Para la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), con el regreso de las retenciones a la harina y el aceite de soja al 31%, versus el 33% que tenían, la actividad vuelve a ser “competitiva”
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Los exportadores de granos y subproductos agrupados en la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) dijeron que se alejó “el riesgo” de una “primarización” de las exportaciones en 2023 luego de una medida tomada por el Gobierno.
El 28 de noviembre pasado, el Gobierno, además de poner en marcha el dólar soja II que venció el viernes pasado, adelantó el regreso de las retenciones a la harina y el aceite de soja al 31%, dos puntos menos que el poroto. La harina y el aceite tuvieron un incremento del 31 al 33% en marzo de 2022 cuando se creó un fondo para solventar una compensación de la harina para las panaderías.
De esa manera, antes del regreso al 31%, las alícuotas de esos productos estaban equiparados con el 33% del poroto y para los exportadores eso era algo que le quitaba incentivo a la industrialización.
“Las medidas tomadas por el Gobierno, permitiendo el regreso a la igualdad tributaria entre la soja procesada y la soja sin procesar, han colaborado para que la industria aceitera vuelva a ser competitiva”, señaló Ciara-CEC en un informe difundido hoy.
En rigor, fue Massa quien le devolvió la diferencia arancelaria a los exportadores el mismo día que anunció el dólar soja II, el 25 de noviembre último. La diferencia arancelaria iba a concluir el 31 de diciembre último, pero el ministro de Economía anticipó la medida.
La cuestión del diferencial es un tema controvertido al interior de la cadena agroindustrial, ya que los productores lo resisten y lo ven como un beneficio a los exportadores. En cambio, los exportadores lo consideran como una forma de incentivar el agregado de valor y competir en mercados que suelen poner trabas.
Datos
En este contexto, Ciara-CEC brindó una serie de ejemplos para argumentar lo que dijo sobre que se “aleja” el “riesgo” de una “primarización”.
“Prueba de ello, es la fuerte recuperación en las exportaciones de aceite de soja y sostenidas exportaciones en la harina de soja durante noviembre mientras se reducían en forma significativa las exportaciones de poroto de soja”, expresó. Al respecto, las ventas al exterior de poroto cayeron de 2.116.000 toneladas en octubre último a 845.000 toneladas en noviembre. Fue una baja del 60% intermensual.
En tanto, las exportaciones de aceite de soja subieron de 211.786 toneladas a 414.151 toneladas. Además, las ventas de harina de esta oleaginosa aumentaron en 93.028 toneladas y alcanzaron las 2.300.956 toneladas.
En el anterior informe, correspondiente a octubre, Ciara-CEC ya había advertido de un riesgo de “primarización”. Ahora dice que se alejó pero los datos informados son de noviembre, cuando todavía no se había aplicado la rebaja del diferencial.
En septiembre pasado los productores vendieron con el dólar soja I unos 14 millones de toneladas, con lo cual a las industrias les quedó mercadería para seguir moliendo. Sobre esto, la cámara dijo: “La molienda de noviembre llegó a 3,322 millones de toneladas, un aumento en 408.000 toneladas con respecto al mes anterior (octubre, con 2,914 millones de toneladas). Extrapolando la molienda acumulada en el periodo enero-noviembre (35,835 millones de toneladas) implica una caída de 3,612 millones de toneladas con respecto al mismo periodo de la cosecha anterior (39,447 millones de toneladas durante 2021)”. Según la entidad, también mejoró 7% la capacidad de utilización de molienda soja, del 50% al 57% .
En 2022, en medio de mejores precios, la agroexportación ingresó US$40.438.000.000, un crecimiento del 22% versus el año anterior y un valor récord.
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