propuesta nueva que tiene un enfoque mucho más explícito de sustentabilidad. “Incorporamos explícitamente materias como agroecología, sistemas agroforestales y silvopastoriles, ecofisiología, cuidado del ambiente, gestión sustentable de la producción regional”, cerró.
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