El escritor Carlos Mayol Laferre escribió un ensayo que se complementa con la célebre obra Una excursión a los indios ranqueles
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Lucio Victorio Mansilla (1831-1913) fue un militar, escritor, político, periodista y diplomático argentino. Fue sobrino de Juan Manuel de Rosas. Participa de la batalla de Pavón en 1861 y más tarde de la guerra de la triple Alianza. En paralelo a su carrera militar comienza a ejercer como periodista y escritor. En 1868, siendo Sarmiento presidente, es designado (ya como coronel), “Comandante de Fronteras en Río Cuarto, provincia de Córdoba”. Recorre la zona meticulosamente y releva la topografía. Durante su mandato realiza su famosa “excursión a los indios ranqueles”. Fue diputado nacional, gobernador del Chaco, general de división y diplomático en Europa. Escribió ensayos, biografías, novelas, obras de teatro y artículos políticos. Alternó su vida entre la Argentina y Francia, llevando una vida de dandy de la época.
En 1868, el Gobierno había esbozado un tratado de paz con las tribus ranqueles. La guerra del Paraguay (1864-1870) estaba dejando indefensas las fronteras y había que terminar con los malones hasta tanto se reorganizaran las tropas de fronteras. Mansilla pensó que sería una buena idea ir a verlos en persona (su excursión) para reconsiderar algunos artículos que habían sido modificados por Sarmiento. Creía que el trato requería solemnidad, compromiso y dedicación digna de un pacto entre naciones. Es una muestra de su auténtico respeto por los indios a quienes conocía y valoraba.
El panorama de 1870 era sombrío para los indios, el avance de la civilización blanca era arrollador, las tribus estaban casi sojuzgadas, y la viruela y el alcohol causaban estragos entre ellos. El viaje se transformó en libro y el mismo es un testimonio de primera mano sobre la vida india y su compleja organización social, también se luce describiendo las características de esos territorios poco conocidos. Se siente que Mansilla se divirtió en su “calavereada castrense”, como denominó al viaje y llamar “excursión” a una expedición militar lo pinta de cuerpo entero. Tenía en ese entonces 39 años.
Salió el 30 de marzo de 1870 desde el Fuerte Sarmiento hasta la Laguna Leubucó y Quenqe, en los límites del sur de San Luis y La Pampa, lugar llamado “Mamuel Mapu”, feudo del cacique ranquel Mariano Rosas (Panguitruz). Este era un antiguo prisionero de Rosas, quien lo había bautizado con nombre cristiano. Además de Mariano Rosas y su hermano Epumer, también visitó a los caciques de menor jerarquía Ramón Cabral y Baigorrita.
Fue acompañado por dos sacerdotes franciscanos y una escolta de 18 personas, entre intérpretes, ayudantes, baqueanos y soldados, más 130 caballos, yeguas y mulas de carga. A pesar de que lo conocían, fue recibido con desconfianza, pero pronto supo ganarse el respeto de las tribus, que en aquel momento se estima contaban con aproximadamente 3500 habitantes. En su carga, Mansilla llevaba regalos y los enseres religiosos de los curas, ya que los indios respetaban mucho a los hombres de Dios. Se bautizaron muchos niños y sucedieron infinidad de parlamentos políticos y reuniones protocolares. Finalizadas las gestiones, el intercambio de regalos y 800 km recorridos y 20 días después regresó a Villa Mercedes con el tratado firmado por los indios. Desgraciadamente nunca fue refrendado por el congreso de la Nación.
Un libro
En 2012, el historiador y escritor bonaerense Carlos Mayol Laferre (1934-2016) ciudadano ilustre de Río Cuarto, creador del Archivo Histórico Municipal, y experto en la historia de esa zona cordobesa, escribió el libro Tras las huellas de Mansilla. El autor había recorrido en 1981, (casi un siglo después de la excursión original) junto a 57 personas a caballo, un viaje análogo de trece jornadas, siguiendo las rastrilladas y caminos de Mansilla (muchas hoy en campos y estancias privadas, otras son rutas o caminos vecinales).
Volcada esa experiencia en su libro, el autor relata las mismas geografías y accidentes naturales contrastando y completando las observaciones de Mansilla. Cuenta con un hermoso prólogo de la escritora Maria Rosa Lojo, también una estudiosa de la obra y personalidad novelesca de Mansilla. El resultado es un gran ensayo que comenta el recorrido con una visión actual, nos ubica en el contexto histórico y hace aportes críticos muy minuciosos a la obra original. Profundiza en los personajes y situaciones de la época y es un complemento perfecto de Una excursión a los indios Ranqueles.
Lucio Victorio Mansilla fallece en París a los 82 años con el poncho pampa, ya apolillado, que le regalara Panguitruz.