Pese a los esfuerzos, la organización y la búsqueda de consensos entre los legisladores, la media sanción para modificar la actual ley de semillas quedará para el año próximo. A mediados de noviembre, el oficialismo en la Cámara de Diputados logró avanzar en un dictamen.
Atilio Benedetti, diputado entrerriano y presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara baja, señaló: "Hicimos una intensa tarea durante el segundo semestre del año. Creo que dimos pasos significativos, sobre todo en los consensos necesarios para modificar la ley. Lamentablemente, a último momento nos faltó quizás tiempo o quizás marco político adecuado para haberle dado media sanción al dictamen aprobado".
Benedetti reflexionó que tal vez hubo problemas de "contexto político" que impidieron que no se pueda tratar la ley en una sesión ordinaria. "Por motivos ajenos a nuestra comisión no se pudo llevar a cabo la última reunión ordinaria del año. Pasamos a extraordinarias, y allí se seleccionaron otros temas que necesitaban más atención", afirmó en diálogo con LA NACION.
Además, explicó: "Tuvimos algunas conversaciones finales con bloques que están dispuestos a acompañar la ley de semillas que nos pidieron esperar hasta marzo. Creo que el proyecto tiene media aceptación de los distintos sectores y digo media porque es una ley de conflicto de intereses, y por lo tanto no es tan sencillo que todos la aplaudan, pero me parece que habíamos llegado a una situación de equilibrio que es lo que debe primar para poder obtener una sanción".
Y remarcó: "El año que viene tenemos que avanzar rápidamente porque es un año electoral y porque después pueden estar en juego otros intereses: sólo por esta razón es importante apurarnos ni bien comience el año legislativo hacer el intento de la media sanción, pero no por que no sea bueno el punto al cual hemos llegado que fue un gran avance".
Al respecto, Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), afirmó: "Estamos de acuerdo en cómo quedó el dictamen. Hay tres puntos que para nosotros son básicos: todo se paga en la semilla, segundo, que el control es del Estado, y por último, consideramos que es imperante el orden público en algunos artículos".
Chiesa recalcó, además, que desde su entidad esperan que el proyecto se convierta en ley. "Sabemos que no entró en sesiones extraordinarias: pienso que entre marzo y abril del año que viene se debería estar discutiendo y saliendo la media sanción", indicó.
Juan Balbín, presidente del INTA, había dicho a LA NACION tras las disertaciones en el Congreso, a mediados del mes pasado que "la ley vigente es de 1973 cuando era otra la lógica; ya cumplió su cometido, hoy se requiere otra visión, se necesita contar con nuevas herramientas superadoras". Agregó, además, que es clave la sanción de una nueva ley porque "generará previsibilidad en los próximos 15 o 20 años para aquellos investigadores que están definiendo su futuro en la investigación".
Qué dice el dictamen
Con el dictamen se avanzará en restricciones al uso propio, la figura que hoy permite sin límites a los productores guardarse parte de su cosecha de soja o trigo para volver a usar en la siguiente como semilla. Solo no estarán obligados al pago por él quienes sean agricultores familiares, pueblos originarios o productores con una facturación no superior a 4,8 millones de pesos en la categoría micropyme.
Además, entre otros puntos, se plantea que todos los derechos de propiedad intelectual se agotarán en el pago de la semilla, incluso por patentes, y que la empresa que la venda deberá poner en ella el valor de la regalía por cinco años. La iniciativa también habla de la norma como de orden público para asegurar el control sobre semillas por parte del Instituto Nacional de Semillas (Inase).
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