Mario González, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), señaló que, pese a un decreto que facilita la incorporación a labores temporales de quienes tienen una asistencia del Estado, persisten los inconvenientes; reclamos por las retenciones y Precios Justos
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Durante el anuncio de ayuda económica por $10.000 millones que recientemente hizo el ministro de Economía, Sergio Massa, para los pequeños productores vitivinícolas, en Chilecito, La Rioja, en el escenario estaba el flamante presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Mario González. Quien tiene el desafío de conducir la entidad en un sector con internas en pugna y que se encuentra atravesando diferentes crisis. No obstante, comparten, entre otras, una causa común: la preocupación por la falta de mano de obra en sus establecimientos.
Luego de reunirse el miércoles pasado con el secretario de Comercio, Matías Tombolini, para evaluar la situación y las medidas urgentes que requiere la actividad, el directivo conversó con LA NACION sobre los desafíos que enfrenta el sector, que van desde la carencia de trabajadores para tareas de recolección de la uva hasta los reclamos históricos al Gobierno sobre la quita de retenciones en las exportaciones.
“Los trabajadores no quieren registrarse por miedo a perder el plan social”, afirmó Mario González. A pesar del decreto 514, publicado en 2020, que permite a los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo y Tarjeta Alimentar ser contratados por tiempo temporal o permanente discontinuo sin perder la ayuda social, en el sector alertan por la persistencia del problema.
En esa línea, aseguró que la desinformación es la otra raíz de esta cuestión. “Hubo un decreto que permitía a quien tenía un plan social emplearse de forma transitoria sin perder el beneficio. Pero aún existe mucha desinformación por parte de los trabajadores, por eso se están llevando a cabo medidas de concientización”, comentó.
A su vez, destacó que la Asignación Universal por Hijo (AUH) fue otro punto de controversias, debido a que cuando la persona se registra en el mercado de trabajo, el mecanismo de pago del plan social cambiaba con respecto a cuando estaba desempleada.
Para González, el conflicto entre el sector privado y los trabajadores por los aportes patronales quedaron solucionados, luego de la firma del convenio con los gremios provinciales que garantizan la cobertura del 100% a través del pago por kilo de uva. Ahora, para el sucesor de José Zuccardi en Coviar, en la Argentina se debe “recuperar la cultura de trabajo, así se consiguen recursos de manera adecuada”.
Dentro del sector existen actores en pugna y, para el flamante presidente de Coviar, es hora de romper la historia que enfrenta a los productores y bodegueros. “La actividad vitivinícola es una sola y todos tenemos que lograr un equilibrio a través de un esquema productivo que cubra los costos y los esfuerzos que se realizan en toda la cadena de valor de la actividad”, señaló.
Según González, las divisiones dentro del sector se terminan con los reclamos por la carga impositiva a las ventas al exterior. Afirmó: “La quita de retenciones es un pedido de hace muchos años. Todas las veces que conversamos con el Gobierno sostenían que la medida se analizaba en función de la recaudación”.
En caída
En el último año, según las estadísticas preliminares de diciembre del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) las exportaciones argentinas en litros de vino fueron de 65,7 millones, lo que significó una variación negativa del 21% con respecto al año anterior. En los vinos a granel la caída fue del 41,8% (67,5 millones de litros) mientras que el porcentaje para los vinos fraccionados en ese mismo año fue del 10% (198,2 millones).
Frente a la caída en las exportaciones en 2022 y las malas proyecciones para la cosecha de este año, según el titular del Coviar el Gobierno tiene que establecer la quita de retenciones en función del potencial del sector, que puede aumentar las ventas al exterior y equilibrar las cuentas del Estado mediante un mayor ingreso de divisas al país.
Sin embargo, para González, el pedido más urgente -al igual que el resto del sector productivo- es un tipo de cambio actualizado que haga frente al continuo aumento de los insumos, sea favorable para la exportación y la financiación de obras de infraestructura en el país.
Bajo esa misma línea, manifestó su deseo de que la medida económica para combatir la inflación de Sergio Massa, Precios Justos, se termine pronto, ya que “causa una gran distorsión para el sector vitivinícola los constantes aumentos en los insumos, que hace imposible poder soportarlo”.
Otra variable que tiene incidencia sobre el precio final son los costos de logística. “Somos un país que nos decimos federales pero que tenemos poco y en eso hay que trabajar mucho”, señaló al referirse a la falta de inversión en infraestructura en la Argentina. Y destacó que la principal obra pública que se debe retomar son las líneas de los ferrocarriles, sin importar que camioneros esté de acuerdo o no.
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