Ayer, en la UIA, luego de decir que “para proteger a la industria se le robó al campo”, el jefe de Estado buscó a Nicolás Pino para saludarlo; el trasfondo de una relación que viene de hace mucho tiempo y una silla posible en el Consejo de Mayo
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“¿Me escuchaste, no?” La frase, dicha con un tono de complicidad, partió del presidente Javier Milei y el destinatario fue el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino. Fue ayer, segundos después que, tras terminar de hablar en el acto por el Día de la Industria en la UIA, el jefe de Estado se bajara del estrado luego de haber dejado una fulminante frase: “Para proteger a la industria se le robó al campo”.
Las palabras del primer mandatario no solo resonaron en el recinto donde se hizo el acto, con empresarios sorprendidos por el mensaje, sino también en el campo en general. En rigor, desde el ruralismo hubo un cerrado apoyo al pronunciamiento de Milei. Y el mismo Pino lo plasmó luego en una declaración: “Es importante que un primer mandatario ponga en valor el esfuerzo que venimos haciendo los productores desde hace años. Nos saquearon en las últimas dos décadas unos 200.000 millones de dólares solo en concepto de retenciones, frenando el desarrollo de la Argentina mientras nuestros competidores ganaron mercados en todo el mundo”.
Pero, más allá de esa posterior declaración de Pino, en el breve mano a mano que el presidente de la Rural mantuvo con Milei en la UIA volvió a quedar claro algo que se remonta a hace bastante tiempo, incluso antes que Milei llegara a la Presidencia y era un candidato a diputado nacional: la buena sintonía entre ambos. Pino le abrió la puerta de la institución varias veces y lo tuvo entre los disertantes cuando en plena campaña electoral la Rural hizo una invitación a hablar sobre políticas para el campo.
Cuando pronunciaba la frase sobre la protección a la industria, el jefe de Estado se bajó levemente los anteojos y subió la mirada buscando a Pino que estaba entre los primeros lugares. Fue otra muestra de la empatía entre los dos que precedió a la pregunta: “¿Me escuchaste, no?”
Pino, según pudo saber LA NACION, en el rápido contacto con Milei esbozó un comentario sobre el agro poniendo énfasis en la caída de los precios de los granos que tiene preocupados a los productores en la puerta de una nueva campaña de soja y de maíz.
Como la política está hecha no solo de palabras, sino también de gestos, apenas lo detectaron en el salón de la UIA personal de Presidencia lo hizo entrar presuroso para que se ubicara entre los primeros lugares cerca del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el vocero Manuel Adorni, entre otros. Fue otro gesto de que a Pino lo quieren próximo a Milei.
Luego de la creación del Consejo de Mayo para llevar adelante los lineamientos del Pacto de Mayo, no pocos han puesto el foco sobre Pino como el hombre que podría quedase con la silla del sector privado. La posición no está definida, comentaron a este medio, pero hay expectativa.
Si bien la frase sobre la protección a la industria tuvo fuerte trascendencia porque Milei la dijo en la misma casa de los industriales y ante los principales empresarios, el jefe de Estado ya había expresado una mención fuerte en la última Exposición Rural de Palermo, cuando dijo en la casa de la SRA: “Hace 100 años, la política nos decía que, para tener una economía pujante, el desarrollo industrial debía darse pisoteando al campo. Esa fue la excusa para ahogarlos en impuestos y se les puso cuanta traba fuera posible, porque entienden la economía como un juego de suma cero, donde para que uno gane, otro debe perder, lo cual es una burrada conceptual importante”.
Aunque, según dicen, no hay un contacto semanal entre Pino y Milei, de vez en cuando hay un cruce por Whatsapp. Como cuando, días antes del 140° aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el jefe de Estado le preguntó al dirigente rural si la Bolsa rosarina era un lugar donde debía estar presente. La respuesta de Pino fue positiva considerando no solo la institución en sí, sino el marco: en torno de Rosario está enclavado el poderoso polo productivo y exportador que ayuda a traer los dólares al país. Además, es parte de la zona agrícola, corazón productivo del país.
Curiosidades del momento, en aquella oportunidad en la Bolsa rosarina Milei no solo no hizo mención al lugar y al aniversario por el cual había sido invitado, sino que tampoco dejó un mensaje para el agro. Dijo que tuvo que cambiar de discurso y se dedicó a atacar a los senadores que venían de aprobar la movilidad jubilatoria ahora vetada.
Para quienes hacen lecturas de la buena sintonía entre Milei y Pino, eso podría servir para que el sector aspire a algo que viene ansiando: la eliminación definitiva de las retenciones.
Milei, que con la primera versión de la Ley Bases en realidad quiso subir los derechos de exportación que fueron frenados por la dirigencia rural y las provincias, ya dio algunas pistas de lo que quiere hacer: redujo retenciones en carnes y las eliminó definitivamente en lácteos. “Yo te lo prometí y lo voy a hacer”, fue la frase que, en relación al fin de los derechos de exportación, ya le dijo Milei a Pino en Casa Rosada hace unos meses. La expectativa por los frutos de la relación entre ambos es fuerte en amplios ámbitos del sector.
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