Yor Zambrano, un joven de Táchira, Apure, Venezuela, comparte en TikTok la vida de campo en una zona rural de esa localidad y su vínculo con los animales
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Malasia. Amor o Donatella Sofía. Con esos nombres, un pequeño productor de Táchira, Venezuela, llama todos los días a los terneros que tiene en el corral para que se alimenten. En un video que se hizo viral en las redes sociales, se observa a los animales que, al escuchar su nombre, se levantan de donde están y se acercan a la salida del corral para proceder. El hecho llamó la atención en las redes y hubo quienes hasta lo compararon con lo que sucede en sus hogares.
Se trata de Yor Zambrano, un joven de Táchira, Apure, Venezuela, quien comparte en TikTok la vida de campo en una zona rural de esa localidad. El joven publica imágenes donde se observa que todos los animales, no solo los terneros, responden a un nombre. En el video original publicado el 20 de agosto del año pasado, se lo escucha relatar uno a uno los nombres de los terneros que proceden a acercarse a las vacas.
“Malasia, venga niña”, dice el joven antes de abrirle la puerta a una ternera que se acerca rápidamente al ingreso. “Donatella Sofía, ven niña”, repite a otro animal. Lo mismo hace con Pampero, que ansioso, por la salida, asoma la cabeza. “Ahora sí, chico”, le dice. Le siguen Marilisa, Amor, Pingüino, Heydi, Malú, Ecuador, Margaret y Nohelia.
Ante la duda de una usuaria de las redes, quien le preguntó cómo hacía para que obedezcan a su nombre, el joven respondió: “Es cuestión de rutina llamarles por el nombre que elijas antes de comer”. En otras secuencias de TikTok, el joven contó que tiene animales que se llaman Marcos, Bartola, Susana, entre otros nombres similares. Además, deslizó en quién o qué se inspira para darles vida e identidad a cada uno de ellos.
En otro video, Yor contó que los nombres que les asigna a los vacunos son inspirados por situaciones que vivió como docente. En una secuencia en esa misma red social, contó que hubo cuatro nuevos integrantes en la familia a quienes bautizó como Aquiles, Génesis, Alondra y Monserrat. De esa manera relató que estos estaban en proceso de aprender y adoptar sus nombres a los que van a responder a lo largo de su vida.
“En una época en la que me dediqué a ser docente, tuve alumnos muy buenos y alumnos a los que les costaba aprender. Lo mismo sucede con los becerros, hay algunos que aprenden muy rápido sus nombres y otros a los que les cuesta demasiado”, avisó.
“Las vacas son seres pacíficos y amables️. Hermosas”, escribieron algunos usuarios.
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