Para 2025 se prevén grandes avances para la maquinaria agrícola, según un informe del INTA, que compartirá algunos proyectos en el Centro de Expertos de Expoagro Digital.
"Todos los desarrollos novedosos para el sector metalmecánico apuntan a las buenas prácticas agrícolas y a una mayor sustentabilidad", dijo Hernán Ferrari, coordinador del Grupo Mecanización Agrícola del INTA.
"Todas las innovaciones apuntan a mejorar la sustentabilidad y lograr que el sistema se mantenga estable", agregó. Los desarrollos se enfocan en reducir el uso de fitosanitarios y eficientizar la reposición de los nutrientes del suelo. Además, reemplazar los combustibles fósiles por biometano o de origen sintético libres de contaminantes y minimizar la compactación de los suelos, entre otros objetivos amigables con el ambiente.
Para el investigador, otro foco estará en lo referido al análisis de suelos. "Sistemas de relevamiento de datos mediante ondas electromagnéticas, sensores ópticos y frecuencia eléctrica estarán próximamente disponibles en nuestro país y permitirán relevar el estado físico de nuestros suelos", indicó.
"Conocer con exactitud aspectos tales como salinidad, compactación, humedad y la materia orgánica que tiene el suelo resulta clave en un país productor de alimentos como el nuestro", señaló Ferrari.
Detalló que "en la Argentina hay tres equipos disponibles para medir las propiedades químicas del suelo que, mediante la detección de la radiación gama que naturalmente emite el suelo, se pude determinar con gran exactitud el contenido de macro y micro nutrientes que tiene el suelo: nitrógeno, fosforo y potasio, así como también magnesio, cobalto y zinc, entre otros".
La información se mapea y queda disponible para que la fertilizadora genere una dosificación variable por cada uno de los nutrientes que requiera. Este equipo permite tomar 800 muestras por hectárea con un 86% de eficiencia, mientras que el modo tradicional alcanza sólo el 15%. "Una vez que estén calibrados, tendrán una rápida expansión en nuestro país dada su utilidad y simpleza", adelantó el técnico.
De acuerdo con Ferrari, en la Argentina el 65% de la superficie productiva está pisoteada por el tránsito de la maquinaria agrícola. "Esto genera que, en esa huella, haya una reducción de entre el 28%y el 32% de rendimiento del cultivo posterior", indicó.
"Si bien Europa tiene un 15% de huellas mediante el tránsito controlado, en la Argentina, debido al sistema productivo donde intervienen máquinas de diferentes anchos de labor, el tránsito controlado resulta una operación de difícil adopción y la incorporación de orugas, para mitigar la compactación, se vuelve un equipamiento de alto costo", reconoció Ferrari.
Al respecto, en el mundo hay desarrollos de ruedas neumáticas o de flejes deformables que se comportan como orugas y son significativamente más accesibles, que surgen como una verdadera alternativa para esta problemática.
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