La oleaginosa paga un 33% de retenciones que le resta competitividad al país frente a otros competidores
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Es probable que, a fines de mayo, cuando venza el plazo del dólar soja, la liquidación de divisas pueda llegar a ubicarse en un rango de US$ 4500/5000 millones desde que rige el nuevo dólar. Si durante abril se liquidaron divisas por un total de US$2435 millones, quedarían por liquidarse US$2565 millones, casi la misma cantidad, durante todo mayo. Se trata del mes de mayor avance en la cosecha de soja que en años normales llega al 90 por ciento. Por este motivo, se estima que la oferta de soja disponible irá en aumento a medida que avance la cosecha.
En estos momentos comienza a aumentar la oferta de soja disponible en los puertos de Upriver. De acuerdo a Agroentregas, el ritmo de descarga de camiones en la primera semana de mayo promedió los 3000 camiones diarios. Si asumimos una mayor oferta de soja disponible durante las tres semanas que restan del mes, subiendo el promedio a 3500 camiones diarios, solamente por soja el ingreso de divisas podría llegar a los US$1500 millones. Por maíz podrían ingresar otros US$500 millones y ya estaríamos en un piso de US$4500 millones.
El principal factor que impidió que el ingreso de divisas haya sido mayor no fue la actitud de los productores a vender más o menos, fue la pérdida de la producción por la sequía de 28 millones de toneladas por la peor sequía sufrida en 70 años. En definitiva, el productor está vendiendo lo que necesita para cubrir sus compromisos a cosecha, tratando de vender y entregar la soja física directamente de la cosechadora a la terminal portuaria, para ahorrarse costos de fletes corto y almacenaje. Con o sin nuevo dólar soja el productor habría vendido la misma cantidad de soja disponible: son ventas por necesidad no por conveniencia.
La caída en la producción de soja arrastra en el camino, no solamente la baja de US$16.000 millones en el ingreso de los productores, los mayores perjudicados, sino también impacta de lleno en la agroindustria procesadora de soja reduciendo muy fuerte el ritmo de la molienda. En el primer trimestre, fue de 5,5 millones toneladas, versus 8,1 millones toneladas procesadas en igual período de 2022 y 9,4 millones de toneladas en 2021. Una caída de la molienda del primer trimestre de 2,6 millones de toneladas con respecto al 2022 y de 3,9 millones con respecto al 2021. Estamos ante la menor molienda de soja en 20 años.
También el perjudicado ha sido el Gobierno quien también estará directamente afectado por la caída en el volumen de molienda, con su impacto inmediato en la caída en el ingreso de divisas al país. En el primer cuatrimestre ingresaron divisas por un total de US$5237 millones, una baja de US$5861 millones con respecto a igual periodo del 2022, cuando ingresaron US$ 11.098 millones.
Con este escenario actual y futuro el clúster sojero en su conjunto necesita una fuerte señal de parte de la comunidad política luego de las PASO. El sector sojero no resiste el actual nivel de las retenciones, y habrá una fuerte caída en la superficie de siembra si no recibe una señal clara de los candidatos a la presidencia. En concreto, opinamos que se debería anunciar una baja en las retenciones al complejo de 10-12 puntos: con el poroto de soja en el 23% y aceites y harinas en el 18%, para mejorar la competitividad del clúster sojero y poder reconquistar mercados perdidos en manos de Brasil y los Estados Unidos.
El autor es presidente de Pablo Adreani & Asociados
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