Con nutrición, sanidad, genética y manejo reproductivo en ese país pasaron de tener un stock de 140 millones de cabezas en la década del 90 a 90 millones en la actualidad, pero produciendo las mismos kilos
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Cuarenta y nueve personas participaron de un viaje ganadero a Estados Unidos organizado por Select Debernardi, para conocer los últimos avances de la actividad y su potencial aplicación a nuestro país. La gira comprendió cabañas, instituciones y empresas de los estados de Montana, las Dakotas, Wyoming, Nebraska, Colorado, Kansas y Texas.
Los ganaderos estadounidenses basan su negocio en cuatro pilares fundamentales: nutrición, sanidad, genética y manejo reproductivo. Con esas herramientas “pasaron de tener un stock de 140 millones de cabezas en la década del 90 a 90 millones en la actualidad, pero produciendo las mismos kilos de carne”, compara el veterinario Jaime Mc Lean, uno de los viajeros.
Luego de visitar varios estados del norte y centro del país, Mc Lean enumera los elementos principales que justifican la alta producción de carne de ese país. En primer lugar subraya que en las empresas ganaderas visitadas tiene gran difusión la inseminación artificial a tiempo fijo. Consiste en a sincronizar el celo de las hembras, para inseminarlas todas al mismo tiempo y así facilitar el manejo, la preñez y parición.
Mc Lean entiende que es una técnica que debería usarse de manera masiva en los rodeos argentinos para que tenga un impacto importante en la calidad genética de los rodeos. Para ello será necesario vencer barreras mentales (“es complicado hacer inseminación artificial a tiempo fijo en vacas con cría al pie”); (”produce aguachamiento y pérdida de terneros). Estos inconvenientes no ocurren si el trabajo se planifica correctamente, explica el técnico.
Esta herramienta puede servir para aumentar la “cabeza” de parición, por ejemplo, del 60% que se ve en muchos establecimientos al 75%, lo que repercutirá directamente en muchos kilos adicionales y mayor ingreso.
“Hoy, con precios de semen accesibles, se puede incorporar la genética que vienen trabajando los cabañeros desde hace muchos años, lo que permite introducir en el rodeo un salto genético muy rápido y grande de manera masiva”, resalta.
Por otro lado, el técnico destaca que todos los cabañeros visitados ponen el foco en los rasgos maternales de los vientres; es decir cuántos kilos de terneros se destetan por vaca. Y exigen que los vientres se vuelvan a preñar en el primer celo posparto. Los caracteres maternales están muy asociados a alta fertilidad, facilidad de parto y longevidad.
En Estados Unidos, los cabañeros “aterrizan” la capacidad maternal con un concepto: “las vacas deben trabajar para mí”. Sucede que la parición ocurre durante inviernos muy crudos, con nieve. Entonces, los empresarios entienden que los vientres deben parir solos y destetar un ternero sin atrasarse en su próxima concepción.
Vaquillonas
En el país del norte, los ganaderos entoran las vaquillonas a los 15 meses. La duración del servicio de vacas adultas es de 45-60 días, con inseminación artificial a tiempo fijo y repaso con toros.
Los índices de preñez son muy altos, por encima del 95%. Con esas prestaciones, surge el concepto de hembra Pathfinder: se entora a los 15 meses; sus tres primeros hijos nacen con un intervalo no mayor a 365 días y sus pesos al destete son 5% superiores a los de la camada. Con esa performance, las vacas Pathfinder pueden ser futuras donantes de embriones.
Otro concepto destacado por Mc Lean es el de Eficiencia Reproductiva: representa los kilos de terneros destetados sobre vaca entorada. Para alcanzar los valores más altos se requiere muy buena condición corporal y sanidad del rodeo. Además, alta proporción de vacas ciclantes en los primeros días de servicio y elevada proporción de preñez “cabeza”. Asimismo, requiere servicios de corta duración, correcta oferta forrajera e inseminación artificial a tiempo fijo.
Reproductores
A la hora de elegir un toro, los ganaderos norteamericanos no consideran solo el fenotipo, sino que lo eligen por las performances de sus ascendientes. Contemplan las DEP, números que intentan predecir cómo van ser las características de un reproductor comparadas con el promedio de la raza.
Con esta herramienta se pueden medir muchos rasgos productivos: fertilidad, peso al nacer y al destete, mansedumbre, habilidad materna, circunferencia escrotal, ritmo de crecimiento, eficiencia de conversión de alimento en carne, etc. “Cuanto más altos son los DEP para los caracteres respecto de la población de referencia, mejores serán las crías de ese reproductor”, proyecta Mc Lean.
También se pueden medir los datos maternales con los DEP: precocidad sexual (probabilidad de que una hija se preñe en el primer celo); facilidad de parto, producción de leche y peso adulto de las hijas.
Los DEP también pueden medir datos de la res: peso de la carcasa, marmoreado, área de ojo del bife (correlaciona con la musculatura del toro) y grasa dorsal (los criadores quieren una capa de reserva en las vacas, mientras que la industria busca lo contrario).
Se deben buscar toros que rompan las curvas de crecimiento clásicas: los que tengan bajo peso al nacer, alto peso al destete y final, pero que no aumenten el tamaño adulto porque el crecimiento se ameseta. Estos toros curve bender no dejan hijas enormes en el campo, sino de tamaño moderado.
“El uso de los DEP y de otras herramienta de selección genética, como la genómica, permite avances rápidos en la calidad genética del rodeo”, define Mc Lean. Por ejemplo, un toro con buenos valores de datos maternales puede generar hembras con mayor precocidad, fertilidad y longevidad. Esto repercute en mejor reposición, servicio anticipado, más terneros por vaca y venta temprana de novillos gordos más pesados.
Un toro con buenos DEP de producción puede mejorar el peso al nacer y la facilidad de parto, lograr altos pesos al destete y al año con bajo peso final. Así se puede aumentar la producción de terneros y se mejora la eficiencia reproductiva. Además, si se suman los DEP de res se pueden obtener animales con buena área de ojo del bife, correcto marmoreado y engrasamiento, lo que repercute en más rendimiento, calidad y precio.
Esta nota se publicó el 1° de septiembre de 2023
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