En una entrevista con LA NACION, el CEO del negocio global de protección de cultivos de UPL destacó esas tecnologías, habló de su crecimiento, pero señaló que “no representan la respuesta total” ya que los productores “siguen necesitando todas las herramientas”
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De visita en la Argentina, el inglés Mike Frank, CEO del negocio global de protección de cultivos de UPL, evaluó las oportunidades de crecimiento de la actividad y habló, entre otros temas en una entrevista con LA NACION, sobre las soluciones biológicas. Al respecto, consideró “poco probable” que a mediano o largo plazo las biosoluciones “representen la solución total que necesita el productor para controlar plagas y tener plantas saludables”.
“Pienso que las biosoluciones claramente están aquí, hoy son una oferta de solución y cada vez tienen más peso en el paquete de solución, pero no representan la respuesta total. Los productores siguen necesitando todas las herramientas que tengan a disposición para ser más productivos, para gestionar plagas y ser más productivos para, en definitiva, alimentar una población en constante crecimiento”, sostuvo Frank. Señaló que “va a llevar varias décadas” su crecimiento, teniendo en cuenta que actualmente representan aproximadamente el 10% del mercado de protección de cultivos a nivel mundial.
Entre otros puntos, también se refirió a la sustentabilidad, el impacto de la sequía, cómo se busca mitigarlo y qué pretenden encontrar cada vez más los productores detrás de un producto o solución. Además, analizó la situación de las importaciones de productos.
-¿Cuáles son los principales desafíos y las oportunidades que considera que enfrenta la agricultura?
-Nosotros trabajamos con productores grandes y pequeños en todo el mundo y un desafío común que tienen es gestionar la variabilidad del clima, que persiste año tras año, y que con el cambio climático se está incrementando.
En la Argentina obviamente hemos visto en los últimos años y, sobre todo este último año, una sequía muy grave que impactó en los productores. Pero la sequía y el calor no solo impactaron en este país, sino también en América del Norte y en Europa. También hemos tenido inundaciones tremendas en zonas agrícolas de Asia. Estos desafíos que afrontan los productores todos los años tiene que ver con cómo nosotros tenemos que trabajar con ellos para que la agricultura sea más resiliente.
-Teniendo en cuenta estos desafíos climáticos, ¿cómo están trabajando desde la compañía para abordar el impacto?
-En primer lugar, estamos trabajando con soluciones y productos que estamos desarrollando y comercializando en la Argentina. Dentro del negocio de biosoluciones vendemos tecnologías que ayudan a las plantas a gestionar el estrés de manera más eficiente. Cuando hace mucho calor o está muy seco, se mantiene la salud de la raíz y la planta puede sobrevivir con mayor eficiencia a estas situaciones desafiantes. No es una solución de oro, pero mejoró mucho la situación en la Argentina. Hay tecnologías y herramientas como esta, algunas son nuevas en el mercado, con las que estamos trabajando con los productores de la Argentina.
En segundo lugar, nosotros apoyamos a nuestros clientes. Cuando ellos tienen desafíos tratamos de entender cuáles son sus mayores problemas, cómo podemos trabajar para mejorar su eficiencia. Los ayudamos a gestionar la rotación de cultivos, los momentos de sequía, qué podemos hacer desde el negocio de semillas o de protección de cultivos para ayudarlos. Hablamos de utilizar nuevas prácticas y nuevas herramientas para la nueva temporada.
-¿Dónde se puede esperar más innovación en los productos fitosanitarios en los próximos años?
-Si analizamos el negocio de UPL a nivel mundial, aproximadamente el 70% de lo que vendemos son productos de protección de cultivos tradicionales y 30% de lo que vendemos son productos diferenciados o soluciones sostenibles. Esta diferenciación de soluciones sostenibles son la nueva tecnología emergente que está ayudando a los productores a manejar la resistencia de los cultivos o está incorporando biosoluciones, que es la nueva tecnología para que las plantas sean más resilientes ante condiciones desafiantes. Esta es un área de investigación en la que se está enfocando UPL.
Mucha de la investigación que hacemos es trabajar con instituciones y universidades de todo el mundo para generar nuevas tecnologías y comercializarlas de manera práctica como parte de una solución para los productores.
Además, en el pasado los productores compraban productos para obtener un resultado. Hoy, cada vez más requieren soluciones integrales que les permitan gestionar el riesgo, la productividad, la calidad de los suelos. Y en eso trabajamos en UPL, en asistir a todo el ecosistema para alcanzar el mejor resultado.
-¿Qué proyección tiene sobre las soluciones biológicas?
-Hoy muchas de las soluciones biológicas que están en el mercado, que son parte de la solución, y no necesariamente reemplazan o, por lo menos, no en su totalidad a los productos tradicionales. Si analizamos el mercado en general, las biosoluciones representan aproximadamente un 10% del mercado de protección de cultivos a nivel mundial.
