En la zona de Udaquiola, en el partido bonaerense de Ayacucho, al productor Simón Beheran le destruyeron bolsones que contenían 300 toneladas. A nivel país ya vandalizaron 223 silobolsas desde que el año pasado explotaron los casos
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No cesan. Nada parece hacer detener los ataques contra silobolsas en los establecimientos rurales. Esta vez fue en un campo en la zona de Udaquiola, en el partido bonaerense de Ayacucho, que pertenece a la firma agropecuaria Beheran Sarciat SA. A nivel país ya se vandalizaron 223 silobolsas desde el año pasado. En lo que va de 2021 el total de bolsones rotos en tanto ya está en 54.
El nuevo hecho ocurrió el sábado por la noche en el establecimiento El Porvenir. Allí, cercano a un camino vecinal, fueron tajeados con un cuchillo dos silobolsas con 300 toneladas de soja. En diálogo con LA NACION, Simón Beheran, quien vive junto a su mujer en el lugar, dijo que se encontró con los bolsones en ese estado recién al otro día temprano, cuando recorría los distintos lotes. Los campos de la zona en general son ganaderos y se hace poca agricultura.
“El domingo por la mañana me encontré con esta realidad. Nunca nos había pasado algo así, somos de toda la vida de acá. Fue solo por maldad, habrán pasado por acá por el camino vecinal, los vieron y dijeron vamos a hacer una broma a este productor. Es el mismo resentimiento de siempre, otra explicación no tiene”, señaló.
En este sentido, describió que en la zona hay un problema muy grande con los cazadores de liebre y con el robo de hacienda. “Uno trata de entender a quienes salen a cazar por los campos. Pero esto no tiene sentido: romper por romper es un vandalismo que no tiene lógica”, indicó.
El productor explicó que, por un tema de practicidad, los bolsones que van para venta siempre se colocan cerca del camino vecinal. “Nosotros somos ganaderos y solo en un 20% del campo hacemos agricultura, una parte es para alimentar a la hacienda y sembramos muy poco de soja para vender. Esos dos silobolsas que lo habíamos terminado de embolsar hacía poco tiempo fueron los que nos atacaron”, dijo Beheran, de 62 años.
“Los caminos rurales no siempre están en buenas condiciones para transportar el cereal y cuando el tiempo lo permite cargamos para venderlos”, añadió.
A comienzo de julio pasado, el secretario de Agricultura de la Nación, Jorge Solmi, se mostró a favor del proyecto de ley de vandalismo rural que propone la tipificación de ese delito con una pena de hasta cinco años de prisión, modificando los artículos 186 y 189 del Código Penal.
La iniciativa fue presentada en julio de 2020, en medio de una ola de ataques a silobolsas, por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en conjunto con el diputado del Frente de Todos, Ramiro Gutiérrez. En la actualidad, se encuentra en la Comisión de Legislación Penal y a más de un año aun espera ser tratada en el recinto.
“La ley de vandalismo rural de Sergio Massa es necesaria para proteger al productor. El agro ha progresado mucho, ha adquirido muchísima tecnología, pero la seguridad y la legislación no ha acompañado a ese ritmo”, señaló Solmi en esa oportunidad.
Si bien Beheran tiene bronca, en este contexto busca ser positivo. En estas horas está realizando la respectiva denuncia en el destacamento policial más cercano que se encuentra a 80 kilómetros del campo. Lo antes posible, se pondrá en campaña para levantar la mayor cantidad de soja que quedó esparcida por el suelo.
“Tendremos pérdidas pero vamos a poder recuperar una gran parte. Debemos hacer entender que con estos hechos todo el país sale perjudicado. Aún así creo que vale la pena seguir apostando a la Argentina, que a pesar que constantemente la tratan de hundir, siempre sale a flote. Eso es lo que les digo siempre a mis hijos. Seguiremos peleándola, no nos queda otra”, aseguró.
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