Finalizada la siembra de los últimos lotes de maíz en el norte del área agrícola nacional hay realidades contrastantes en los diferentes cuadros del cereal que suman 5,4 millones de hectáreas. Estas variaciones están vinculadas a los vaivenes climáticos durante la primavera y parte del verano y a la fecha en la cual se incorporaron los lotes durante la ventana de siembra.
Recordemos. El inicio de la ventana de siembra de planteos tempranos en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos estuvo marcado por demoras vinculadas con los excesos hídricos y a la falta de piso en los lotes. Eso obligó a algunos productores a pasar parte de los cuadros presupuestados como tempranos a planteos tardíos, bajando el rinde potencial. La misma humedad que complicó la siembra también permitió que las primeras etapas de diferenciación de hojas del cultivo se dieran de manera excelente y con baja presión de insectos.
Luego, en diciembre pasado, las precipitaciones comenzaron a menguar en gran parte del área agrícola mientras aumentaban las temperaturas máximas. Todo esto coincidió con el período crítico de definición de rendimiento de los lotes tempranos de maíz. La consecuencia fue una disminución en el potencial, atenuada en lotes con influencia de napa.
Las regiones NOA y NEA no escaparon de los efectos del contexto climático durante el período de siembra. En principio, la falta de precipitaciones en el inicio del verano no permitió que las labores tomaran fluidez. A mediados del mes pasado, retomaron las lluvias y dejaron importantes acumulados en esas regiones, si bien también provocaron inundaciones y anegamientos temporales en las provincias de Salta, Tucumán y Chaco.
En este contexto, el último informe de estado y condición de cultivo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires marca que el 60% de los lotes tempranos del cereal se encuentra hoy con una condición hídrica de sequía a regular, lo que afecta el normal llenado de granos.
En diciembre y enero pasados, cuando más del 50% de los cuadros tempranos transitaba el período crítico de floración, cerca de 40% de los lotes también mostraba una condición hídrica que afectó el cuaje de los granos provocando una disminución en el potencial del cultivo.
Ya se están cosechando los primeros cuadros en las regiones del centro-norte de Santa Fe y centro-este de Entre Ríos con rendimientos unos 15 quintales por debajo de los promedios de las últimas campañas. Los actuales rindes se ubican entre 30 y 50 qq/ha.
En tanto, las primeras estimaciones de rindes de los lotes tempranos de las regiones centro-norte de Córdoba y los núcleos tanto norte como sur muestran efectos similares a los relevados en los primeros lotes cosechados, por lo cual la proyección de producción de maíz con destino a grano comercial ascendería a 39 millones de toneladas, un 5% menos que los 41 millones de toneladas que se estimaban.
Si bien se trata de un número de producción similar a la campaña 2016/17, en ese ciclo se sembraron unas 300.000 hectáreas menos del cereal. Las próximas semanas serán definitorias para evaluar el potencial de los lotes tardíos. En función de su evolución la proyección de cosecha podría sufrir modificaciones.
El autor es analista de cultivo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires
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