Creo que este crecimiento en soluciones biológicas va a ser un crecimiento que va a llevar varias décadas. No es algo a corto plazo, no es una explosión de la nueva tecnología en este mercado. Va a ir evolucionando y probablemente va a llevar varias décadas. Pienso qué si analizamos de acá a una década las biosoluciones van a representar probablemente un 20 a 25% del mercado. O sea que a mediano o largo plazo es poco probable que las biosoluciones representen la solución total que necesita el productor para controlar plagas y tener plantas saludables.
Pienso que las biosoluciones claramente están aquí, hoy son una oferta de solución y cada vez tienen más peso en el paquete de solución, pero no representan la respuesta total. Los productores siguen necesitando todas las herramientas que tengan a disposición para ser más productivos, más residentes para gestionar plagas y ser más productivos para en definitiva alimentar una población en constante crecimiento.
-¿Cómo está trabajando la compañía ante las crecientes restricciones en el uso y habilitaciones de fitosanitarios?
-En todos los países, cuando uno prueba una nueva tecnología tiene que conseguir la aprobación regulatoria y lo mismo ocurre aquí en la Argentina. Todos nuestros productos son testeados científicamente, evaluados y tienen que pasar por todo un proceso para poder ser comercializados.
También hay barreras adicionales que son específicas de la Argentina para la importación de tecnología. Entonces, hicimos inversiones significativas para poder tener plantas de formulación y envasado donde cubrimos los últimos pasos de manufactura en el país. Esto nos ha permitido hacer crecer nuestro negocio para poder cubrir las necesidades del mercado y poner a disposición los productos adecuados para el productor cuando los necesitan.
-¿Cómo evalúa la situación de la Argentina?
-La Argentina tiene un perfil bastante exclusivo por la inflación y la devaluación de la moneda, pero al mismo tiempo tiene un suelo increíblemente productivo y productores que siempre quieren adoptar nuevas tecnologías para ser más productivos y sostenibles. Eso realmente entusiasma de la producción agrícola argentina.
Si analizamos los últimos 15 años, la productividad en este país se incrementó significativamente y creemos que va a seguir creciente. Obviamente, esta sequía tuvo un impacto muy fuerte en el productor, pero esperamos que esto sea un evento de corto plazo y que en el año que viene con suerte podamos tener buenas lluvias y seguir mejorando la productividad.
-¿Están evaluando hacer alguna inversión en la Argentina?
-Estamos haciendo diversas inversiones en activos duros para asegurarnos de tener la capacidad de manufactura necesaria para poder hacer crecer nuestro negocio y cubrir las necesidades de nuestros clientes. También tenemos una organización de aproximadamente 600 personas, estamos invirtiendo en desarrollar el equipo, en capacitación y desarrollo, en asegurar que todos nuestros empleados puedan tener carreras exitosas.
La Argentina es un país increíblemente importante, no solo desde la perspectiva del negocio, sino también desde el talento. Por eso es tan importante para mí estar acá y poder trabajar con el equipo local y seguir haciendo crecer nuestro propósito y visión aquí.
Los desafíos que vienen
Rodrigo Ramírez, gerente general de UPL Argentina, quien acompaño a Frank, se refirió a los desafíos que enfrenta la agricultura y la compañía actualmente. “En el pasado nos dedicamos a vender productos y los productos tenían un resultado. Hoy lo que vemos es que tenemos que trabajar de otra manera. Tenemos que trabajar más en conjunto con los productores, los distribuidores, los asesores y las instituciones porque las problemáticas son cada vez más complejas. Entonces no hay una sola solución”.
“Lo que estamos tratando es ser facilitadores de una red que trabaja en la sostenibilidad de sistemas de producción de alimentos, sin límites y fronteras para poder encontrar esas soluciones. Los productores ya no están trabajando solamente en un cultivo y la rentabilidad que va a tener, sino que también están pensando en la sostenibilidad, en lograr el mejor manejo del suelo, aún en tierras alquiladas. También en el futuro de cómo va a ser eso. Por lo tanto, los problemas que necesitan resolver son más complejos y nosotros trabajamos en conjunto con todo ello para poder hacer esto más eficiente e implementable”.
También se refirió a las restricciones en el uso de fitosanitarios. “Las regulaciones ya no son solamente para las empresas, también esto se trabaja en conjunto con los productores que necesitan tener soluciones disponibles para poder manejar toda esta problemática de la resistencia, los estrés; las regulaciones son cada vez más estrictas. Entonces, tenemos que trabajar en conjunto para ver cuál es la mejor manera de poder implementar todas esas tecnologías. También defender las que ya tenemos, que vemos que son y que van a seguir teniendo estas restricciones”, expresó.
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