Las buenas precipitaciones del viernes pasado sirven para que continúe la siembra de soja y se avance en la recuperación de la humedad en el suelo
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Las últimas lluvias que se registraron sobre gran parte de la pampa húmeda entre jueves y viernes último terminaron de consolidar la presencia del fenómeno El Niño, que en esta parte del mundo suele generar precipitaciones por encima de lo normal. Hace diez días se habían registrado de 30 a 80 mm en la zona núcleo que sirvieron para darle un envión a la implantación de soja y de maíz y ahora, con las nuevas precipitaciones, se abre un panorama de buena cosecha para 2024, de continuar este escenario.
Lo más notorio del cambio está en la zona núcleo, la principal región agrícola del país que venía severamente afectada por la falta de reactivación de las precipitaciones. Allí hace diez días hubo un primer cambio fuerte y ahora se dieron más precipitaciones. Se dieron precipitaciones de buena cobertura territorial que, más allá de la variación en los milímetros, en general se repitió en cuanto a su alcance.
Desde Zeni, que recolecta información de decenas de lugares, informaron estos registros de las últimas lluvias sobre la región: Salto, 40 mm; Arrecifes, 72 mm; Pergamino, 44 mm; Arroyo Dulce, 46 mm; Junín, 25 mm; Baigorrita 40 mm, entre otros.
“Los 40 mm [en Salto] permiten cruzar la línea de los 800 mm en 2023 y acumular más de 900 en los últimos 12 meses. Esto último no ocurría desde el 12/4/21″, señalaron desde la cuenta en X (exTwitter) de @Meteo_Salto, que hace un seguimiento de la información climática en la zona núcleo.
Otros registros que se difundieron sobre las precipitaciones en la zona núcleo son: General Gelly, 28 mm; Todd, 80 mm; La Violeta, 40 mm; El Socorro, 48 mm; Acevedo, 35 mm.
Ante una consulta de LA NACION, Pablo Mercuri, director del Centro de Recursos Naturales del INTA, analizó: “Las lluvias de la última semana fueron muy buenas para continuar la recuperación del balance de agua en el suelo en todas las zonas agrícolas; cubrió el oeste de Buenos Aires, zona que aún venía con pocos milímetros acumulados en la primavera”.
Según indicó, “El Niño está ayudando a la recomposición de la disponibilidad de agua en todo el centro del país y generando excesos en el NEA y cuencas del litoral [hay productores evacuando hacienda de la zona de islas ante la crecida del Paraná]”.
“Agronómicamente permite, a diferencia de campañas secas previas, la siembra en época de los cultivos y la planificación”, agregó. Y remarcó: “El Niño, el calentamiento en el pacífico, está en pleno desarrollo”.
Tras las precipitaciones, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) realizó un relevamiento donde detectó fuertes variaciones en los milímetros en la región, citando por ejemplo de los 18 mm en Rojas a los 60 mm en Baradero.
“A pesar de las diferencias en la cantidad de lluvia registrada, en general, la región núcleo experimentó un aumento en los niveles de precipitación, con acumulados que oscilaron entre 10 y 40 milímetros en diversas localidades. Este evento climático ha generado un alivio para las áreas afectadas por la sequía, aunque se espera que las lluvias continúen, ya que se pronostican nuevas precipitaciones para el miércoles y el jueves en la región central del país”, detalló.
Siembra
A nivel país en soja se implantó el 6,1% de 17,1 millones de hectáreas previstas como cobertura para el ciclo 2023/2024. En tanto, en maíz se va por el 24,7% de 7,3 millones de hectáreas previstas para grano comercial, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Por la falta de lluvias, la siembra de soja se había estando y, de hecho, más allá de un progreso reciente, sigue demorada versus otras épocas. Sobre esto, la BCR apuntó en un informe: “En una semana se logró sembrar un poco más de 400.000 hectáreas y la región alcanzó 900.000 hectáreas sembradas con soja de primera. Si bien el progreso de siembra está muy detrás del promedio de los últimos 5 años (48%), se espera que esta semana se siga avanzando sobre gran parte de los lotes intencionados. Por la falta de agua, en un comienzo y tras las lluvias, la falta de piso, se demoró la largada de las sembradoras en la región. Pero tras varios días sin agua, se logró implantar el 22% de la oleaginosa en la región”.
Hasta antes de las últimas precipitaciones, esa región había acumulado lluvias de 20 a 80 mm en lo que va de noviembre. Para tener en cuenta, el promedio estadístico para este mes va de 75 a 100 mm. “Con el forzante Niño instalado, y presente hasta el otoño, podemos pensar en los valores medios de precipitación como piso para el mes de noviembre”, dijo Alfredo Elorriaga, consultor de la BCR.
Las lluvias trajeron una mejora que se ve en otros indicadores, como el porcentaje de agua útil en el perfil (1 m), que se se encuentra entre el 50% y 60% en el NEA (centro y sur), Patagonia (noroeste) y región pampeana (centro-sur y noreste), de acuerdo a un reporte del INTA. El año pasado esos porcentajes, en plena sequía, eran mínimos.
De acuerdo a ese organismo, hasta el 16 del actual “se prevé lluvias y tormentas de variada intensidad sobre la mayor parte del centro y norte del país”. Destacó que los mayores acumulados se registrarían sobre el litoral.
“Las precipitaciones pronosticadas serían superiores a las normales para la época sobre el NOA (norte), áreas del NEA, la región pampeana (noreste y centro), Cuyo (sur) y la Patagonia (oeste y sur)”, consignó el informe del Instituto de Clima y Agua del INTA.
Situación
Más allá de que las lluvias puedan potenciar la siembra de maíz y soja, en algunos lugares con ciclos más atrasados sirven para que el trigo no pierda más rinde, sobre todo donde venía afectado por la falta de precipitaciones.
Sobre el trigo el INTA indicó: “En Buenos Aires, el cultivo se encuentra entre fin de crecimiento vegetativo y llenado de grano, dependiendo de la zona y variedades utilizadas. El norte de La pampa, el cereal finalizó la etapa de floración, mientras que, en el sur está finalizando la etapa vegetativa. En el resto de las provincias se encuentra entre llenado y madurez. En el norte del área triguera se inició de forma incipiente su cosecha. El estado del cultivo es bueno en el este y noroeste del área sembrada, mientras que, en el resto de la superficie su estado es entre regular y malo, principalmente por falta de humedad en el suelo”.
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